El Carmelo, el monte donde numerosos profetas rindieron culto a Dios, entre ellos Elías y su discípulo Eliseo, aunque existían también personas que se retiraban en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica, es el origen más remoto de la devoción a la Virgen del Carmen.
Se trata de una cordillera en Israel sobre el mar Mediterráneo, que mide unos 26 km de largo y alrededor de 7 km de ancho y su altura máxima es de unos 550 metros. La ciudad de Haifa está parcialmente situada sobre el Monte Carmelo, como también otras pequeñas ciudades como Nesher, Tirat Karmel. Su nombre viene a decir "jardín o "viñedos de Dios". Las cuevas del monte Carmelo (Cuevas de Nahal Me'arot) fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2012 .
Aquella forma de oración, de penitencia y de austeridad fue continuada en los siglos III y IV, y a mediados del siglo XII, un grupo de devotos de Tierra Santa procedentes de Occidente, decidieron instalarse en el mismo valle y escogieron como patrona a la Virgen María. Allí construyeron la primera iglesia dedicada a Santa María del Monte Carmelo.
Quisieron vivir bajo los aspectos marianos que salían reflejados en los textos evangélicos: maternidad divina, virginidad, inmaculada concepción y anunciación. Estos devotos que decidieron vivir en comunidad bajo la oración y la pobreza, fueron la cuna de la Orden de los Carmelitas, y su devoción a la Virgen permitió que naciera una nueva advocación: Nuestra Señora del Carmen.
El escapulario
El escapulario del Carmen es el signo externo de devoción mariana, que consiste en la consagración a la Santísima Virgen María por la inscripción en la Orden Carmelita, en la esperanza de su protección maternal. El distintivo externo de esta inscripción o consagración es el pequeño escapulario marrón.
Se trata de un sacramental, es decir, según el Concilio Vaticano II, "un signo sagrado según el modelo de los sacramentos, por medio del cual se significan efectos, sobre todo espirituales, que se obtienen por la intercesión de la Iglesia". (S.C.60).
Según la Congregación para el Culto Divino de la Santa Sede, el Escapulario del Carmen es un signo exterior de la relación especial, filial y confiada, que se establece entre la Virgen, Reina y Madre del Carmelo, y los devotos que se confían a ella con total entrega y recurren con toda confianza a su intercesión maternal; recuerda la primacía de la vida espiritual y la necesidad de la oración.
En Boulogne Sur Mer (San Isidro) la capilla del Cementerio -dependiente de la Parroquia "Nuestra Señora del Refugio"- está dedicada a la Virgen del Carmen.