Otra vez a la carga los partidarios del homicidio intrauterino
Los proyectos de ley que no se aprueban pierden estado parlamentario cada vez que se renueva la composición del Congreso, cada dos años. Esto es lo que sucede con la iniciativa para despenalizar y legalizar el homicidio intrauterino.
Legisladores e integrantes de organizaciones partidarias de la "Campaña nacional por el derecho al aborto legal, seguro y gratuito" presentarán este jueves 30 de Junio su proyecto, a pesar de que es anticonstitucional.
La iniciativa tiene la firma de 34 diputados del Pro, la UCR, el Frente Renovador, el Frente para la Victoria, el Movimiento Evita y el Frente de Izquierda, Libres del Sur y el Partido Socialista, entre otros.
Con la consabida invocación de encuentros internacionales feministas, los abortistas argumentan que eliminar la penalización de madres, médicos, centros de salud y todo aquel que participe de tan cruel práctica, es satisfacer un supuesto "derecho" a la salud de las mujeres.
El aborto es, además de una incomprensible destrucción de un ser humano indefenso y en crecimiento, es un descomunal negocio que involucra organizaciones políticas, médicas y a la industria farmacéutica.
Estos lobbistas dicen querer garantizar condiciones sanitarias "dignas" (¿es digno matar a un ser humano?), "seguras" (¿es seguro para el más indefenso? ¿es seguro para la madre?) y "gratuitas" (lo paga toda la sociedad) para las mujeres que deciden interrumpir (¿se puede reactivar acaso?) un embarazo durante las primeras 12 semanasde vida.
Claro está que para esta gente "resolver el dilema de un embarazo" es matar al hijo de una mujer que, posiblemente, está sola, mal acompañada, tal vez violentada, seguramente rodeada de más de un problema social. Según la lógica perversa de los abortistas, permitir que nazca su hijo es un acto de violencia, ya que se somete a la mujer a una "maternidad forzada" pero no quieren ver el daño mortal provocado a su hijo.
Como ocurrió y ocurre en distintos momentos y países, la sistemática mentira en las cifras de abortos clandestinos y de muertes de mujeres busca sensibilizar a la sociedad, provocando que no vea la complejidad del tema y sus implicancias.
La maleable estrategia de los abortistas, que es conocida por muchos, es burda y se basa, principalmente, en la ignorancia de la sociedad. Aunque también tiene en la tibieza o cobardía de funcionarios y legisladores a socios más o menos involuntarios.
Una mujer embarazada que, empujada por malos consejos o confundida por la desesperación, piensa en matar a su hijo, cuando tiene el correcto acompañamiento y contención DESISTE. Y en la más absoluta mayoría de los casos logra comprender que aquello que pensó hacer estaba mal, al tener a su hijo junto a ella.
Aunque no sea sencillo con tanto lobby local y tanta presión internacional, la solución NO ES EL ABORTO, sino UN ESTADO Y UNA SOCIEDAD BIEN INFORMADA Y A FAVOR DE LA VIDA.
