Abortistas a la carga: presentaron proyecto para legalizar el asesinato intrauterino
¿Qué será más convincente? ¿Mostrar a un tierno bebé que mira a la cámara, un recién nacido en brazos de su madre, una familia con niños sanos y felices junto a sus padres? ¿O imágenes reales de cómo queda un ser humano luego de ser abortado?
¿Por qué la tele nos muestra en ocasiones advertencias sobre películas y programas con vocabulario subido de tono (cuando la mayoría se despacha todo el tiempo con insultos) y no toma coraje y proyecta en horario central cómo es un aborto real? ¿Por qué no se escuchan las voces de las mujeres que, confundidas, deseperadas y mal aconsejadas, abortaron y no dejan de pensar cada día, luego de años, en el hijo que llevaron en su seno y hoy no las acompaña?.
La tele, principalmente, nos muestra con total desenfado desnudeces diversas, procacidades indescriptibles, bajezas de todo tenor. Parece que todo vale y que cualquiera puede decir cualquier cosa que se le venga a la cabeza, aún y sobre todo, desconociendo en profundidad temas como este.
Si un video de un aborto real se mostrara a todos, adherentes y críticos podrían debatir luego sobre la verdad y el público, lo más importante, podría tomar postura.
Cerca de 60 diputados presentaron este miércoles -9 de Abril- un proyecto elaborado por la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito" con el que buscan imponer el asesinato de un ser humano en su etapa intrauterina hasta las 12 semanas de vida (la imagen que ilustra esta nota es una réplica de un ser humano con ese tiempo de vida).
El proyecto -como es esperable de parte de impulsores del aborto- busca imponer el supuesto "derecho" de una mujer "a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo" durante las primeras 12 semanas de vida del ser humano en el vientre materno.
Es curioso cómo la ignorancia o la connivencia de miles ha permitido que proyectos como estos se aprueben en otros países. Tan curioso como comprobar que quien impulsa el aborto no tiene nada de "progresista" ni defiende a la mujer, como no la defendieron los regímenes comunista o nazi que, además de matar a multitudes de ya nacidos, mataron a miles dentro del vientre de sus madres.
Poco importa si los nazis utilizaron el aborto, o cuántos intereses tiene Barack Obama en defender esa brutalidad desde que era legislador, o qué movió gobierno del curioso "presidente pobre" de Uruguay para legalizarlo. Todos ellos, sumados a los socialistas españoles y a los comunistas chinos -con su política de hijo único-, y a los legisladores argentinos buscan el mismo fin: destruir, desmembrar, masacrar a un ser humano en el seno de una mujer. Una mujer agredida, una mujer pobre, una mujer ignorante, una mujer sola, una mujer de buena posición, una mujer instruida o una mujer desesperada. Todas son iguales, todas necesitan comprender, todas necesitan ayuda, todas necesitan una oportunidad, todas necesitan contención, no que le faciliten el método para matar a su hijo.
No interesa si esa vida se gestó fruto de una violación y muchísimo menos si "existiesen malformaciones fetales graves" (argumento equiparable a lo peor de la locura nazi y del desquiciado de Menguele). ¿Sabe acaso el pueblo argentino que votó a estos legisladores que en otros países SE MATA a los bebés en el vientre materno cuando tienen SINDROME DE DOWN? ¿Sabe el ciudadano que votó a estos políticos cómo se ve un ser humano a las 12 semanas? ¿Por qué ese límite de 12 semanas? ¿Cómo se realiza un aborto "seguro"? ¿Es realmente "seguro"?.
Eufemismos
Los eufemismos usados por los nazis en su momento y por los impulsores del aborto en la actualidad son sorprendentemente similares.
A los campos de exterminio en la Alemania nazi y en la Europa ocupada por los nazis los llamaban "centros de reubicación". Hoy, cuando se habla de "Salud Reproductiva" en realidad se está buscando ocultar intenciones contra la vida humana.
A los judíos, Hitler los describía como "una raza parásita”, mientras que al niño o niña no deseado, International Planned Parenthood Federation (IPPF) y otras organizaciones pro aborto intentan quitarle características humanas cuando tiene pocas semanas, para evitar que alguien tome conciencia de lo que significa un aborto.
En su tiempo los nazis, emprendieron la "solución final" con los judíos, los gitanos y todo opositor. Hoy los legisladores y activistas hablan de "interrupción voluntaria del embarazo".
El aborto en el periodo nazi
Durante el régimen nazi el aborto fue usado como una herramienta más de represión y de control racial. Michael Burleigh en su obra "El Tercer Reich" explicaba las motivaciones del aborto en el ideario nacionalsocialista.
