[2011] - Con la presencia de destacados panelistas y ante una sala colmada de
público, entre el cual se hallaban vecinos de la Zona Norte comprometidos con la
defensa de la vida, como los integrantes de Red San Isidro, se realizó el martes
29 de Marzo minutos después de las 16:00 en el Anexo del Senado
de la Nación [Solís 125, 4º piso] una jornada referida al "Día del Niño por
Nacer", que se celebró el 25 de Marzo.
Además del
interés que suscita este tema y de la creciente visibilidad que se detecta en la
sociedad, la consideración de la vida intrauterina y su defensa, no tuvieron
cabida en el Senado de la Nación en la última sesión ni la tendrá en las
próximas, por lo que el encuentro realizado no tuvo a los legisladores como
protagonistas -a excepción de la senadora Liliana Negre de
Alonso, la diputada Cynthia Hotton y un par de
diputados que asistieron-, sino a la misma sociedad, representada por
prestigiosos hombres de leyes, médicos y actores sociales de probado compromiso
con la vida.
La actividad se inició con las palabras de bienvenida de la Lic.
Hotton quien, luego de agradecer las adhesiones y
colaboraciones, dio introducción a las exposiciones instando a un trabajo de
conjunto en favor de la vida dentro del vientre materno.
Seguidamente, se
sucedieron las intervenciones de los panelistas, de los cuales destacamos
algunos de los valiosos y contundentes conceptos, muchos de ellos para nada
novedosos, aunque sistemáticamente ignorados por quienes buscan imponer a toda
costa, la cultura de la muerte.
Entre los puntos abordados por el Dr. Jorge R. Vanossi,
presidente de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, estuvo
el referido al protocolo de la Convención de CEDAW (Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer) un recurso al
que los países podían adherir o no y que la Argentina rechazó en gobiernos
anteriores, pero que dio curso favorable en la gestión
Kirchner. El protocolo, en definitiva, se materializa como una
justificación para imponer normas a favor del aborto (que se interpreta como un
"derecho" de la mujer) y hasta cuestiona la celebración del Día de la
Madre.
Por su parte el Dr. Gregorio Badeni,
vicepresidente de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales, señaló
que, desde un enfoque político, la defensa de la vida se traduce como el respeto
por la dignidad, la libertad y el progreso de la persona.
"En
todo régimen democrático existe un deber fundamental que es el de preservar el
derecho a la vida y el desarrollo natural de ese derecho. Esta conclusión no es
novedosa. Si nos remitimos a nuestros antecedentes más remotos veremos que esto
ya estaba. El decreto de seguridad individual de 1811 expresaba que toda persona
tiene un derecho sagrado a la protección de su vida", expresó.
"Dalmacio Vélez Sárfield cuando redacta el Código Civil señala
que la vida comienza en el instante mismo de la concepción. Esa era la idea
dominante de ese momento, en 1860. Y esta convicción fue reforzada en 1994
cuando se incorpora a la Constitución Nacional la obligatoriedad del Congreso de
proteger al niño de toda situación de desamparo desde el
embarazo."
Como el derecho a la vida y el resto de los
derechos de una persona surgen con la vida misma, el niño por nacer ya goza de
esos derechos y los mismos deben ser protegidos. "Es por ello
que -expresó el Dr. Badeni-, un niño
goza del derecho a la defensa, y en cualquier circunstancia. El Estado debe, en
consecuencia, garantizar la satisfacción de ese derecho."... "Hay jurisprudencia
-dijo- que reconoce el derecho a recibir una cuota alimentaria por el hijo aún
no nacido. Y hasta se ha reconocido que existe el derecho a una indemnización
cuando es asesinada una mujer y el niño que lleva en su seno, distinguiendo a
una persona de otra".
Finalmente, el Dr.
Badeni, mencionó que a causa del materialismo imperante lo que
no vemos no existe, y la tortura y muerte de una persona que aún no nació, no
son consideradas por quienes apoyan el aborto.
Seguidamente el Dr. José Navia, vicepresidente de la
Academia Nacional de Medicina -institución nacida en 1822-,
enfatizó en su exposición el carácter científico que reviste la defensa de la
vida, ya que la simple observación de laboratorio permite comprobar el impulso
vital autónomo de un embrión. Ya en 1994 la Academia hizo una
clara declaración que mencionó -como si fuera necesario- que la vida comienza
con la concepción.
"Terminar con una vida humana incipiente
es inaceptable. Siendo el derecho a la vida el primero de los derechos
personalísimos, toda legislación que autorice el aborto es una negación a estos
derechos y, por lo tanto, a la medicina misma", señaló contundente
del Dr. Navia.
Abordando un punto que luego sería
extensamente incluido por el Dr. Andruet, el Dr.
Navia anticipó la necesidad de una legislación adecuada para
los más de 15.000 embriones congelados que ya hay en el país.
"Son argentinos y nadie hace nada por ellos",
dijo.
"La Academia Nacional de Medicina considera que el niño
por nacer científica y biológicamente es un ser humano cuya existencia comienza
en el momento de su concepción y desde el punto de vista jurídico es un sujeto
de derecho como lo reconoce la Constitución Nacional".
