Como sucedió en las iglesias el mundo, la jornada del viernes 8 de Diciembre estuvo centrada en la Virgen María y en su condición inmaculada para recibir al Salvador. Procesiones, cantos, ofrendas y rezos orientados a celebrar por quien Dios preparó desde su primer instante de vida en el seno de su madre Santa Ana.
En Villa Adelina, a las puertas de la capilla Inmaculada Concepción, se celebró la Santa Misa y luego la tradicional procesión con la activa participación de la comunidad italiana.
"Siempre vengo a festejar este día con los vecinos. Esta fiesta religiosa, y a su vez cívica, tiene la particularidad que se realiza con todas las colectividades extranjeras, en especial la italiana. Tiene una larga tradición en Villa Adelina", sostuvo el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, que participó de la celebración.
"Es una fiesta que nos reúne con mucha alegría. La Virgen es un signo de amor, que nos invita a amarnos cada vez más como hermanos, y una bendición para nuestra comunidad. El país tiene la posibilidad de trabajar por la fraternidad y para encontrarnos a los argentinos más unidos", expresó el párroco Luis Ayerza.
Finalizado el oficio religioso, un grupo de devotos cargó la imagen de la Virgen y al grito de "¡Viva la Inmaculada Concepción! ¡Viva María! ¡Viva Jesús!" comenzó la procesión por las calles del barrio. Así, la imagen recorrió las calles Yerbal, La Calandria, Manuelita Rosas, Los Paraísos, Verduga, Boedo y Yerbal hasta la iglesia.
Al finalizar la procesión, comenzó el acto cívico con la impartición de bendiciones y se despidió a la Virgen con un show de fuegos artificiales.
Rodeado de sus hijos, José Sena comentó: "Vengo todos los años con mi familia y es un día que lo vivimos con mucha fe. Le agradecemos a la Virgen y también le pedimos por la salud y la paz".
"Esta fiesta que se vive en el barrio es única, le pido a la Virgen que nos siga bendiciendo a todos", concluyó María Antonia Sapino, vecina de la zona.