La Santa Misa: una gran oportunidad todos los días
A pesar de los tiempos actuales, que promueven formas efímeras de vida, los católicos que comprenden la importancia de vivir según las enseñanzas de Jesús y de la Iglesia por Él fundada, ven en la celebración de la Santa Misa una oportunidad de fortalecerse y afrontar la propia existencia integrados a un mundo diverso y desafiante.
La Misa sigue siendo una ocasión para ponerse alegre por la gran noticia de la salvación, por saber que ningún problema es lo suficientemente grande si se comprende que Dios está de nuestro lado y no nos abandona.
Con cada celebración eucarística se renueva en el corazón de los cristianos la convicción de que hay una forma de vivir en este mundo según Jesús y que esa realidad es para todos.
La Misa no sólo es una fiesta, sino que es un milagro del que se puede ser testigo: Jesús mismo está ahi, como lo dijo en la última cena, para que unidos a Él y a nuestros hermanos, construyamos un mundo mejor.
Para alabar a Dios, para pedirle perdón, para darle gracias, para aprender del Evangelio, para fortalecernos con la comunión, cada misa, en cada lugar del mundo, está ocurriendo algo que permite trabajar por la paz.
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Partes de la Misa
RITOS INICIALES
Son ritos introductorios a la celebración y nos preparan para escuchar la palabra y celebrar la eucaristía. Comprende: Entrada - Señal de la cruz - Saludo - Acto penitencial - Gloria - Oración colecta.
Procesión de entrada Se llega al templo y los fieles se disponen para celebrar el misterio más grande de nuestra fe. Se acompaña la procesión de entrada cantando con alegría.
Saludo inicial Después de besar el altar y hacer la Señal de la Cruz, el sacerdote bendice a la asamblea.
Acto penitencial Pedimos humildemente perdón al Señor por todas nuestras faltas.
Gloria Alabamos a Dios, reconociendo su santidad, al mismo tiempo que nuestra necesidad de Él.
Oración Colecta Es la oración que el sacerdote, en nombre de toda la asamblea, hace al Padre. En ella recoge todas las intenciones de la comunidad.
LITURGIA DE LA PALABRA
Se escucha a Dios, que se da como alimento en su Palabra, y se responde cantando, meditando y rezando. Comprende: Primera Lectura - Salmo Responsorial - Segunda Lectura - Aleluya - Evangelio - Homilía - Credo - Oración universal.
Primera lectura En el Antiguo Testamento, Dios habla a través de la historia del pueblo de Israel y de sus profetas.
Salmo Se medita rezando o cantando un salmo.
Segunda lectura En el Nuevo Testamento, Dios habla a través de los apóstoles.
Evangelio El canto del Aleluya nos dispone a escuchar la proclamación del misterio de Cristo. Al finalizar los fieles dicen: "Gloria a ti, Señor Jesús".
Homilía (sermón) El sacerdote explica la Palabra de Dios.
Credo Después de escuchar la Palabra de Dios, confesamos nuestra fe.
Oración de los fieles Se reza pidiendo por las necesidades de todos.
LITURGIA DE LA EUCARISTÍA
Tiene tres partes: Rito de las ofrendas, Gran Plegaria Eucarística (es el núcleo de toda la celebración, es una plegaria de acción de gracias en la se actualiza la muerte y resurrección de Jesús) y Rito de comunión.
Presentación de dones Se presenta el pan y el vino que se transformarán en el cuerpo y la sangre de Cristo. Se realiza la colecta en favor de toda la Iglesia. Se reza sobre las ofrendas.
Prefacio Es una oración de acción de gracias y alabanza a Dios, al tres veces santo.
Epíclesis El celebrante extiende sus manos sobre el pan y el vino e invoca al Espíritu Santo, para que por su acción los transforme en el cuerpo y la sangre de Jesús.
Consagración El sacerdote hace "memoria" de la última cena, pronunciando las mismas palabras de Jesús. El pan y el vino se transforman en el cuerpo y en la sangre de Jesús.
Aclamación Aclamamos el misterio central de nuestra fe.
Intercesión Se ofrece este sacrificio de Jesús en comunión con toda la Iglesia. Se pide por el Papa, por los obispos, por todos los difuntos y por todos nosotros.
Doxología El sacerdote ofrece al Padre el cuerpo y la sangre de Jesús, por Cristo, con él y en él, en la unidad del Espíritu Santo. Todos responden: "Amén".
Padrenuestro Preparándose para comulgar, todos los fieles rezan al Padre como Jesús mismo lo enseñó.
Comunión Los feligreses se acercan a recibir a Jesús, pan de vida. Antes de comulgar -si se está confesado con un sacerdote- se hace un acto de humildad y de fe.
Oración Se da gracias a Jesús por haberlo recibido, y se le pide ayudea para vivir en comunión.
RITOS DE DESPEDIDA
Son ritos que concluyen la celebración.
Bendición El sacerdote da la bendición a todos.
Despedida y envío Alimentados con el pan de la Palabra y de la Eucaristía, todos vuelven a sus actividades, a vivir con Jesús en el corazón.