Mauro Boselli, delantero de Estudiantes, participó de la inauguración de un potrero en el Barrio La Cava, donde jugó y aconsejó a chicos de la zona. Lo mismo hizo, en hockey, la leona Mercedes Margalot.
La iniciativa fue del "Programa Potreros", organizado por las fundaciones DAD y HUASI –apoyado por una marca de indumentaria deportiva- con el objetivo de fomentar el deporte como herramienta para el desarrollo y la inclusión social de los chicos de barrios de bajos recursos.
La inauguración estuvo a cargo del intendente de San Isidro, Gustavo Posse, y presenciaron el momento funcionarios de las fundaciones ya nombradas, las cuales están a cargo de desarrollar las actividades en el nuevo potrero. La nueva cancha es de pasto sintético de 36 x 18 m2 con tratamiento UV, en la cual se podrá practicar tanto fútbol como hockey.
Acerca de DAD
En San Isidro, concretamente en La Cava, gracias al trabajo de la Fundación DaD (Desarrollo a Través del Deporte), cientos de chicos y jóvenes encuentran en el juego y el acercamiento mutuo, un medio para abandonar la marginación y elegir un camino de desarrollo.
Todos, alguna vez, nos hemos entregado al disfrute de hacer deporte: el juego compartido nos da el inigualable placer de lo lúdico y un estímulo vital para nuestro cuerpo.
Pero el deporte puede canalizar propósitos más edificantes y generosos que los personales si hay quienes saben y quieren utilizarlo. En la niñez y en la juventud no hay actividad que nos iguale y nos acerque con tanta potencia.
El escenario del punto de partida era complejo: el barrio más pobre enclavado en el más rico. El desafío, torcer la discriminación mutua hacia una integración que parecía utópica. La idea prendió con rapidez entre los chicos y chicas del barrio, con el acicate del deporte: fútbol, para los varones, y más tarde, hockey, para ellas.
Por las tardes y hasta la noche, el primer hogar fue la Plaza 12 de Octubre, pero el crecimiento lo trasladaron a un campo municipal, en Beccar. Aquí también el juego es una excusa; se persigue el real acercamiento de los jóvenes con un entorno que siempre había sido hostil. El estímulo hacia el estudio es central: del desinterés se pasó a una deserción escolar cero en los primeros grupos.