Esta semana, el Hogar de Tránsito del Niño Jesús [Virrey Vértiz 1794, Villa Adelina] fue destinatario de la entrega de distintos elementos médicos pediátricos, donados gentilmente por el Rotary Club de Villa Adelina, los cuales estaran destinados, a formar un pequeño consultorio, para la atención primaria de los niños que allí viven.
La donación se trató concretamente de una balanza para pediátrica de 0 a 150 Kg. con altímetro Marca Cam., un Otoscopio Marca Heine Alemán, una camilla pediátrica Marca Segalini, un tensiómetro pediátrico marca Wellch Allin Usa.
Los mismos serán utilizados en la sede de la Fundación del Hogar formando un pequeño consultorio, para la atención primaria de la salud de los niños que se encuentran bajo el cuidado de esa entidad y el seguimiento pediátrico que estará a cargo de la Dra. Fabiana Ayala, quien gentilmente y desinteresadamente acudirá una vez por semana para llevar un control de la salud en los niños que se alojan en el hogar.
En 1985 la Fundación comenzó su tarea con una casa, situada en Villa Adelina. Los años transcurrieron y esta sola casa fue quedando chica para tanto amor. Así, con mucho trabajo y esfuerzo diario, nacieron San Andrés y la Granja, dando, además, la posibilidad de continuar el trabajo con adolescentes.
Muchos de los chicos han logrado grandes cambios desde su llegada a los "brazos" del Hogar. Cambios en su conducta, progresos emocionales, ideas de nuevos proyectos en sus vidas, preocupación y responsabilidad por su futuro.
Convertirse en personas felices es un gran proceso que se va logrando día tras día, de la mano del crecimiento individual y de relación con el grupo, y es muy particular a cada uno de los chicos.
Pero a pesar de cuan largo pueda ser el camino de recuperación, van sabiendo y demostrando que la esperanza, van reconfortado y reanimado su interés por crecer y enfrentar el futuro.
El Hogar de Villa Adelina recibe a los niños más pequeños: de 2 a 4 años, quienes permanecen hasta la adolescencia. El cupo máximo de niños es 20, de esta forma se logra una mejor atención y cuidado sobre cada individuo. Cuando un niño o niña llega por primera vez al Hogar lo recibimos con mucha alegría y contención. Y a su vez despedimos con doble alegría al que se reintegra a su grupo familiar o encontró brazos solidarios de familias que acoge a un niño o grupo de hermanitos. La llegada de un nuevo integrante es un momento muy importante y de gran adaptación.
Se comparte la vida entre niños y niñas e intentamos que las heridas vayan cicatrizando a través de juegos, caricias y creación de hábitos sanos. La higiene personal, el aprendizaje de diversas habilidades, el estudio, pasan a ser, de a poco, rutinas virtuosas.
Durante su permanencia en el Hogar concurren a distintas escuelas, tanto de gestión privada como estatal. Una vez por semana nos visita el médico para controlar la salud de todos. Cubriéndose todas las necesidades de apoyo terapéutico, psiquiátrico o neurológico. También reciben atención odontológica, como forma de integración social y aprendizaje de sus derechos.
Algunos niños van a la escuela por la mañana mientras que otros lo hacen por la tarde. Dependiendo de eso, el tiempo que están en el Hogar se aprovecha realizando apoyo escolar. Un vez completo los deberes de la escuela tienen un tiempo de recreación y esparcimiento. Algunos juegos habituales son: hamacas, escaleras, sogas, árboles para trepar, casitas para las hormigas y caracoles, plantar semillas en el jardín y cualquier otra actividad que proponga creatividad y contacto con la naturaleza.
Las plazas los reciben con alegría y la calesita integra algún momento del día. También salen a la vereda y dan vuelta manzana en bicicleta bajo la atenta mirada de los voluntarios. No falta tampoco la corrección educativa, para lograr construir un marco de referencia que les permite una mejor socialización y desarrollo.