La defensa de la vida inocente es una causa que incumbe a todos
Desde hace muchos años en los EE.UU. se realiza una marcha a favor de la vida en recordación de la trampa organizada por activistas del asesinato intrauterino y financiada por Hugh Hefner (fundador de Play Boy) que logró imponer la despenalización del aborto en 1973.
Esa aberrante práctica homicida que tuvo y tiene promotores y financistas del mundo del espectáculo y la política (como el anterior presidente, Barack Hussein Obama II) se quedó con la vida, desde aquel año, a unos 55 millones de personas antes de nacer.
Y si todo quedara dentro de las fronteras de ese país, aún estando mal, podría ser que no nos incumbiera. Pero es precisamente desde allí donde se ha promovido con procedimientos de toda índole, la imposición de legislaciones abortivas en todo el mundo. Avasallando normas y constituciones, falseando datos (sistemáticamente), condicionando ayudas económicas y acuerdos diversos, organismos públicos y asociaciones internacionales nacidas al amparo de la mentira, la especulación y los ataques a la familia, muchos países vieron crecer en su seno a lobbistas de la muerte.
Con aparente liviandad al abordar temas referidos a la vida por nacer (que en realidad es complicidad con negocios diversos), los medios de comunicación (cine, televisión y medios de prensa) utilizan guiones, paneles, noticias e informes para bajar línea y derribar toda oposición al aborto.
Argumentos insostenibles como señalar que matar a un ser humano en gestación es "un derecho" de la mujer, que eso la "empodera" (palabrita de moda), que le da "libertad" para decidir qué hacer con su vida, que no permitirlo es "sojuzgarla”, y cosas por el estilo aparecen citados en los dichos de fanáticas (y algunos fanáticos) capaces de esgrimir cifras inverosímiles al mismo tiempo que desconocen aspectos básicos de la biología.
El aborto es la cancelación definitiva –nunca una “interrupción”- de una vida humana. Esto puede ocurrir naturalmente, sin inducción alguna, y es sin dudas doloroso para sus padres. Pero en ese caso se trata de una pérdida que, con apoyos diversos, puede comprenderse y superarse como ha sucedido millones de veces y seguirá sucediendo.
Pero esas muertes ocurridas en esa etapa inicial de la vida no conllevan culpa, aunque el dolor de la pérdida pueda sugerirlo. Hay ocasiones donde el consumo de drogas, de ciertas medicaciones u otras circunstancias puedan ser la causa, pero nunca será equiparable al deliberado homicidio del niño mediante un aborto inducido.
Hay aborto en buena parte de las técnicas de fertilización asistida cuando se estimula el ovario para que produzca más óvulos. Esos óvulos serán fecundados y un médico desechará aquellos seres humanos "inviables" o menos convenientes, priorizando los que considere que pueden "prosperar" en el útero de su madre. En el "mejor" de los casos habrá congelación de embriones que, como se sabe, pueden también terminar en la basura.
Hay aborto sin que la mujer lo sepa por acción de los métodos anticonceptivos químicos, que suelen tener un componente antianidatorio para "garantizar" el efecto buscado de no parir hijos. Evitar la anidación significa que al eventual nuevo ser humano fruto del óvulo que fue fecundado, deliberadamente, se le impedirá quedar aferrado al útero y morirá.
Hay aborto mediante los dispositivos intrauterinos (DIU) que impiden la anidación de los óvulos fecundados.
Hay aborto en los vientres de alquiler cuando a los "clientes" (como Ricardo Fort, Marley, Luciana Salazar o FlavioMendoza) se les garantiza que el niño que nacerá no tendrá enfermedad alguna. Mediante estudios genéticos se elige los seres humanos sin enfermedades o discapacidades que nacerán. El resto... a la basura.
La caprichosa ignorancia militante suele salir a decir con vehemencia que antes de cierta cantidad de semanas de gestación aún no está definido como ser humano, o que no es persona con derechos, o burradas parecidas. Pero no hace falta ser biólogo, especialista en genética o jurista: un óvulo aportado por una mujer y un espermatozoide provisto por un hombre, en las condiciones apropiadas, sólo pueden devenir en un nuevo ser humano, sin otra posibilidad.
Mostrar una parte de la verdad se le parece a mentir
Como sucedió en otros países, ninguno de los medios de mayor consulta en línea en la Argentina (La Nación, Clarín, Infobae) incluyó información detallada sobre la multitudinaria Marcha por la Vida en su edición Nº 45 que se desarrolló el 19 de Enero en Washington con la novedad de que el gobierno de ese país anunció la continuidad de acciones que limiten el financiamiento del asesinato intrauterino.
Medio millón de personas en pleno Washington no es noticia si apoyan la vida, pero sí lo es si los manifestantes están en contra. [ Ver fotos: http://bit.ly/2BmeEZj ]
Aunque menos violentas y mucho más vestidas que en las marchas en la Argentina, las mujeres participantes de la novedosa Women's March agitaron las mismas banderas proaborto con abiertos ataques a los cristianos y, en especial, al presidente Trump. Y no es casual.