"La prohibición del aborto y de los anticonceptivos a los arios se debía a una motivación biológica más que a objeciones morales, ya que esos servicios se dejaban como opciones, junto con la esterilización involuntaria, para los eugénicamente no aptos, germano-árabes, germano-africanos, gitanos y judíos. Esto explica por qué el organismo de la Gestapo responsable de la represión de la homosexualidad y del aborto los vinculase, ya que ambos tenían repercusiones nocivas sobre el índice de natalidad".
En 1933, en el primer año en el poder del partido nazi, el aborto fue prohibido para los alemanes por una motivación demográfica. Los nazis querían aumentar la tasa de natalidad para conseguir un ejercito poderoso en previsión de las necesidades de las ideas de Adolf Hitler. La peculiaridad de esta prohibición del aborto es que en 1934, la Corte de Salud Hereditaria de Hamburgo promulgó que el aborto por razones de salud racial no debía considerarse delito en aplicación de la Ley para la Prevención de Descendencia con Enfermedades Hereditarias que Hitler aprobó en julio de 1933.
La locura nazi permitía que una mujer judía pudiera abortar en cualquier fase de la gestación porque eso repercutía "en el bien de Alemania". Curiosamente los alemanes tenía prohibido el aborto y hasta se estableció la pena de muerte para las arias que abortaran.
"No está en agenda"
El primer debate sobre el aborto en la Argentina en el Congreso de la Nación se produjo el 1 de Noviembre de 2011 en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados. En esa oportunidad, las firmas no alcanzaron para emitir dictamen. Hay quienes aseguran que el tema "no está en agenda del Poder Ejecutivo", aunque el propio jefe del bloque oficialista en el Senado, Miguel Pichetto, mostró voluntad para abrir el debate.
El diputado Dr. Alberto Asseff opinó sobre el intento de algunos legisladores oficialistas de impulsar nuevamente el proyecto sobre aborto libre diciendo que "despenalizar el aborto es otra señal de que el modelo se ha agotado y por eso apelan a distraer al pueblo con un debate que no pertenece a la agenda de necesidades de la gente".
Tal vez en esta ocasión, como en las otras, no prosperen los planes abortistas. Tal vez siga sin estar en los planes de la actual presidente que se legisle a favor del aborto pero, ¿qué pasará cuando cambie el gobierno y la conformación de las cámaras sea distinta? ¿Qué postura tienen los "presidenciables"? Algunos ya demostraron su postura, otros se escabullen o "cumplen" frente a la pregunta pero tienen sus tropas trabajando...
¿De dónde sale esta cifra de 500.000 abortos clandestinos? Simple, está inventada.
El lobby abortista argentino usa la cifra de 500.000 abortos desde 2007. Sus iniciadoras lo diseñaron tomando la cifra del total de mujeres ingresadas con infecciones o sangrados ginecológicos de todo tipo (sin relación con el aborto provocado), lo multiplicaron por 7 y declararon que esa era la cifra de abortos clandestinos.
Además de que ese método de cálculo es absurdo (utiliza sangrados por mil causas distintas y abortos involuntarios e infecciones ginecológicas de otros tipos para "reconvertirlos" mágicamente en abortos ilegales) las cifras del vecino país Uruguay muestran cómo los abortistas inflan los números una y otra vez sin ningún respeto por la lógica ni las matemáticas.
Aprendiendo del caso de Uruguay
En 2003, el doctor Leonel Briozzo, apóstol del aborto en Uruguay y hoy su responsable nacional de Salud, declaraba en una comisión del senado que había 150.000 abortos clandestinos en el pequeño país de 3.400.000 habitantes. A inicios de 2013 se legalizó el aborto en Uruguay con una ley prácticamente de aborto libre y en un año se realizaron 6.600 abortos (una masacre): esa es la cifra real con el aborto legalizado... con el aborto ilegal, evidentemente, eran menos.
Si Uruguay mata legalmente a 6.600 seres humanos en el seno materno al año, Argentina, con 12 vecesmáspoblación, debería producir 12 veces más abortos: es decir, 79.200 abortos... muy lejos de los 500.000 inventados por el lobby local.
Pero puesto que en la Argentina es ilegal, difícil de conseguir y socialmente cuestionable, las cifras deben ser menores, y ya que en Argentina hay más población rural que en Uruguay (10% frente a un 6%) y el ámbito rural siempre aborta menos, es evidente que la cifra debe ser mucho menor a esos 79.200.
Además, ¿quién puede creerse que en Argentina, siendo ilegal el aborto, se produzca 1 por cada 80 habitantes? En Alemania se registra 1 por cada 728 (114.000), en Gran Bretaña 1 cada 270 (215.000 abortos) y en Francia 1 por cada 314 (210.000), si usamos las cifras de 2008 de estos países donde no solo es legal sino que está socialmente admitido desde hace décadas.
