Con la celebración del miércoles de ceniza dio comienzo a la Cuaresma
Con la imposición de las cenizas como respuesta a la Palabra de Dios que invita a la conversión, como inicio y puerta del ayuno cuaresmal y de la marcha de preparación a la Pascua, dio comienzo este miércoles -5 de Marzo- a la Cuaresma en todo el mundo.
Algo debe quemarse y destruirse en nosotros -el hombre viejo- para dar lugar a la novedad de la vida pascual de Cristo.
Se trata de un momento del año particularmente relevante para todo cristiano que quiera prepararse dignamente para la vivir el Misterio Pascual, es decir, la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor Jesús.
"Conviértete y cree en el Evangelio" dijo el sacerdote al hacer una cruz con ceniza sobre la frente de cada feligrés en la misa dedicada a reflexionar acerca del deber de la conversión, recordando la fragilidad de la vida humana, sujeta a la muerte.
La celebración eucarística eleva la mirada a la realidad eterna que no pasa jamás, a Dios; principio y fin, alfa y omega de nuestra existencia. La conversión no es otra cosa que volver a Dios, valorando las realidades terrenales bajo la luz de la verdad.
Las cenizas se obtienen de quemar las ramas de olivo usadas en el Domingo de Ramos del año anterior.
"Lo más importante de la Cuaresma no es lo que nos dispongamos a hacer sino la Pascua, la vida nueva que ofrece Dios", dijo en la homilía de la misa celebrada en la parroquia Santa Rita, pbro. Marcelo Mazzitelli. "El camino es la piedad, la limosna, la oración -un diálogo de intimidad con el Señor- como instrumentos, no como fines".
"Si la cuaresma es un ahorro se pierde el sentido. El ayuno es vivir en la austeridad de un corazón que quiere llenarse de Dios. La cuaresma no es lo que nos propongamos hacer sino lo que dejemos que Dios haga en nosotros", destacó el párroco frente a un templo colmado de fieles.