Primero se les ocurrió ponerle un límite al fútbol llamado de "altura" determinando que no se podrían jugar encuentros eliminatorios internacionales si los estadios se encontraban en ciudades cuya altura fuese superior a los 3.500 metros, por lo que Bolivia quedaba marginada.
Ahora a los dirigentes de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado) se les ha ocurrido otra ridiculez y es que los jugadores no deben exhibir sus creencias religiosas durante el juego o al anotar un gol. La FIFA no quiere que se jueguen partidos muy cerca de Dios… allá en las alturas y con esta medida, acá en la Tierra. La intención es sancionar a cualquier jugador que lleve en su camiseta un lema religioso, por ejemplo "Creo en Jesús", alzar sus brazos al cielo cuando convierte un gol -dedicándole el logro al Altísimo-, y manifestar cualquier acción religiosa en el terreno de juego.
De manera que ahora la FIFA está contra las manifestaciones religiosas. Andreas Herren, portavoz de prensa de FIFA, ha declarado torpemente lo siguiente: "Lo que para unos es valioso y sagrado para otros es una provocación".
Creemos que toda manifestación religiosa es valiosa y sagrada, y siendo así, no puede ser una provocación. Pero está claro que para la FIFA no hay cosa más sagrada ni valiosa que el dinero.
Muchos futbolistas al entrar o salir del terreno de juego se encomiendan a Dios y se santiguan. No hay absolutamente nada de malo en eso, como tampoco está mal que muchos no hagan nada de eso. La fe es un aspecto personal, que merece respeto, en tanto no se llegue a extremos.
Se han visto carteles -tal vez nada frecuente y menos en la Argentina- con menciones religiosas, esperanzadoras, como expresión de confianza en que Dios ve con buenos ojos un juego limpio, que acompaña y premia eso.
Sería desagradable que en una pancarta se leyera algo como "Creemos en el poder del dinero", o simple y sencillamente "No creemos en nada". Sería lamentable, sin embargo, nada vemos de malo ni de provocativo en una leyenda como "En Dios Confiamos".
En los Estados Unidos todas las monedas y los billetes exhiben, precisamente, esa frase maravillosa, "En Dios Confiamos", "In God We Trust". Y en todo edificio Federal en Washington se hace una referencia a Dios. Eso sirve para levantar el ánimo de los creyentes aunque deje impávidos a los ateos, sin embargo, en el mismo Estados Unidos han sacado a Dios de las escuelas ¡por respeto a los ateos! Y se pretende prohibir las oraciones al inicio de cualquier evento público. Por eso la elocuente respuesta de la hija del famoso pastor Billy Graham cuando se le preguntó en un programa de televisión por qué Dios permitía sucesos trágicos como el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York y al edificio conocido como el Pentágono en Washington.
La hija de Billy Graham dijo, simplemente, que "en Estados Unidos se ha sacado a Dios de las aulas escolares, que se pretende prohibir las oraciones al inicio de los eventos públicos y que se quiere apartar a los estadounidenses de Dios, pero se clama al Altísimo cuando suceden inesperadas tragedias como la del 11 de Septiembre del 2001. Entonces -dijo- ¿Acaso no es irónico que en ocasiones se pretende alejar a Dios de nuestras vidas y cuando estamos enfrentando grandes y trágicos problemas lo queremos muy cerca de nosotros?"
En cuanto a la fe -un tema que algunos consideran tan privado que ni ejemplo de creyente dan en público- las opiniones pueden ser muy diversas, pero debe prevalecer el respeto en todas las direcciones. El ateo debe respetar las creencias y manifestaciones de los creyentes y los creyentes deben respetar la ausencia de toda religiosidad en la vida de los ateos.
Pero la FIFA ya está dando lugar a la confrontación entre los jugadores que confían en Dios y quiere prohibir toda manifestación religiosa en los campos de juego. Una ridiculez y una grosería para con aquellos jugadores que desean manifestar su amor a Dios sea santiguándose cuando entran o salen de la cancha, o elevan sus brazos al cielo cuando meten un gol… es una señal de adoración y agradecimiento a Dios.
Aquellos jugadores que quieran llevar lemas religiosos en sus camisetas que lo hagan, pues a nadie ofenden ni molestan con eso, ni con cualquier otra manifestación religiosa. Los que no quieran exhibir sus creencias, pues, que no lo hagan ya que tampoco molestan u ofenden a nadie con esa actitud. La actitud repugnante es la de los dirigentes de FIFA… Para ellos el euro y el dólar son sus únicos dioses.