En la tarde del 19 de Abril entregó su alma a Dios el Cardenal Alfonso López Trujillo, quizás el discípulo más fiel Juan Pablo II y de Benedicto XVI en el anuncio del Evangelio de la Vida. Había nacido el 8 de Noviembre de 1935 en Villahermosa, Colombia.
Al trabajo del Cardenal López Trujillo en estos casi 18 años al frente del Pontificio Consejo para la Familia, sin duda le debemos las múltiples y variadas iniciativas en defensa y promoción de la vida y la familia que hoy se desarrollan por todo el mundo.
Desde que se hizo cargo de la Presidencia de ese Pontificio Consejo en 1990 comenzó a promover una gran movilización provida y profamilia. Las reuniones y congresos que impulsó a lo largo y a lo ancho de todo el mundo, como por ejemplo, los Congresos de Movimientos Pro Vida y de Legisladores y Políticos, inspiraron iniciativas y estimularon -sacudiendo la pasividad de muchos- numerosísimos trabajos.
Recuerdo que en 1992 nos convocó a un grupo de sacerdotes de varios países de América en Monterrey (México), su objetivo era que, contando con la ayuda de Dios, tratáramos de que en las estructuras eclesiales se impulsara una verdadera pastoral para promover el valor de la vida humana y la familia, en todos los ámbitos de la sociedad, sin “endulzar” la verdad ni intentar imposibles componendas.
Tenía la certeza que para promover y defender los derechos de la persona y los derechos de la familia no bastaba la acción pastoral “hacia adentro” sino que había que influir -formando, presionando y denunciando- en el ámbito político.
Sin ahorrarse incomprensiones, sinsabores ni heridas, que las consideraba como el riesgo normal de quien combate esta batalla -repitiendo con San Pablo, “pelea el buen combate de la fe”-, no bajó los brazos un solo instante.
"Fue un enorme luchador por la fe, siempre quiso mantener la autenticidad de la verdadera fe y la defendió con palabras y con hechos", dijo esta noche el Cardenal Darío Castrillón Hoyos, Presidente de la Comisión Ecclesia Dei, añadiendo, “defendió los valores cristianos de la vida ante los parlamentos de muchas naciones católicas y no católicas, defendió intrépidamente el derecho a la vida".
Hace unos días, cuando nadie preveía este desenlace, con unos amigos le comentamos que había quienes pensaban que cuando él no estuviera al frente del Pontificio Consejo para la Familia, nosotros dejaríamos de trabajar. “Jamás”, nos respondió, “sigan adelante en cualquier circunstancia, nuestra adhesión es a la Verdad, no a una persona”.
En 2003, internado en un hospital a causa de su deficiencia bronquial, su sufrimiento era evidente, alguno se compadeció. El Cardenal López, cuando pudo hablar le dijo, “no te preocupes son carezze di la Madonna” (caricias de la Virgen). Hoy, Alfonso López Trujillo, seguramente recibió ya, en el Cielo, una gran caricia de la Santísima Virgen.
-> Juan Claudio Sanahuja
El Consejo Pontificio para las familias
El Consejo fue instituido por Juan Pablo II el 13 de Mayo de 1981 y le compete la aplicación de las enseñanzas y orientaciones del Magisterio eclesiástico para ayudar a las familias cristianas a cumplir su misión educativa y apostólica. Y además, promueve y coordina los esfuerzos pastorales relacionados con el problema de la procreación responsable, y anima, sostiene y coordina las iniciativas en defensa de la vida humana en todos los estadios de su existencia, desde la concepción hasta la muerte natural.
Otros argumentos de los que se ocupa son: educación sexual, demografía, anticoncepción y aborto; esterilización, ingeniería genética y diagnosis prenatal; homosexualidad, y problemas éticos y pastorales relacionados con el SIDA y otros problemas de bioética; legislación sobre el matrimonio, la familia, las políticas familiares y la protección de la vida humana.
En la visita realizada a la Argentina en 1985 el Cardenal Alfonso López Trujillo presentó durante las jornadas “Desafíos de la cultura actual para el matrimonio y la familia”, organizadas por la UCA el libro “Lexicon. Términos ambiguos y discutidos sobre familia, vida y cuestiones éticas”. Es un diccionario que define claramente 98 voces, entre conceptos y expresiones usuales, que inducen a equívoco respecto de la vida y la familia: “interrupción voluntaria del embarazo”, “derechos sexuales y reproductivos”, “encarnizamiento terapéutico”, “género”, “libre elección (del aborto), “sexo seguro”, etc.
El Lexicón fue elaborado, a solicitud del Pontificio Consejo para la Familia, por 77 expertos de 18 países; fue editado por ediciones Palabra. El objetivo es que “se convierta en un instrumento útil para la noble y urgente causa de la familia y de la vida”, según el Cardenal López Trujillo.