Facilitando un delito -aunque pretendan presentarlo como un caso de justicia-, organizaciones abortistas que buscaban que el protocolo provincial que admite la no penalización de la madre ni de los profesionales médicos intervinientes en un asesinato cuando la víctima es producto de una violación, realizaron de forma "privada" el aborto de la criatura de 23 semanas que se hallaba en el vientre de una niña de 13 años.
La directora asociada del hospital provincial "Mariano y Luciano de la Vega" de Moreno, Dra. Mariana Dunayevich, había explicado que "la inducción del aborto en estas condiciones aumenta significativamente el riesgo de una eliminación incompleta de la placenta y de una hemorragia post-parto con riesgo de muerte y de histerectomía, es decir, de poner en riesgo su capacidad reproductiva a futuro". La niña ingresó al hospital con una infección urinaria y contracciones. Además, se explicó, el protocolo provincial (basado en un fallo judicial que no debe ser considerado una norma legal, ya que no lo es) señala que es aplicable para embarazos de hasta 20semanas.
Los especialistas habían recomendado a la paciente y su familia una cesárea programada y la posibilidad de dar en adopción a la criatura y se les ofreció a la madre y a la abuela acompañamiento psicológico, ginecológico y asistencia social en todo el proceso.
La organizaciones pro aborto intervienientes, emitieron un comunicado este domingo -4 de mayo- donde expresan que "se realizó exitosamente la intervención" y que "fue dada de alta tras acceder a la interrupción legal del embarazo con medicamentos de manera privada, que fue concluida en un hospital público, fuera del ámbito de la Provincia de Buenos Aires, sin haberse detectado complicación alguna durante la práctica".
Imagen de un bebé de 19 semanas de gestación, 4 menos que el abortado en Moreno
Las activistas destacan en su comunicado que "la intervención fue realizada por la gestión del movimiento de mujeres y feminista y NO por el Ministerio de Salud".
Con la niña en "perfecto estado de salud" y sin "secuelas por la realización de la práctica", las abortistas se muestran satisfechas porque parecería que los argumentos utilizados por las autoridades del hospital público no eran verdaderos, en lo referido al riesgo de muerte de la madre.
No obstante, vale señalarlo, el aborto debe ser desaconsejado no sólo por poner en riesgo a una mujer embarazada, sino principalmente porque con tan aberrante práctica se está sesgando una vida, además de provocar severos daños psicológicos en su progenitora.
Lamentablemente, en la semana previa a esta triste novedad, hemos sido testigos de cómo muchos medios de comunicación demostraron que su interés también estaba del lado de la muerte del bebé. Jorge Lanata y Magdalena Ruiz Guiñazú, por ejemplo, entrevistaron de modo conjunto en Radio Mitre a un abogado partidario del aborto del bebé de 6 meses, sin el mínimo comentario sobre la vida que se estaba destruyendo.
La violación de la que fue víctima la niña es un hecho indignante. Y una brutalidad como el asesinato de un ser humano en el seno materno no puede ser amparado legalmente.