El viernes 10 de Octubre en Santa Marta (Vaticano) el Papa Francisco ofició la Santa Misa concelebrando con 6 sacerdotes, entre ellos el pbro. Ignacio Dodds, párroco de Nuestra Señora del Refugio, de Boulogne, uno de los dos que dieron la Comunión, y ante 21 laicos.
"Ha sido una verdadera bendición de Dios. Todo fue muy pausado, en voz muy baja y con la sencillez que le caracteriza", destacaron los presentes.
El Santo Padre, en la homilía, exhortó a los fieles a mantener sus corazones siempre en guardia haciendo una práctica antigua, pero muy buena, el diario examen de conciencia; porque el diablo nunca descansa en su deseo de tentar a los hombres.
"Cuántas veces entran los malos pensamientos, las malas intenciones, los celos, las envidias. Tantas cosas, que entran. ¿Pero quién ha abierto aquella puerta? ¿Por dónde han entrado?". El Papa dijo que si no nos damos cuenta de cuanto entra en nuestros corazones, estos se convierten "en una plaza, donde todos van y vienen. Un corazón sin intimidad, un corazón donde el Señor no puede hablar y ni siquiera ser escuchado".
"¿Quién de nosotros, a la noche, antes de terminar la jornada, permanece solo, sola, y se hace la pregunta: qué cosa ha sucedido hoy en mi corazón? ¿Ha entrado alguien que no conozco? ¿La llave está en su lugar?’. Y esto nos ayudará a defendernos de tantas maldades, incluso de las que nosotros podemos hacer, si entran estos demonios, que son muy astutos, y al final nos estafan a todos", aseguró.
Finalizada la celebración eucarística, el Santo Padre dialogó con Jorge y Magda Serrano, y el pbro. Ignacio Dodds, representantes de los CAM, sobre el trabajo que realizan y su forma de rescatar a las mamás y bebés del aborto.
Fue una oportunidad para explicarle la magnitud de la tarea que se lleva a cabo en 19 países de Latinoamerica que ha permitido salvar a más de 214.000 madres y bebés de las garras del aborto.
Antes de pedir que rezaran por él, el Papa bendijo el trabajo de los integrantes de los Centros de Ayuda a la Mujer y recibió los obsequios que le acercaron: una botella de tequila de parte de Jorge y Magda Serrano, y alfajores típicos argentinos de parte del padre Ignacio.
"Damos gracias a Dios por este bello regalo. Bendecimos a la Virgen que nos cuida con tanto cariño", concluyeron los fundadores del CAM.