En cualquier caso, la cifra anual argentina de 500.000 abortos clandestinos, es absurda a la luz de los datos reales.
La otra mentira clásica: muertes maternas
"El aborto clandestino es un problema de salud pública por ser la primera causa de muertes maternas, es un reclamo de justicia social ya que las principales víctimas son las mujeres pobres y de respeto", señala el lobby.
La realidad recogida en los datos reales del Ministerio de Salud de la Nación: en 2012, por ejemplo, Argentina, con 41millones de habitantes, registró 258 muertes maternas, de las que sólo un 12,79%, es decir 33, tenían que ver con el aborto... y eso incluye las complicaciones ligadas a abortos naturales e involuntarios. En tanto, 48.129 mujeres murieron por problemas del sistema circulatorio, pero eso no parece preocupar a nadie.
Que los datos sean públicos y accesibles no impide a la propaganda abortista hablar de que "cada año mueren en Argentina, según estadísticas oficiales, 100 mujeres por prácticas de abortos clandestinos e inseguros".
Y Página12 no es el único medio pro-aborto. Por ejemplo, el diario argentino Diario de Paraná el 1 de Enero de 2008 publicó: “Se estima que en la Argentina se producen 600.000 abortos por año, y en su conjunto constituyen una de las principales causas de muerte materna. De 100.000 mujeres que se practican un aborto, entre 350 y 400 mueren en el quirófano” (Eso daría 2.400 mujeres muertas por aborto, cuyos cadáveres desaparecen mágicamente… cosa que no sucede en el mundo real. Como hemos visto, la realidad de 2012 fue de 33 muertes, no 2.400).
Otra mentira: ¿más anticoncepción es menos aborto?
El lobby abortista en Argentina utiliza en 2014 la consigna de los años '80 y '90 en España: "Educación sexual para decidir, Anticonceptivos para no abortar, Aborto legal para no morir"
¿Más anticoncepción significa menos aborto? No tiene porqué, y más bien se da lo contrario.
Un repaso a una breve historia del aborto en España (donde se pasó de unos 15.000 casos clandestinos a unos 118.000 legales) lo demuestra. Un estudio del equipo Daphne (un lobby farmacéutico y anticonceptivo español) asegura que en 1997 usaban anticonceptivos el 50% de las españolas. Pese a eso, se produjeron 49.500 abortos provocados legales. En 2006, según el mismo equipo, ya usan anticonceptivos el 80% de las mujeres en España: pese a eso, y pese a que ese año se repartieron 500.000 píldoras "del día después", se realizaron 112.000 abortos en clínicas y hospitales.
Desde que el aborto es legal en España, las cifras oficiales arrojan la espeluznante estadística de más de 1.800.000 asesinatos intrauterinos y un porcentaje año tras año mayor de mujeres que lo practican.
¿Y qué políticos se creen estas cifras?
Los políticos argentinos que están repitiendo y apoyando estas cifras absurdas ajenas a la realidad son los siguientes, que han firmado a favor de la "Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito". Si los datos reales les importan tan poco para gestionar el aborto, cabe suponer que tampoco les interesen mucho los datos reales a la hora de legislar cualquier otro tema.
Oficialistas: Adela Zegarra, Juliana Di Tullido, Diana Conti, Adriana Puiggros, Araceli Ferreira, Andrea García, Horacio Pietragalla Corti, Mónica Gutiérrez, Héctor Recalde, Jorge Rivas, Gloria Bidegain, María del Carmen Bianchi, Edgardo Depetri, Silvia Scotto, Leonardo Grosso, Mario Oporto, Gastón Harispe, Remo Carlotto, Liliana Ríos, Verónica Magario, Ana Gaillard, María Eugenia Zamarreño, Liliana Mazure, Hernán Avoscán, Josué Gagliardi, Jorge Barreto, Gladys Soto y Mara Brawer.
Nuevo Encuentro: Carlos Raimundi, Carlos Heller y Juan Carlos Junio. UCR: Manuel Garrido, Miguel Bazze, Eduardo Santín, Fabián Rogel y Enrique Vaquié.
Socialistas: Juan Carlos Zabalza, Alicia Ciciliani, Omar Barchetta, Elida Rasino, Ricardo Cuccovillo, Gabriela Troiano y Roy Cortina
Unidad Popular: Claudio Lozano, Víctor De Gennaro y Antonio Riestra.
GEN: Margarita Stolbizer, Virginia Linares y Fabián Peralta
Frente de Izquierda: Nicolás del Caño, Néstor Pitrola y Pablo López
Frente por la Inclusión Social: Ramona Pucheta
Pro: Laura Alonso
Libres del Sur: Victoria Donda
Proyecto Sur: Alcira Argumedo
Frente UNEN: Carla Carrizo.
[Fuentes: Argentinos Alerta / Religión en Libertad / Propias]