Artémides Joaquín Desiderio María Zatti, el italiano que vivió en la Argentina desde los 17 años, conocido como “el enfermero santo de la Patagonia o el enfermero de los pobres”, fue declarado santo el domingo 9 de Octubre.
La Argentina tenía dos santos. En 1999 el primero en ser canonizado fue Héctor Valdivielso Sáez (nacido en Buenos Aires en 1910 y asesinado por su condición de religioso por los republicanos en España). En 2016 fue llevado a los altares el cura José Gabriel del Rosario Brochero, incansable sacerdote que dedicó su vida a asistir física y espiritualmente a miles de personas en Córdoba.
Zatti fue beatificado por el papa Juan Pablo II en Abril de 2002, por un milagro que confirmaron 2 años antes los médicos de la Sagrada Congregación de los Santos en Roma.
En 1976, Artémides Zatti comenzó su camino hacia la canonización, en 1980 fue declarado Siervo de Dios, y Venerable el 17 de Julio de 1997.
Este hombre que dedicó sus últimos 50 años de vida a atender enfermos en Río Negro murió el 15 de Marzo de 1951.
Dirigió el hospital salesiano San José, que se erigía en el mismo lugar donde hoy está la sede del obispado de Viedma, y alcanzó a trabajar unos pocos años en el nuevo nosocomio que lleva su nombre.
Artémides Zatti nació en Boretto (Reggio Emilia) el 12 de Octubre de 1880 y escapando de la pobreza su familia emigró a la Argentina en 1897.
Enseguida a frecuentar una parroquia dirigida por salesianos, encontrando en el párroco Carlos Cavalli su director espiritual. Fue éste quien lo orientó hacia la vida salesiana, y tenía 20 años cuando entró en el aspirantado de Bernal.
Asistiendo a un joven sacerdote enfermo de tuberculosis, contrajo la enfermedad. Desde la congregación le ofrecieron la Casa Salesiana de Viedma, donde había un hospital misionero con un enfermero que oficiaba médico: el padre Evasio Garrone.
El cura invitó a Artémides a rezar a María Auxiliadora para obtener la curación y le sugirió que hiciera esta promesa: "Si Ella te cura, tu te dedicarás toda la vida a estos enfermos". Milagrosamente Artémides se curó renunció al camino del sacerdocio pero sí tomó los votos como laico consagrado y se dedicó totalmente al Hospital, donde en un primer momento se ocupó de la farmacia, pero cuando en 1913 murió el Padre Garrone, asumió toda la responsabilidad del hospital.
Fue vicedirector, administrador, enfermero apreciado por todos los enfermos y por todo el personal sanitario, que poco a poco le fue dando mayor libertad de acción.
Su servicio no se limitaba al hospital sino que se extendía a toda la ciudad, y hasta a las dos localidades situadas en las orillas del río Negro: Viedma y Patagones.
En 1950, el infatigable enfermero cayó de una escalera y fue en esa ocasión cuando se manifestaron los síntomas de un cáncer que tiempo después lo llevó a la muerte.