Esa cuerda que los sacerdotes usan sobre el alba (la túnica blanca que visten sobre sus ropas "de calle"), se llama cíngulo y es un signo de su castidad, una virtud que remite al dominio de sí, a la capacidad de orientar el instinto sexual al servicio del amor y de integrarlo en el desarrollo de la persona. La castidad cristiana supone la superación del propio egoísmo, capacidad de sacrificio por el bien de los demás, nobleza y lealtad en el servicio y en el amor.
Para que el alba se adapte convenientemente al cuerpo del que la lleva y quede redondeada por su parte inferior sin que cuelgue por ningún lado, el sacerdote se ciñe este cordón (blanco, dorado o del color litúrgico del día), fijado primero por delante y cruzado por detrás, que vuelve a cada lado, desde donde cuelga hacia abajo lo que sobra. Ordinariamente va rematado por una borla.
Mirando al sacerdote de costado, es posible ver el cíngulo, por debajo de la casulla (1).
Espiritualmente el cíngulo recuerda, según la oración que reza el sacerdote, la necesidad de luchar contra las pasiones de la carne: "Cíñeme, Señor, con el cíngulo de la pureza, y apaga en mis carnes el fuego de la concupiscencia, para que more siempre en mí la virtud de la continencia y castidad”.
La Instrucción General del Misal Romano dice en su artículo 336: "La vestidura sagrada para todos los ministros ordenados e instituidos, de cualquier grado, es el alba, que debe ser atada a la cintura con el cíngulo, a no ser que esté hecha de tal manera que se adapte al cuerpo aun sin él. Pero antes de ponerse el alba, si ésta no cubre el vestido común alrededor del cuello, empléese el amito(2).El alba no puede cambiarse por la sobrepelliz(3),ni siquiera sobre el vestido talar, cuando deba vestirse la casulla o la dalmática, o sólo la estola sin casulla ni dalmática, según las normas."
(1) Vestimenta exterior, amplia y abierta por los costados, propia del sacerdote. Se usa sobre el alba y la estola, para el Santo Sacrificio de la Misa. Tiene la forma de una capa o poncho. Debe ser de material precioso, seda, raso y puede ser ornamentada con bordados. (2) El amito es un pequeño lienzo de lino cuadrado que, como las demás vestimentas sacerdotales, necesita una bendición para su uso. Cubra los hombros del sacerdote. (3) Vestidura blanca de lienzo fino, con mangas perdidas o muy anchas, que llevan sobre la sotana los sacerdotes y que llega desde el hombro hasta la cintura poco más o menos.