Fogoneados por los que perdieron las últimas elecciones (Hillary Clinton, Barack Obama y Planned Parenthood) los discursos y carteles apuntan al actual gobierno que ha demostrado decisión en apoyar la vida por nacer. Con la misma firmeza con la que Obama al asumir lo primero que hizo fue garantizar el financiamiento para campañas proaborto en EE.UU. y en el mundo, la Administración Trump canceló la utilización de recursos públicos con ese fin y atacó las medidas pergeñadas por el anterior mandatario, que recibió un incomprensible Premio Nobel de la Paz y ahora recorre el mundo dando costosas conferencias.
Como si fuera poco, el presidente Donald Trump que participó mediante una videoconferencia de la marcha, señaló que su Administración "siempre defenderá el primer derecho de la Declaración de Independencia, el derecho a la vida. Lo más importante de todo es el regalo de la vida misma. Por eso marchamos y rezamos", dijo para señalar que el 22 de Enero será, en adelante, el Día Nacional de la Santidad de la Vida Humana. En la marcha del año 2017 fue el vicepresidente Pence quien asistió y dio un discurso de apoyo.
"La reverencia por cada vida humana, uno de los valores por los cuales nuestros Padres Fundadores lucharon, define el carácter de nuestra Nación. Hoy en día nos mueve a promover la salud de las madres embarazadas y sus hijos por nacer. Anima nuestra preocupación por las madres solteras; los ancianos, los enfermos y los discapacitados; y los huérfanos y niños adoptivos", expresó Trump en su alocución. "La ciencia nos presentan la evidencia irrefutable de que los bebés están creciendo dentro del vientre de sus madres, vidas preciosas y únicas." "Nos obliga a abordar la epidemia de opiáceos y brindar ayuda a quienes luchan contra las enfermedades mentales. Nos da el coraje para defender a los débiles y los impotentes. Y disipa la idea de que nuestro valor depende de la medida en que estamos planeados o deseados."
"Ahora también podemos operar bebés en el útero para evitar enfermedades que amenazan su vida. Estos importantes avances médicos nos dan una apreciación aún mayor de la humanidad del nonato." "Hoy, los ciudadanos de nuestro gran país están trabajando por la causa de la vida y luchando por los no nacidos, impulsados por el amor y apoyados por la ciencia y la filosofía." "Estos americanos compasivos son voluntarios que ayudan a las mujeres a atravesar embarazos difíciles, facilitan las adopciones y ofrecen esperanza a quienes están considerando la posibilidad de un aborto o se están recuperando", sostuvo el presidente norteamericano.
Un niño, de acuerdo a la Constitución argentina es "todo ser humano desde el momento de su concepción y hasta los 18 años". De ahí que impedir el desarrollo del ser humano en el vientre materno implique un aborto, un delito claramente equiparable al homicidio de un niño de 7 años o de un joven de 17. Y, aunque sea una obviedad, ninguna mujer tiene derecho alguno al homicidio y ninguna práctica médica regular justifica el descarte de vidas humanas en cualquier etapa.
Periódicamente en la Argentina aparecen legisladores y activistas que dicen apoyar un debate “adulto” sobre el aborto, algo que constituye una auténtica incoherencia.
¿Cuándo es “adulto” considerar que una vida indefensa puede ser cercenada violentamente? ¿Acaso es “inmadura” la defensa del niño inocente? ¿Será que la Constitución que incorporó la Convención de los Derechos del Niño es “adolescente” por definir la protección de la vida desde la concepción?
La intolerancia y, en muchas ocasiones, la violencia con la que se presentan los partidarios del aborto es el principal obstáculo para un debate sobre el tema. Sólo consideran válido su particular punto de vista rechazando la realidad más patente: el aborto mata un ser humano y daña a la mujer.
Una discusión que no considere el respeto por la vida inocente de un niño y la necesidad de asistencia, apoyo y contención de una mujer con un embarazo conflictivo, no puede llegar a ningún acuerdo serio.
Un Estado que quiera trabajar integralmente a favor de la vida debe:
Mejorar los plazos y procedimientos para la adopción.
Promover actividades formativas desde la pubertad que apunten a la postergación del inicio de las relaciones sexuales.
Cancelar protocolos que faciliten los abortos bajo los supuestos no punibles.
Establecer capacitaciones en áreas de salud que permitan la contención, reflexión y la invitación a desistir de abortar.
Eliminar manuales y material referido a educación sexual en los que se relativice el valor de la vida humana.
Apoyar la tarea de organizaciones nacionales con experiencia en la contención y asistencia de mujeres con embarazos de riesgo.
Atacar con firmeza el consumo de alcohol y drogas, factores que facilitan las relaciones sexuales ocasionales y la violencia.
Este año volverá a realizarse la marcha a favor de la vida en Buenos Aires, que tendrá sus réplicas en el interior del país. Los organizadores están seguros de que se superará la cifra del año anterior, confirmando la vocación provida de la Argentina.