Una multitud participó en San Nicolás de la fiesta por los 31 años del acontecimiento mariano en esa ciudad bonaerense, donde el obispo local, monseñor Héctor Cardelli ofició la misa.
La manifestación de fe, que comenzó a la hora cero con fuegos de artificio y el canto del Feliz Cumpleaños a la Virgen, llevó por lema "María, signo de nuestra esperanza" y tuvo su momento culminante esta tarde con la procesión con las imágenes religiones.
A las 15:02, la imagen de la Virgen con el Niño Jesús salió del templo en medio de una lluvia de pétalos de rosas, mientras los asistentes acompañaban su paso al grito de "viva María" y agitaban pañuelos y banderines celestes, blancos y rosados.
La imagen mariana, junto con otra de San Nicolás de Bari, patrono local, recorrió las calles de la ciudad y luego ingresó por un pasillo abierto entre la gente, que permaneció en su lugar pese al viento intenso, hasta el campito contiguo al santuario.
Allí, monseñor Cardelli ofició la misa cuya predicación estuvo centrada en la importancia y resonancia de los mensajes de la Virgen.
El prelado destacó la presencia de peregrinos "de tantos lugares distantes y atraídos fuertemente por la devoción y cariño a la Virgen María del Rosario", cuyo templo "está habilitado y ahora ejerce una función de cenáculo, porque ella lo pidió para encontrarse con sus hijos".
"En este lugar nos reunimos para encontrarnos con ella; porque ella no pertenece al pasado, no es una mujer que quedó incrustada en la historia de hace dos mil años. Ella es María revestida de carne mortal, pero María está resucitada, vive triunfante. María está viva", recordó.
La Virgen del Rosario "no solo nos cuida con su presencia, sino que ha adoptado a lo largo de los siglos en la Iglesia, la modalidad de manifestarse a personas determinadas", sostuvo, al señalar que la historia latinoamericana tiene "presencias muy fuertes y sumamente animadoras de la vida del evangelio", entre las que citó a la Virgen de Guadalupe, de Luján y de Itatí.
"María nos está acompañando, y lo hace de diferentes maneras. Nosotros no elegimos los modos cómo lo hace" y en San Nicolás "eligió un modo muy sencillo, cotidiano, se manifiesta a una persona como nosotros, se manifiesta a Gladys y le da mensajes para que ella los entregue a la Iglesia", precisó.
Por último, monseñor Cardelli explicó que en esos mensajes, María "no hace sino recordarnos lo que nos dice Jesús, lo que la voluntad de Dios quiere. No tienen contenidos extraordinarios ni diversos", están centrados "en la persona de Cristo" y son "eclesiales y misioneros".
[Fuente: AICA]