El domingo en que culmina el año litúrgico la iglesia celebró la fiesta de Cristo Rey.
En las celebraciones eucarísticas del domingo 25 de Noviembre de 2007 el centro estuvo puesto en la figura de Jesús como Señor de la historia, en quien fueron creadas todas las cosas y hacia donde debe acudir toda la creación con ansias de salvación.
En la Santa Misa celebrada en la parroquia Santa Rita [Darragueira 930, Boulogne] el párroco Cristian Gramlich reflexionó sobre algunos de los aspectos más salientes del reinado del Salvador.
Fue así que citó como signo claro de la grandeza de Su reino la generosidad del amor, y por ejemplo a seguir la mediación entre Dios y los pecadores ("Perdónalos, porque no saben lo que hacen", cuando el martirio no era una posibilidad sino una concreta y dolorosa realidad).
Antes de eso, el padre Gramlich destacó que el reconocimiento de Cristo como rey no es sólo una observación de un fenómeno concreto sino, además, una circunstancia que nos afecta directamente, en tanto somos seguidores y continuadores de su obra.
La segunda lectura -Carta del apostol San Pablo a los cristianos de Colosas- pone precisamente el acento en el poder de Dios, "que nos hizo entrar en el Reino de su Hijo muy querido, en quien tenemos la redención y el perdón de los pecados", para poner de relieve la grandeza de Cristo diciendo que "Tronos, Dominaciones, Principados y Potestades: todo fue creado por medio de él y para él. Él existe antes que todas las cosas y todo subsiste en él".
La homilia también incluyó un anticipo de lo que será el año próximo que estará dedicado ampliamente a abordar el concepto del Reino de Dios, como este año que concluyó estuvo centrado en el discipulado.