Hace ya cinco años un grupo de amigos instituyó el 19 de Julio como el "día del pequeño gran gesto", y proponen realizar una actividad solidaria que mejore la vida de los otros. Una de las numerosas actividades solidarias, es la iniciativa de los chicos del Colegio Martín y Omar, de San Isidro, que con las lanas que les donó una empresa tejieron mantas, gorros y bufandas para 50 familias.
Cada quien puede sumarse como quiera. Sólo se pide un gesto, silencioso, que transforme la vida de los demás y que, en consecuencia, cambiará la de quien lo realice.
La iniciativa nació como homenaje, después del fallecimiento de Enrique Götz, un hombre muy querido que siempre motivó a sus allegados para que mejoren la vida del prójimo. "Hagámoslo. Ese pequeño gesto hará que mañana el mundo sea un poquito mejor", insistía. Por eso, sus palabras se convirtieron en el lema de esta cruzada. Cada año, la propuesta crece en cantidad de seguidores y también en lugares donde se practica.
La cadena de acciones solidarias ya llega a todo el país y se multiplica por 27 países más.
Tienen tres embajadores de lujo en el interior: el padre Chifri, en el Norte; el médico Abel Albino, de la Fundación Conin, en el centro, y Marcos Oliva Day, de Conociendo Nuestra Casa, en el Sur. Y cuentan con diez embajadores en el exterior que multiplican la iniciativa.
Más de 1700 personas dejaron su testimonio en www.dibujaunasonrisa.org y en sonrisas@dibujaunasonrisa.org y un centenar de empresas e instituciones se sumaron, dentro de esta campaña, para trabajar por una sociedad más justa y humana.
Otra de las características de la acción de este año es que quienes fueron beneficiarios en años anteriores hoy son benefactores.
Como ejemplo, citaron la iniciativa de las madres del Centro ACER, que la Fundación Conin inauguró para el "día del pequeño gran gesto" hace tres años. Allí bordan remeras que les fueron donadas y que luego serán repartidas entre quienes las necesitan.
Las iniciativas son de lo más heterogéneas y se extienden por todo el país: en el Sur, a la clásica limpieza de playas de Puerto Deseado, este año se sumó un equipo de buzos que limpiaron el fondo marino.
Todos podemos sumar nuestro pequeño gran gesto. Sólo hay que descubrir cómo ayudar a los demás para hacer del mundo un lugar mejor.