Frente Joven responde al tendencioso artículo del diario Clarín
El matutino porteño publicó un artículo de la periodista Valeria Román en el que se afirma que el país no reduce la mortalidad materna porque el aborto no es legal, y esgrime una serie de argumentos falaces y contrarios a los hechos. Frente Joven envió una carta a la periodista y al medio solicitando que se rectifiquen esas afirmaciones.
"Entendemos que la mortalidad materna se combate con educación y asistencia médica integral, no con abortos. Nuestras madres quieren ser escuchadas, contenidas y asistidas, no sometidas a una práctica que las vulnera física y psicológicamente. El aborto destruye a una mujer y mata a un niño", señalan los integrantes de Frente Joven.
El matutino [Ver nota publicada] afirma que el país no alcanzó la meta de reducir la mortalidad materna porque el aborto no fue legalizado, y por ende, continúa siendo la principal causa de mortalidad materna, lo cual es completamente falso.
La nota, publicada luego de que el ministro de Salud de la Nación, Daniel Gollán, adelantara su intención de propiciar "un debate maduro y sin extremismos" sobre la legalización del aborto, fue objetada y respondida con la siguiente carta:
Sra. Valeria Román Atte.
En relación a su nota publicada por el diario Clarín el martes 3 de marzo de 2015, titulada “Los riesgos de ser madre aún son altos en Argentina” (página 32, sección Sociedad), nos parece oportuno señalar algunas declaraciones allí vertidas que son contrarias a los hechos.
Usted escribe en el cuarto párrafo de la versión impresa que “en 2013, las complicaciones por abortos inseguros volvieron a ser la primera causa de mortalidad materna”. Nos vemos en la obligación de señalar semejante falsedad.
Según la Dirección de Estadísticas e Información de Salud (DEIS) del Ministerio de Salud de la Nación, la principal razón de muertes maternas en 2013 fueron las causas obstétricas directas, que representaron el 53 por ciento de las defunciones. Le siguen las causas obstétricas indirectas (26 por ciento). En tercer lugar, los embarazos terminados en aborto (20 por ciento), que incluyen muertes causadas tanto por abortos espontáneos –como el embarazo ectópico- como por abortos voluntarios.
Por esta última razón, no es correcto afirmar lo arriba señalado. Lamentamos que los informes no precisen la cantidad de muertes causadas por aborto voluntario. Además, resulta llamativo que el gráfico de torta que ilustra la nota no exprese las cifras reales y además oculte las principales causas agrupándolas en una banda gris con el rótulo “Otras”.
También consideramos importante señalar que en su artículo se afirma que en el país hay 486.000 abortos clandestinos. Esta cifra no encuentra asidero científico ni estadístico, sino que es lanzada reiteradamente por interlocutores que promueven la legalización del aborto sin dar referencias de cómo se arriba a tal guarismo. Los informes científicos que utilizan el Modelo de Embarazos Esperados (EPM) para calcular la cantidad fehaciente de abortos desnudan que la cifra mencionada está inflada 10 veces [i].
En su artículo también se da a entender que la despenalización del aborto incidiría en la reducción de los índices de mortalidad materna. Le compartimos un estudio científico publicado el 23 de febrero de 2015 en el British Medical Journal Open [ii] que sostiene, en base a un estudio en 32 estados mexicanos, que aquellos distritos con leyes menos permisivas del aborto exhibieron 23 por ciento menor mortalidad materna global y hasta 47 por ciento menos casos de mortalidad por complicaciones del aborto.
El estudio mencionado también es refrendado en la realidad por las cifras de mortalidad materna que exhiben Chile e Irlanda, naciones con los menores índices de muerte materna en sus continentes y en las que -¿sorpresivamente?- el aborto no está permitido.
La incongruencia de sostener que el aborto es la principal causa de mortalidad queda en evidencia cuando usted advierte en su escrito que el país aumentó el indicador de mortalidad en 2001, luego de la peor crisis política y financiera que hayamos vivido; y en 2009, tras la epidemia de gripe A. Contrario sensu, estos datos ratifican y son razonables con sostener que la principal causa de la muerte materna es la pobreza y puede prevenirse ampliando la cobertura sanitaria y la atención obstétrica prenatal y posparto.
Con el fin de contribuir a la disminución de la mortalidad materna, y habiendo analizado sus causas, desde el año 2013, nuestra organización despliega un proyecto social denominado Defensores de Mamás [iii] en barrios carenciados del Gran Buenos Aires y en zonas periféricas de San Miguel de Tucumán y Mar del Plata. Hemos estudiado el tema en cuestión con especialistas y validado sus aportes con la experiencia de campo.
Entendemos que la mortalidad materna se combate con educación y asistencia médica integral, no con abortos. Nuestras madres quieren ser escuchadas, contenidas y asistidas, no sometidas a una práctica que las vulnera física y psicológicamente. Consideramos que el aborto no soluciona nada, y a cambio, mata a un hijo y destruye a una mujer.
De hecho, un gran escollo para solucionar la mortalidad materna es que siempre que el tema llega a la agenda pública, el debate se polariza hacia la despenalización del aborto, e impide ver las verdaderas causas y soluciones, como la necesidad de reformar los sistemas de salud, de brindar educación y contención a las mujeres y de achicar la brecha de pobreza.
Lejos de polemizar, queremos acercarle estas reflexiones para que sean tenidas en cuenta en futuras publicaciones y colaboren a “un debate maduro y sin extremismos” ideológicos o religiosos, como recientemente dijo nuestro flamante ministro de Salud, Daniel Gollán.
Desde ya estamos a su disposición para responder inquietudes o proveerle de información certera en futuras ocasiones, y la invitamos a difundir estos datos en las próximas ocasiones en las que aborde el tema.