Martín Fassi ya es el obispo auxiliar de San Isidro
En una celebración eucarística plena de emotividad, el presbítero Martín Fassi, hasta el momento vicario general de la diócesis de San Isidro, recibió en la noche del jueves 11 de Diciembre la ordenación episcopal por expresa disposición del Papa Francisco.
Una nueva entrega de servicio pastoral que Fassi cumplirá como obispo auxiliar diocesano, junto al obispo titular, monseñor Oscar Vicente Ojea.
Además de decenas de prelados venidos de distintas jurisdicciones, entre ellos monseñor José María Arancibia -presidente de la Conferencia Episcopal Argentina-, monseñor Mario Poli -arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina-, monseñor Jorge Casaretto -obispo emérito de San Isidro-, monseñor Miguel Ángel D'Annibale -obispo de Río Gallegos- y sacerdotes diocesanos que flanqueaban el altar montado en el atrio de la catedral de San Isidro, asistieron el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, y su esposa, Dra. María Fernanda Nuevo, el presidente del Concejo Deliberante de San Isidro, Dr. Carlos Castellano, y el Director Provincial de Culto, Enrique Moltoni. Fueron notorias las ausencias de los intendentes de Vicente López (Jorge Macri), San Fernando (Luis Andreotti) y Tigre (Julio Zamora).
También participaron de la celebración monseñor Juan Rubén Martínez -obispo de Posadas-, monseñor Ángel José Macín -obispo de Reconquista-, monseñor Fernando Maletti -obispo de Merlo-Moreno-, monseñor Eduardo García -obispo de San Justo-, monseñor Hugo Salaberry -obispo de Azul-, monseñor Jorge Lugons -obispo de Lomas de Zamora-, monseñor Gabriel Barba -obispo de Gregorio de Laferrere- y monseñor Emilio Bianchi Di Cárcano -obispo emérito de Azul-, entre otros.
Luego de la lectura del libro de Isaías referidas al anuncio de la llegada del Mesías 700 años antes de Cristo y de un fragmento del Evangelio según San Juan sobre el lavado de pies de Jesús a los apóstoles en la última cena, el padre Guillermo Caride, siguiendo las formalidades de la ceremonia, solicitó al obispo Ojea la ordenación del presbítero Martín Fassi.
Seguidamente se dio lectura al mandato apostólico de monseñor Emil Paul Tscherrig, nuncio apostólico, por el cual se autorizó la realización de la ordenación de acuerdo al derecho canónico y la toma de posesión de su cargo.
"Deseo que conciente de la importancia de este alto ministerio enseñe y cuide al pueblo de Dios, mostrándose como ejemplo de la caridad del sumo y eterno pastor de nuestras almas. Que San Isidro Labrador, patrono de esta diócesis, interceda ante el Señor resucitado para que su ministerio sea una bendición para los fieles de esta querida diócesis", señaló el decreto del reprentante papal en la Argentina.
"Vas a ser sacramento de Cristo -señaló el obispo Ojea en su homilía-, de ese mismo Jesús que se despoja de su rango, que se saca las vestiduras propias de los maestros de Israel para lavar los pies de sus discípulos como un esclavo, estableciendo un nuevo modo de ejercer la autoridad, el servicio. Como nos enseña el Evangelio de San Mateo, ustedes saben que los jefes de las naciones dominan sobre ellas y los poderosos les hacen sentir su autoridad. Entre ustedes no debe suceder así, al contrario. El que quiera ser grande que se haga servidor de ustedes."
"Serás imagen del buen pastor. En el Evangelio escuchamos que el buen pastor está de rodillas. Qué impresionante debe haber sido esta mirada de Jesús."
"Comenzarás a vivir una relación esponsal nueva con la Iglesia como lo significa el anillo que vas a llevar. Al lavar los pies como Jesús vas a conocer más de cerca la suciedad de la Iglesia, sus pecados y su necesidad de conversión. Pero también conocerás mejor los pies que se cansan buscando y deseando a Dios y el bien de los hermanos. Es tanta la riqueza que el Espíritu Santo ha derramado en la Iglesia que serás un testigo privilegiado de su misterio y su belleza."
"Esta unidad esponsal es tan honda que llevarás a la Iglesia a donde vayas, vas a representar a la Iglesia. Tanto a la Iglesia universal como a la particular, la diocesana."
"Sabemos que sos un hombre que sabe escuchar. Que puedas escuchar siempre el clamor de tu pueblo, sus gritos, sus demandas. Sabemos también que sos un hombre de oración, ella es tu fuerza. Continuá practicándola, deseándola, buscándola", expresó monseñor Ojea.
Posteriormente, el designado nuevo obispo auxiliar fue interrogado sobre su disposición para ejercer el nuevo rol en la Iglesia y le fueron impuestas las manos.
