El 1 de Abril de 1520, en el actual Puerto San Julián, provincia de Santa Cruz, se celebró por vez primera la Santa Misa en lo que es hoy nuestro territorio nacional.
Era entonces ese día la festividad del Domingo de Ramos. La orden fue impartida por Hernando de Magallanes, y el celebrante fue el sacerdote español, nacido en Écija, Pedro de Valderrama.
Si creemos que la historia es Cristocéntrica, si afirmamos que Jesucristo es el eje de la Historia y que los siglos giran a su alrededor, éste es el día en que nació la patria argentina, sin mengua de recordar siempre el 12 de Octubre de 1492, cuando se inauguró la gran nación hispanoamericana.
Al cumplirse los 450 años de este trascendental suceso, Paulo VI remitió una Carta, fechada el 19 de Marzo de 1970, pidiendo que "la Eucaristía, perpetuación de la Ultima Cena y del Sacrificio del Gólgota, sea siempre y efectivamente, en la trayectoria de la comunidad católica nacional y en la vida de cada uno de sus miembros, un sacramento de piedad que los mantenga fuertes y fieles".
La patria argentina, hablando con propiedad, tiene esta olvidada y traicionada fecha de origen: 1 de Abril de 1520. El día en que por primera vez –en un sitio patagónico al que todavía rememora un austero monumento- Cristo Jesús se quedó con nosotros perpetuamente en el Sacramento Eucarístico.