Procesión, misa y kermesse por San Isidro Labrador
En el día en que la Iglesia Católica celebra por la santidad del humilde
labrador español Isidro y de su esposa María
en la lejana Madrid del siglo XII, se llevaron a cabo las tradicionales
actividades devocionales en torno a la Catedral.
Este domingo 15
de Mayo, a las 16:00 las antiguas imágenes de San
Isidro y de Santa María de la Cabeza nuevamente fueron
portadas en procesión por Del Libertador, Martín y Omar, Rivadavia, Belgrano y 9
de Julio, en medio de canciones, oraciones y reflexiones.
Acompañando a
las imágenes se encontraban Mñor. Oscar Vicente Ojea (75,
obispo de la diócesis), Raúl Pizarro (49) y Guillermo
Caride (60) (obispos auxiliares), Carlos Avellaneda
(67, párroco de la Catedral), Pedro Oeyen (79, párroco
emérito), Juan Pablo Jasminoy (63, párroco de Nuestra Señora de
Fátima, de Martínez), Fernando Bargalló (67, trístemente
célebre ex obispo de Merlo-Moreno descubierto en amoríos en México)
(1), el intendente de San Isidro,
Dr. GustavoPosse (59), además de funcionarios
municipales, concejales, miembros de entidades intermedias y gran cantidad de
familias.
Al momento de la homilía, Mñor. Ojea se detuvo
en la importancia del bautismo como puerta de entrada a la familia cristiana.
"No estamos más solos, estamos dentro de la familia de la Trinidad,
dentro de la familia de la Iglesia, en la cual María es
madre".
"Este gran regalo (el bautismo)
conlleva una tarea: dar fruto", señaló el prelado para luego
destacar que San
Isidro vivió su bautismo con responsabilidad, que le respondió a la
gracia de Dios, cuidó su vida espiritual porque encontraba en la oración aquello
que le daba sentido a todo. También cuidó a su familia, "el espacio
donde aprendemos a amar. Allí aprendemos a relacionarnos con los
demás".
"Cuidó en tercer lugar a los pobres. Veía en
ellos a Jesús. Desde su pobreza no le faltaba esa capacidad de guardar para los
pobres", ponderó Ojea.
"En tercer
lugar (en realidad era el cuarto) la 'hermana madre
tierra', como la llama el Papa Francisco en (la encíclica)
'Laudato Si'. En la pandemia y después de la pandemia aumentó
en el mundo la tala indiscriminada de árboles, un extractivismo sin escrúpulos
que contamina el agua." "No hemos educado en la idea de que la
naturaleza es como un baúl donde nosotros podemos sacar cualquier cosa de manera
ilimitada”
Sobre la indulgencia plenaria establecida por los 4 siglos desde la
canonización de San Isidro, Mñor. Ojea señaló
"Es una gracia especial por la que el Señor nos perdona las
consecuencias de los pecados personales y también tenemos que pedir por los
sociales (una referencia directa al hinduísta Mohandas
Gandhi). El cuidado de la oración, de la familia, de los pobres
y de la 'hermana madre tierra' es la garantía de la paz.”
(2)
Sobre las actividades
organizadas en torno al Santo Patrono, el intendente Gustavo
Posse señaló "Es una celebración especial porque se cumplen 400
años de la canonización de nuestro santo patrono. El Papa Francisco nos ha
concedido junto a Madrid un Año Santo Jubilar de San Isidro Labrador. Es muy
emocionante festejarlo con toda la comunidad en familia y con
amigos”.
Desde muy temprano, los alrededores de la Catedral
tuvieron puestos con antiguos juegos de kermesse. Lanzamiento de pelotitas para
derribar pirámides de latas, el clásico juego del sapo, acertar argollas en
cuellos de botellas, entre otros. Además hubo puestos de comida y un espectáculo
a cargo del trío Acronos con temas de jazz, rock, el pop, música académica,
folclore, musicales y música de películas.
(1)Fernando María Bargalló, exalumno del colegio “San
Juan el precursor”, formado y ordenado sacerdote en San Isidro (fue párroco de
la Catedral en 1994) fue el primer obispo de la diócesis de
Merlo-Moreno, cargo que ejerció desde el 13 de Mayo de 1997
hasta que el Papa Benedicto XVI aceptó su renuncia el
26 de Junio de 2012. En solo unos pocos días
Bargalló había pasado de negar que tenía una amante a
reconocerlo abiertamente luego de que trascendieran las fotos en México en
2011, donde estuvo dos semanas entre lujos y caricias con
María de las Victorias Martínez Bo, la empresaria, amiga de la
infancia, a quien casó y a cuyos hijos bautizó, a quien veía asiduamente en el
barrio de Belgrano. El provocador obispo, en ese momento presidente de Caritas
Latinoamericana, estuvo unos meses recluido en el seminario de Martín Coronado y
luego fue enviado a España. Dos años después fue trasladado a la diócesis de
Neuquén y suele ser identificado como “obispo emérito”.
(2) La tierra es creación divina.
Es lo que Dios preparó para que sea el lugar donde los hombres -la cumbre de la
creación- habitaran y la puso a su servicio. La tierra no es madre, ni hermana,
ni vela por los hombres. No se trata de un ente, una persona, como pueden
sostener comunidades aborígenes que no conocen al Dios verdadero y cuyo sitio es
ocupado por más de una supuesta divinidad. La tierra es hogar de muchos seres
vivos (plantas, animales y personas), pero carece de vida, voluntad o poder
alguno. Su perfecta armonía o equilibrio -que muchas veces sorprende a los
observadores- es estrictamente fruto de quien la creó y rige: Dios. Proteger,
cuidar, explotar sabiamente la naturaleza para alimentarse, construir,
desarrollarse, es un acto de inteligencia que los hombres deben hacer con lo que
Dios puso en sus manos. Cualquier abuso de las riquezas naturales es, por lo
menos, torpe y dañoso. Pero adjudicarle parentesco de madre o hermana a la
tierra o la naturaleza es un error que descarta lo que el Creador del universo
dispuso para poner en su lugar creencias paganas. Los ritos dedicados a la
Pachamama (del aimara y quechua “pacha”: tierra y “mama”:
madre) en los que se arrojan a un pozo alimentos, bebidas, tabaco, hojas de
coca, etc., que le otorgan divinidad a la tierra, son propios de culturas
alejadas de las enseñanzas de Cristo. Es claro que respetar a
aquellos pueblos aborígenes en su creencia terrenal y sus supersticiones no
significa permitir que sus conceptos paganos se cuelen en la doctrina católica.
El mandato de Jesús fue dar fruto y eso, entre otras cosas, significa
evangelizar, llevar a todos a conocer a quien es el camino, la verdad y la vida.
No casualmente el "Día Internacional de la Madre Tierra" fue impuesto en
1970 a instancias de un político demócrata
(GaylordNelson) por la O.N.U., un organismo
que, de distintas formas, conspira con los valores de la fe católica, en
especial, los referidos a la familia y la protección de la vida por
nacer.