El
Dr. Pedro I. Barcia, presidente de la Academia Argentina de
Letras y vicepresidente primero de la Academia Nacional de Educación, con su
entusiasta estilo personal -muy comentado posteriormente-, explicó que la
cultura de la muerte tuvo su expresión en el siglo XX y su continuidad en el
XXI. Luego de definir el abundante sinsentido de las acciones sin una finalidad
concreta como parte de este tiempo, recordó distintos hechos de
violencia más o menos recientes protagonizados por jóvenes. "Estos jóvenes no
tienen conciencia de sí mismos, de sus valores, aunque tal vez sí tengan
conciencia de sus defectos. Esto viene acompañado de un gran relativismo, un
abandonismo (no hacer esfuerzos), que serán caldo de
cultivo para la negación de la vida.", señaló.
Al comparar
la brutalidad de los que cortaban orejas a indígenas en el sur argentino para
cobrar por ello demostrando que los habían matado, y la supuesta humanidad que
busca demostrar un aborto en condiciones de asepsia en una clínica bien
equipada, el Dr. Barcia sentenció que "la
brutalidad ha sido dejada de lado pero la muerte no".
"Hay una
vieja palabra que deberíamos recuperar, la que definía a los niños expósitos.
¿Qué quiere decir expósito? Expuesto, el que no tiene techo, el abandonado para
que lo críen. Y no hay mayor expósito que la persona indefensa que aún no ha
nacido."
Luego de desgranar la cínica definición de la
expresión "Interrupción voluntaria del embarazo", el Dr. Barcia
relató su experiencia personal en torno del aborto. Según contó su madre, que
trajo al mundo a 7 hijos, se expresó claramente a favor de la vida cuando su
médico le dijo que debía elegir continuar o no con su embarazo de riesgo. La
firme convicción de que la vida merece ser respetada, le hizo ignorar tal
condicionamiento y Pedro Barcia logró nacer, estudiar,
progresar en su especialidad, formar una familia y gozar del respeto de
muchos.
El último panel académico estuvo conformado por Dr. Eduardo Julio
Pettigiani, Vicepresidente de la Suprema Corte de Justicia de la
Provincia de Buenos Aires y por el Dr. Armando Segundo Andruet,
Ministro del Tribunal Superior de Justicia de la Provincia de Córdoba, quienes
abordaron pormenorizadamente aspectos jurídicos de la defensa de la vida por
nacer y los proyectos presentados en el Congreso referidos a embriones
congelados.
A su turno, Diana Castillo,
titular de Grávida, en una breve pero contundente exposición, puso el
centro en su cotidiana cercanía con la vida. Grávida, señera institución que
acoge a mujeres en riesgo de abortar para acompañarlas y ayudarlas a comprender
el valor de la vida que llevan en su seno, funciona desde
1993.
"Dios nos concede ese gran privilegio que es ver cómo la alegría
de la vida prima sobre toda tragedia humana cuando hay corazones que se
encuentran -dijo Castillo-,
corazones que buscan el bien, que apuestan a la vida. Me interrogué mucho sobre
nuestra participación en esta celebración. ¿Qué podíamos traer nosotros desde la
simpleza de acompañar la vida, desde un trabajo que nos proponemos que sea
silencioso, respetuoso de cada realidad, de cada historia que se nos confía?.
'Vaya y cuente -le dijo Carmiña, de 18 años,
violada desde los 7- que si Juan Diego no hubiese llegado a mi me
hubieran violado eternamente. Vaya y cuente que este hijo fue quien me rescató'.
'Siento que por primera vez soy importante para alguien -le dijo
Elena de 16 años con un hijo de un año-, que es mi
hijo Matías'."
"¡Cuánto por hacer gente!
¡Cuántos talentos para poner en marcha, cuánto por hacer para que el Niño por
Nacer no quede en una entelequia! En Grávida entendemos la ayuda como un camino
de promoción y desarrollo integral para esa mamá que llega con infinitos dolores
y signos de hostilidad, con marcas que parece que va a ser imposible borrar y,
sin embargo, en su maternidad encuentra que su hijo la revaloriza y encuentra
gente que confía en ella.", concluyó Diana Castillo.
Luego
de los breves testimonios de los cantantes César “Banana”
Pueyrredon y Donald C. Mc Cluskey -que incluyeron para
sorpresa fragmentos de canciones a capella de ambos- la senadora nacional Dra.
Liliana T. Negre de Alonso agradeció a la Universidad Austral
por la colaboración recibida para el encuentro y señaló "el desafío
de continuar con el empeño de concientizarse a favor de la vida. Invito a todos
a 'enamorarnos de la vida' para poder contagiar ese estado maravilloso al
espíritu de nuestros jóvenes."
"La vida humana
es concreta y es un continuo que debemos proteger en todo tiempo, en todo lugar
y en toda circunstancia. Entre los pesares más desgarradores de nuestro tiempo
se encuentra la pérdida del sentido trascendente de la persona humana y el
olvido de su genuina dignidad que arrastra a los hombres a la esclavitud de sus
propias obras y proyectos. Esclavitud de la que sale con el abrazo a la cultura
de la vida".
"La política es maravillosa, es darse y servir a los demás, no
aprovecharme del cargo que ejerzo sino que lo debo a la comunidad. El problema
somos los hombres de la política. Este año tenemos una gran oportunidad. Que
este evento, en este lugar, en la casa de todos los argentinos, nos tiene que
llevar a meditar y a pensar: somos ciudadanos con mayúsculas una sola vez cada
dos años en este sistema."
"Debemos pensar y exigir en
quienes defienden la vida desde la concepción y hasta la muerte natural, y los
políticos tenemos la obligación no sólo de rendir cuentas, sino de aclararles a
los ciudadanos qué pensamos sobre estos temas para la sociedad. Ese es nuestro
deber de ciudadanos", señaló la legisladora.