Mientras el gobierno socialista que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero se empecina en legislar en contra de la vida, imponiendo caprichosas -aunque no novedosas- argumentaciones a favor del asesinato intrauterino, con el inicio del nuevo año entró en vigencia en España una de las leyes antitabaco más estrictas del mundo: Prohíbe fumar en bares, restaurantes, discotecas y en la gran mayoría de los espacios públicos, incluidas las inmediaciones de escuelas, hospitales y parques infantiles.
Las áreas donde está prohibido fumar se suman a las que estaban vigentes a partir de la norma de 2006, que se refería a lugares de trabajo, transporte público y comercios.
El cartel de "prohibido fumar" se aplica también en los patios de los colegios o los recintos hospitalarios. Tampoco hay zonas de fumadores en los lugares de trabajo, hoteles o aeropuertos. Las violaciones de la ley están penadas con multas de entre 30 y 600.000 euros (entre 40 y 800.000 dólares).
¿Será acaso que el dinero está de por medio en todo? Al menos eso podría ser si se tiene en cuenta el fuerte lobby que ejercen laboratorios multinacionales y organizaciones antivida para que se promueva el aborto y el consumo de anticonceptivos (además de las "convicciones" del gobierno de Zapatero a favor de semejante práctica). Por otra parte, debe considerarse algo que se sabe con certeza: el consumo de tabaco provoca enormes problemas en la salud pública y el mundo laboral que, de distinta forma, afectan la economía ibérica.
Según trasciende, como la ley del 2006 en contra del consumo de tabaco no se cumplía estrictamente, el gobierno socialista decidió endurecerla de forma drástica, y el Parlamento aprobó la nueva norma poco antes de Navidad.
El cigarrillo queda prohibido en todos los espacios cerrados de acceso público. Aunque para no arruinar la celebración del Año Nuevo dependientes de la nicotina, se decidió que la ley entrara en vigor un día después.
"Me parece una vergüenza que ya ni siquiera haya salas de fumadores'', se indignaba un fumador que estaba pasando frío a la entrada de un céntrico bar en Madrid. Y también hay tensión en los hoteles: "Calculamos unas pérdidas del 10% y la reducción de hasta 150.000 puestos de trabajo", dijo el vocero de la Federación Española de Hostelería (FEHR).
Sin embargo, el gobierno espera que gracias a la nueva legislación 3.000.000 de personas dejen de fumar en los próximos años. "Esta es una de las medidas de salud pública más importantes de los últimos años", dijo el cardiólogo Víctor López, cofundador del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT). ''Sin duda, salvará vidas".
En España mueren anualmente unas 50.000 personas a causa del consumo de tabaco. Entre ellas se calcula que pierden la vida unos 5.000 fumadores pasivos. Pese a las prohibiciones vigentes hasta la fecha, el porcentaje de fumadores entre la población había subido un punto hasta un 35%. La media europea es de un 29%. Por otra parte, según cifras oficiales brindadas el 13 de Diciembre de 2010, en establecimientos autorizados para implementar "interrupciones voluntarias de embarazos" (asesinatos intrauterinos) murieron 111.482 españoles... antes de nacer en el 2009.
Entre las escasas excepciones a la nueva ley antitabaco se encuentran las cárceles y las clínicas psiquiátricas, donde podrán ser habilitadas salas de fumadores. Los hoteles sólo podrán ofrecer un máximo del 30% de sus habitaciones para fumadores.
De todas maneras, las autoridades consideran que llevará tiempo que la gente se acomode a la nueva norma. "Llevará cierto tiempo; los hábitos no se cambian en un día", reconoció la ministra de Salud, la socióloga Leire Pajín Iraola.
[Fuentes: DPA / Propias]