Aunque no era la primera vez que se reunían hombres para rezar el Santo Rosario en la Argentina, lo sucedido el sábado 28 de Mayo de 2022 en la Capital Federal, en la icónica Plaza de Mayo, tiene rasgos fundacionales.
Porque hace muchos años que sobran los motivos para estar preocupado, dolido, por la caída sistemática de la Argentina, porque hay representantes civiles, políticos y religiosos que han elegido volar bajo, cortar camino, evitar elevar la voz para defender la senda que el mismo Dios ha señalado.
Por eso, la feliz iniciativa de un grupo de laicos argentinos (porteños y de distintas provincias) de imitar lo sucedido en Polonia, Irlanda y España merece un sostenido aplauso, al igual que los que hicieron lo mismo en el mismo día en Perú, Paraguay, Colombia, Costa Rica, Ecuador o España.
Si bien fue grato ver a sacerdotes fieles a su misión pastoral participando y guiando el Rosario, como el P. Javier Olivera Ravasi o el P. Francisco Morad, mucho más impactante fue la presencia de los miles de laicos que comprendieron la importancia de este acto devocional público.
Las intenciones del rezo fueron claras: Por la protección de la familia de los ataques de ideologías anticristianas y su restitución como célula básica de la sociedad, por la Santa Madre Iglesia, por la Patria, para que la Argentina recupere la Fe y vuelva a Dios.
Muchos recordarán que en Buenos Aires, la Plaza de Mayo y sus avenidas y calles adyacentes fueron escenario hace bastante más de 50 años de jornadas gloriosas de marchas devocionales en las que familias enteras ponían sus vidas en manos de Cristo y su Santa Madre. Pero eso ya es pasado,lamentablemente.
Además de otros motivos que algunos puedan imaginar, es esa la razón de por qué la Argentina está como está. Porque se ha buscado arrancarle sus orígenes más profundos, porque hay áreas del Estado que se empecinan en paganizar toda fiesta religiosa, porque se le ha insertado la enseñanza de que la fe es un punto de vista -algo similar a la pertenencia a un club deportivo-, o peor, un acto privado de las personas, que debe permanecer en los templos o en las casas, que no hay que mostrarse católico para no ofender a los que no tienen fe o que sostienen otras convicciones.
El sábado 28 de Mayo, con impecable organización, ordenadamente, con respeto y profunda devoción más de 2.500 hombres nos pusimos de rodillas para rezarle a la Santísima Virgen, camino válido que ofrece la Iglesia Católica para llegar al Salvador del Mundo.
Había frente a la multitud, tres imágenes de advocaciones de la Virgen (Nuestra Señora de Luján, Nuestra Señora del Rosario y Nuestra Señora de Fátima) que encabezaron la procesión alrededor de la plaza y fueron colocadas luego en el altar de la catedral que se vio colmada de fieles.
Las consecuencias de este acontecimiento son difíciles de determinar, pero seguramente serán todas buenas. Habrá hombres que descubrirán esta forma de rezar y se organizarán para rezarlo habitualmente. Y aquellos que ya lo hacen se sabrán parte de un gran ejército que pone en María sus pesares y alegrías, a sabiendas de que Ella las presentará con amor de madre a su Hijo.
Al mismo tiempo, el enemigo, al ser testigo del crecimiento o recuperación de la fe católica, pondrá especial encono en sus ataques, sus ardides y su invitación a la confusión. Nada nuevo, ya que el propio Jesús lo anticipó. Siguiéndolo a Él las cosas no son más fáciles, al contrario, pero sí cobran sentido.
Junto al altar del histórico templo de más de 200 años, en menos de 3 minutos, Mñor. Héctor Aguer, arzobispo emérito de la diócesis de La Plata, expuso su diagnóstico: "La Argentina está pasando momentos difíciles, muy difíciles. ¿Cómo es posible que un país como el nuestro que puede alimentar a 100 millones de personas(*)tiene a más de 40 bajo el índice de pobreza?”
“Eso es un problema de caridad, ciertamente, de justicia, y tiene que ver con la lucidez de aquellos que advierten que eso no puede ser. El desprecio de la ley de Dios, expresado en el desprecio de la ley natural como se ha hecho aquí que se ha impuesto el 'matrimonio igualitario', el aborto y ahora hay un proyecto para legalizar la eutanasia.”
“Cada vez nos alejamos más de aquello que Dios quiere para una sociedad verdaderamente humana. Todos ustedes, queridos amigos, comprométanse a esto, a ser difusores de la verdad de la ley de Dios, que se refleja en el orden de la naturaleza humana, lo que Él ha querido para nosotros.”
“Que Dios los bendiga y les de lucidez y fortaleza para no decaer en la batalla. La batalla es contra poderes sobrenaturales. Nosotros le pedimos al arcángel San Miguel que él se ponga de nuestro lado, que encabece nuestro trabajo, nuestro combate, contra el demonio y contra la presencia del demonio que serpentea las calles de nuestra ciudad.”
“Nosotros creemos que Cristo es el rey del universo y que, unidos a Él, alcanzaremos la victoria.”
-> Alberto Mora
(*) Se calcula que la Argentina puede producir alimentos para 400 millones de personas, pero no logra alimentar al 4,5% de esa cifra. El índice de pobreza ronda un escandaloso 38%, lo que significa que alrededor de 18 de los 47 millones de habitantes son pobres.