Mñor. Oscar Vicente Ojea llega a los 75 años el 15 de Octubre. Por ese motivo, y como lo establece el Código de Derecho Canónico, está invitado a presentar su renuncia al Papa.
“Al Obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias”, expresa la legislación.
Mñor. Ojea –que arribó a la diócesis a los 63 años como obispo adjutor en 2009– reemplazó a Mñor. Alcides Jorge Pedro Casaretto en 2011, luego de que el Papa Benedicto XVI le aceptara a éste su renuncia por haber llegado a la edad establecida.
Ojea estudió en el Seminario Metropolitano de Villa Devoto y es Bachiller en Teología egresado de la U.C.A.
Desde su ordenación sacerdotal, en 1972, ejerció como vicario parroquial en diversas parroquias porteñas: María Reina, San José de Flores, Nuestra Señora de la Piedad, San Benito Abad, Patrocinio de San José y Santa Rosa de Lima. En 1994 asumió como párroco de Nuestra Señora del Socorro.
Fue asesor del Movimiento Familiar Cristiano, viceasesor del Secretariado para la Familia, miembro de la Comisión para el Clero Joven, decano del Decanato 3 "Norte", miembro del Consejo Presbiteral y párroco consultor.
El 2 de septiembre de 2006 fue ordenado obispo por Mñor. Jorge Bergoglio SJ, Mñor. Eduardo Vicente Mirás, arzobispo emérito de Rosario y Mñor. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata.
Mñor. Oscar Ojea era para el periodo 2017-2020 el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina.No hay información de si hubo una asamblea para que ejerza un nuevo mandato o si solo se extendió su presidencia hasta que eso suceda.
En la diócesis de San Isidro, además del titular Ojea, hay dos obispos auxiliares, Mñor. Guillemo Caride (59) desde 2018 y Mñor. Raúl Pizarro (48) desde 2020, pero ninguno por su rol tiene derecho de sucesión como el obispo adjutor.
Considerando obispos en ejercicio y con conocimiento de la diócesis (si se pondera ese punto) aparecen los nombres de Jorge GarcíaCuerva, obispo titular de la diócesis de Río Gallegos, y Marcelo Mazzitelli, obispo auxiliar de la diócesis de Mendoza.
Mazzitelli fue vicario y párroco de Santa Rita, rector del seminario, tuvo cargos en el obispado, fue miembro de la Organización de Seminarios de la Argentina y tuvo funciones en la Congregación para el Clero en el Vaticano.
En tanto García Cuerva no estaría entre las opciones, ya que fue nombrado en Julio último miembro de la Congregación para los Obispos (se ocupa de la constitución de las iglesias particulares, de considerar el nombramiento de los obispos, de promover los encuentros de los nuevos prelados y un retiro hacen a los 5 años de su nombramiento).
Obviamente, hay otros elementos de juicio para la designación del nuevo obispo diocesano y será necesario esperar para saber quién reemplaza al titular de nuestra jurisdicción eclesiástica.