Sin procesión previa y sin fieles en el templo, se rezó la misa en honor de San Isidro Labrador
El santo que inspiró al Capitán Domingo de Acassuso a construir una capilla para que los agricultores que vivían en el siglo XVIII pudieran ir a misa, es quien, con los años dio nombre al partido y luego a la diócesis, cuando fue creada la jurisdicción eclesiástica.
Este hombre sabio, trabajador de la tierra, generoso con los que era más pobres que él, confiaba en la Providencia y rezaba a diario, incluso priorizando la oración por encima del trabajo, es el Santo Patrono de nuestro lugar y su imagen, este año, no pudo ser llevada en andas como desde hace cientos de años, a consecuencia del confinamiento social impuesto por el gobierno nacional ante el riesgo de contagios de coronavirus Covid-19.
La Santa Misa en el templo mayor, sin la presencia de fieles, fue oficiada este viernes 15 de Mayo por el obispo de la diócesis, monseñor Oscar Ojea, acompañado por los obispos auxiliares Martín Fassi y Guillermo Caride, el párroco CarlosAvellaneda, el vicario Juan Manuel Bianchi Jazhal y el párroco emérito Pedro Oeyen.
Luego de la lectura del Evangelio según San Juan, referido a la vid y los sarmientos, el obispo Ojea saludó diciendo "Queridos hermanos y hermanas, celebramos con alegría la fiesta de nuestro Santo Patrono" a quienes pudieran estar observando la transmisión de la celebración por Internet y reflexionó sobre la armonía de San Isidro en cuanto a su relación con Dios, con su prójimo y la naturaleza.
Seguidamente, el obispo se dedicó a enumerar varios malos comportamientos del hombre, separado del sabio mandato divino, hacia el medio ambiente, lo que conlleva a una situación conflictiva entre los distintos sectores sociales. Sobre el final de la homilía, Ojea invitó a reconsiderar la relación de cada uno con Dios, con la creación y con el prójimo, buscando la armonía de la que San Isidro Labrador es claro ejemplo.
Sobre el final de la celebración eucarística, el párroco Avellaneda informó que el templo estará abierto desde el sábado 16 de Mayo, entre las 9:00 y las 12:00 y entre las 16:00 y las 19:00, para la oración personal y la adoración eucarística. Quienes ingresen deberán sentarse en lugares ya identificados, conservar la distancia y utilizar barbijo y el alcohol disponible en el ingreso. Las confesiones podrán realizarse concertando horario por teléfono o por correo electrónico.