Marcela Barros creó la asociación "Desear Escuchar", y desde San Isidro proveen de audífonos y pilas a niños sin recursos que necesiten de los mismos.
"Hay dos maneras de mirar la vida. Imaginate que tengo en mi mano dos audífonos, pero en realidad necesito diez... ¡Me faltan ocho! Y cada uno de esos audífonos es un niño que no puede oír -explica la profesora Marcela Barros-entonces, puedo desesperarme y decir ¡Dios mío, sólo dos audífonos. ¡Es nada! O bien aceptar las posibilidades que me brinda la realidad y pensar: ¡Tengo dos audífonos! Les voy a poder solucionar el problema a dos chicos... ¡Vamos bien! ".
Marcela Barros estudió el profesorado de Sordos y Perturbados del Lenguaje, en la Universidad del Salvador, y desde 1978 está dedicada a la rehabilitación e integración de niños y ancianos con problemas auditivos. En marzo de 2002 fundó la Asociación Desear Escuchar, que provee audífonos y pilas a niños sin recursos.
"La experiencia me dice que al vivir así uno desarrolla una extraordinaria vitalidad mental y lo que se quiere, si es un bien para todos, tarde o temprano se hace realidad. Me encanta hacer cosas, ser madre, esposa, rehabilitadora, jugadora de tenis, viajera, conferenciante, alumna, porque nunca termino de aprender. Soy pedigüeña de audífonos y pilas, incansable, para que la gente los done".
¿Cómo se advierte si un bebe tiene problemas auditivos?
Desde el nacimiento hasta los 4 meses, cuando no se asusta ante los ruidos y si no se tranquiliza al oír la voz de su madre. De los 5 a los 6 meses, porque no imita ruidos (a su manera) ni realiza balbuceos. De los 7 meses al año, cuando no reconoce su nombre ni localiza los ruidos correctamente. Incluso, si no comprende expresiones simples como hola, chau. De los 13 a los 15 meses, cuando no señala lo que se le pide, sean objetos o personas familiares. De los 15 a los 18 meses, porque no puede seguir indicaciones sencillas sin ayudas gestuales. Se comunica sólo con gestos y muy pocos sonidos. Finalmente, de los 19 meses a los 2 años, cuando tiene un lenguaje inteligible, no utiliza palabras y no señala las partes de su cuerpo cuando se las indican.
-¿Cuál es la mejor forma de hablarle a un hipoacúsico?
En primer lugar, ser muy natural, esto es importante porque crea confianza. Después, recuerde que algunos hipoacúsicos escuchan con sus audífonos o con un implante, y que otros necesitan mirar la boca para hacer la lectura labial. Hable de frente para facilitar la lectura labial vocalizando bien, pero sin gritar ni exagerar. Hable pausado, sin usar palabras sueltas. Si no lo entiende, repita el mensaje usando un vocabulario más simple. Si se trata de un sordo gestual y no conoce el lenguaje por señas, manéjese con la palabra escrita. Cuando estén conversando en grupos es importante no hablar todos juntos y respetar los turnos para hacerlo.
-¿Cómo nace Desear Escuchar?
En 2001, año de la gran crisis financiera, estaba en Roma y decidí visitar el Vaticano porque tenía ganas de ver La Piedad, de Miguel Angel. Cuando la contemplaba extasiada sentí a mis espaldas que una voz femenina me preguntaba si yo era argentina. Respondí que sí y, al darme vuelta, me encontré con una mujer joven. Nos pusimos a conversar, fuimos a tomar un café y después a cenar. Era abogada y aproveché para contarle mi preocupación porque la crisis, con la devaluación del peso, había hecho que los audífonos fueran casi inalcanzables para la gente con pocos recursos. Nos separamos con la promesa de volver a vernos en Buenos Aires. Cuando nos reencontramos, me dijo que tenía buenas noticias para mí, porque trabajaba para una gran empresa que, a causa de la devaluación, había decidido destinar una parte de sus ganancias para obras de bien público. Con la ayuda de ese dinero fundé Desear Escuchar y hasta el día de hoy hemos entregado alrededor de mil audífonos a niños y ancianos.
-¿Qué la preocupa en este momento?
Lo de siempre, cómo voy a hacer para conseguir los audífonos y las pilas que me hacen falta para que mis niños puedan oír. En eso tengo concentrada toda mi atención y energía... ¡Ya van a aparecer!.