Keila Jones tenía 17 años y 7 semanas de embarazo cuando acudió al Hospital Subzonal "El Maitén" (135 km. de Esquel, Chubut) para pedir ayuda a una asistente social al no saber cómo afrontar su imprevisto embarazo.
La Dra. Estrella Perramón le administró la droga abortiva Misoprostol y la dejó en observación. Luego, Keila llamó a su mamá desde el hospital. "Mi hija me llama. Yo voy inmediatamente al hospital y hablo con la médica y ella me dice que lo que tenía mi hija era una menstruación fuerte y que la podría llevar a la casa", relató Verónica Azocar.
Ya en su casa la joven siguió con fuertes dolores abdominales. Su madre volvió a acudir a la profesional que la había atendido y ella le informó que su hija "se había complicado" con un cuadro de gastroenteritis. Luego de varios y Keila seguía con los dolores. El sábado 5 de Diciembre fueron dos veces al hospital y a la segunda vez la joven fue derivada al Hospital Zonal de Esquel. Allí la mamá se entera de que le habían hecho un aborto.
La operaron dos veces y fallece en la segunda intervención.
En las investigaciones preliminares del caso, desarrolladas por la Fiscalía de Esquel se determinó "a partir del certificado de muerte de Keila, que su muerte se produjo como consecuencia del proceso incompleto del aborto, al no haber retirado (previa determinación o exploración), los restos del embarazo dentro del útero, que generaron un cuadro de shock séptico refractario que provocó la muerte de la joven, el 6 de diciembre de 2015, a las 16:40 horas, en el Hospital Zonal de Esquel".
De este modo, se consideró que "la calificación legal es Aborto practicado por un médico, abusando de su ciencia o arte, con el consentimiento de la mujer, seguido de muerte". Solo en el marco del juicio oral y público que tiene como fecha de debate los días 31 de julio al 8 de agosto se podrán reconocer responsabilidades.
En la tarde de este martes 22 de Agosto el juez de Esquel José Colabelli leyó la resolución definitiva contra la ginecóloga y confirmó la condena de un mes de prisión en suspenso y un año de inhabilitación de tareas médicas, poniendo en duda si realmente la joven estaba embarazada.
Ante tan escasa pena y con el dolor a cuestas por la muerte de su hija y su nieto, la familia buscará apelar la sentencia.
La organización Mas Vida transmitió los detalles de la audiencia durante la cual el juez dio a conocer su veredicto, y la palabra de Verónica Azocar, la madre de Keila.
El aborto es un crimen nefasto y -como declaró la Red Federal de Familias hablando de este caso en el 2015- "en Chubut se practica al cobijo de una pseudo normativa nula e inconstitucional, que, bajo pretexto de regular supuestas e inexistentes ‘interrupciones legales del embarazo`, violenta el principio de derecho público constitucional que, sin cortapisas, consagra la protección del derecho intrínseco a la vida de todo ser humano inocente desde el momento de su concepción". Pero nada hubiera pasado si además del hijo, no hubiera muerto la infortunada madre.
Perramón es la única acusada aunque no es la única responsable
Todos los legisladores que votaron en el 2010 la Ley de aborto no punible de Chubut, en la que Perramón se amparó, tienen parte en su accionar, empezando por la autora de la iniciativa, la ideóloga feminista Mariana Ripa.
Cuánto más el gobernador Das Neves que celebró y promulgó la Ley, mofándose de la Corporación de Abogados Católicos que le había pedido el veto: "Yo también soy católico", "el aborto es lo más humanitario que puede haber", "únicamente los retrógrados se pueden oponer", respondía Das Neves en el 2010.