Ante el insólito tratamiento parlamentario de un proyecto que pondría reparos a la protección de la vida humana en el seno materno, más de 30 sacerdotes que desarrollan su labor pastoral en villas y barrios con serias dificultades acaban de dar a conocer un documento con el que buscan renovar su compromiso con la vida y los derechos humanos.
"Creemos firmemente en la necesidad de cuidar de la vida humana en todas sus etapas, desde la concepción hasta la muerte. Siempre cada ser humano será el rostro de Dios, más allá de su fragilidad. La lucha por la igualdad -tan invocada en los discursos de estos días- está en nuestro ADN: los cristianos creemos profundamente en la fraternidad que nos da ser hijos de Dios y por lo tanto hermanos e iguales entre nosotros y ante sus ojos.", señalan.
Citando al Papa Francisco, quien ha denunciado la "cultura del descarte" hacia los ancianos, los inmigrantes, las personas con discapacidad, los pobres y los niños por nacer, los sacerdotes hacen responsables a los proyectos individuales, el nivel de consumo, el bienestar y el confort, conceptos que nunca deberían estar por encima de la dignidad de la vida.
"En el espíritu del documento que escribimos, hace un tiempo atrás, los curas de las villas “Con los pobres abrazamos la vida”, queremos dar una respuesta concreta a las necesidades de nuestras villas y barrios populares, allí donde la vida se lleva adelante pese a las dificultades."
"Queremos hacer notar, una vez más, que este compromiso y valoración de la vida lo hemos aprendido del mismo Evangelio y de las mujeres pobres con las que compartimos nuestra vida y trabajo. Muchas veces son madres de sus hijos y de los del pasillo. Sí, en momentos en que tantos y tantas hablan por los pobres mostrando su 'preocupación' por ellos, nuestras comunidades quieren hacer nuevamente visible que las mujeres de nuestros barrios eligen la vida", expresan los sacerdotes en el comunicado que también firman 4 obispos.
En su comunicado anuncian su propuesta de centros de contención y cuidados a los que llamarán "Hogar del abrazo maternal" y tendrán el protagonismo, precisamente, de las mujeres de los barrios.
Estos centros recibirán a adolescentes y jóvenes mujeres con embarazos de riesgo o inesperados, en condiciones de fragilidad y desamparo. La intención es ofrecerles alimentación, atención y control médico y sanitario, apoyo psicológico, orientación legal y social para que puedan llevar adelante sus embarazos como así también los primeros años de sus bebés hasta poder ingresar al ciclo de educación inicial.
"En nuestras propias Capillas dispondremos de un lugar adecuado para que puedan estar durante el día, almorzar, merendar, descansar, recibir cariño y contención, formación y orientación ante cada situación y, en los casos en que no fuera posible la crianza posterior del niño, poder rápidamente articular con el sistema Judicial para una pronta adopción del mismo", consignan los sacerdotes que recibirán también a mujeres que hayan abortado a sus hijos para asistirlas en la superación de las múltiples consecuencias emocionales y psicológicas que ello acarrea.
El comunicado concluye con una invocación a la Santísima Virgen, en su advocación de Luján, para que les enseñe a cuidar a la Patria comenzando por los más frágiles.