Acto seguido los obispos invocaron la plegaria de ordenación mientras Fassi, de rodillas, tenía sobre su cabeza el libro de los Evangelios, como símbolo de que la tarea encomendada debe ser guiada por la Palabra y sometida a Ella.
Recibió también la unción con el Santo Crisma, los Evangelios, la mitra, el anillo, el báculo, luego de lo cual los fieles presentes -como ocurre espontáneamente en otros casos- aplaudieron con entusiasmo.
En la continuidad de la Santa Misa, las ofrendas al altar fueron acercadas al altar por representantes de la comunidad de Gral. Pacheco, Resistencia, San Isidro y Banes (Cuba).
Luego de que el flamante obispo auxiliar recorriera bendiciendo a los fieles, ubicados sobre la calle Menini y parte de la plaza Mitre, se dirigió a los presentes expresando su agradecimiento a la Santísima Virgen, en especial a su advocación de Guadalupe, al obispo Casaretto (quien lo ordenara sacerdote el 14 de Diciembre de 1984).
Mencionó emocionado también a las comunidades parroquiales de Gral. Pacheco, Nuestra Señora de Itatí, Nuestra Señora de la Ribera, del Seminario La Encarnación (Chaco), de Cuba, a su familia y amigos llegados de distintos lugares del país, y a autoridades civiles y eclesiásticas.
"Le doy gracias a Dios por fiarse de mí y confiarme este ministerio. Lo vivo como un llamado a una entrega más confiada y más generosa, una invitación a identificarme más íntimamente con Jesús buen pastor."
"Les agradezco también al Papa Francisco y a la Iglesia que me confíen este ministerio. Es una alegría que se puede palpar y esa alegría es la que me está sosteniendo", refiriéndose a la reacción de la comunidad ante la noticia de su designación."
Aprovechando la particular ocasión, monseñor Martín Fassi, expresó "quisiera pedir perdón a los que he lastimado alguna vez, a los que les he faltado el respeto alguna vez les pido perdón. Porque soy lo que soy gracias a la Iglesia y, desde que tengo memoria, crecí en ella. Casi todos los vínculos que tengo me los ha dado la comunidad eclesial y ¿cómo no entregarle la vida también?."
Reflexionando sobre el lema escogido para su ordenación ("Sí, tanto amó Dios al mundo que le dio a su hijo único"), dijo "siento que ahí se resume toda la historia de la salvación y se expresa todo el corazón de Dios. Un corazón que ama y por eso se alegra y sufre. Es lo que quisiera anunciar como obispo: un Dios con un amor entrañable por el mundo y por eso sufre por el mundo que sufre."
Emulando al Santo Padre, el nuevo obispo dijo "Recen por mí, recen los unos por los otros, para que vivamos una Iglesia que salga amigablemente al encuentro del hombre y del mundo".
Concluida la celebración eucarística, sacerdotes, obispos, funcionarios y comunidad en general se acercó al sector lateral de la Catedral, sobre la calle Anchorena, para compartir una oportuna comida caliente en la ventosa y fría noche, aunque cálida de abrazos y felicitaciones.
Martín Fassi nació el 14 de Noviembre de 1960 en San Isidro. Efectuó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio San Juan el Precursor, un colegio de orientación católica fundado en 1956 por el presbítero Jorge F. Castagnet. Al concluir sus estudios ingresó en el seminario diocesano San Agustín, de San Isidro. En la facultad de Teología de la Pontificia Universidad Católica Santa María de los Buenos Aires obtuvo el bachillerato en Teología. Domina bien el inglés y algo del francés.
Finalizados sus estudios sacerdotales fue ordenado presbítero el 14 de Diciembre de 1984 por monseñor JorgeCasaretto, obispo coadjutor de San Isidro.
En 1989 formó parte de un equipo de sacerdotes enviado a Resistencia, Chaco, a pedido del arzobispo de esa arquidiócesis, monseñor Juan José Iriarte, con el propósito de reabrir el seminario regional Nuestra Señora de la Encarnación del Nordeste Argentino.
En 1995 volvió a San Isidro y pidió continuar en una acción misionera. Fue enviado por cuatro años a la misión que tiene la diócesis de San Isidro en la localidad de Banes, diócesis de Holguín (Cuba).
A su regreso a San Isidro en 2.000 fue nombrado primero vicario parroquial y luego párroco de la Purísima Concepción, de General Pacheco.
Fue formador y profesor del Seminario Interdiocesano del NEA; miembro de la Comisión Directiva de Cáritas San Isidro; director espiritual del seminario San Agustín (2010); encargado de la formación permanente del clero y de los diáconos permanentes de San Isidro con reuniones mensuales o bimestrales. En 2014 fue designado vicario episcopal para la vida religiosa.
En 2009 fue designado vicario general del obispado de San Isidro.