Nunca entendí la expresión 'valores no negociables'. Los valores son valores y basta, dice Francisco
En una entrevista concedida al director del periódico italiano Corriere della Sera, Ferruccio de Bortoli, el Papa Francisco abordó diversos puntos de su ministerio al frente de la Iglesia Católica.
Iniciando la charla planteando que sólo hace balance (ante la consulta periodística por primer año de su pontificado) Francisco dice claramente que "Yo sólo hago balance cada 15 días, con mi confesor".
Recordando en especial a una señora viuda de 80 años a la que llama mensualmente, el Papa señala que esa costumbre de llamar por teléfono a distintas personas le viene de sus tiempos de cura en Buenos Aires y lo considera un servicio, aunque ahora no es tan sencillo por la cantidad de gente que le escribe.
En la entrevista Francisco relata que la novedad de que haya un Papa emérito se parece a cuando lo fue el hecho de un obispo emérito, institució que surgió después del Concilio Vaticano II. Equiparando este rol con el de los abuelos que pueden aconsejar y acompañar cercanamente a la familia, la realidad de Benedicto XVI -a quien califica de discreto y humilde- es valiosa para su ministerio.
Ante la pregunta sobre si la ternura y la misericordia son la esencia de su mensaje pastoral, el Santo Padre no duda en señalar "Y del Evangelio. Son el corazón del Evangelio. De lo contrario, no se entiende a Jesucristo, ni la ternura del Padre, que lo envía a escucharnos, a curarnos, a salvarnos".
Rechazando la idea de un Papa como un superhéroe o una estrella (lo que considera una agresión), Francisco señala que le gusta estar entre la gente, junto a los que sufren, y andar por las parroquias. "No me gustan las interpretaciones ideológicas, una cierta mitología del papa Francisco". "El Papa es un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y tiene amigos como todos. Es una persona normal".
Sobre los casos de abuso infantil que protagonizaron hombres consagrados, el Papa Francisco dijo que "son tremendos porque dejan heridas profundísimas. Benedicto XVI fue muy valiente y abrió el camino. Y siguiendo ese camino la Iglesia avanzó mucho. Tal vez más que nadie. Las estadísticas sobre el fenómeno de la violencia contra los chicos son impresionantes, pero muestran también con claridad que la gran mayoría de los abusos provienen del entorno familiar y de la gente cercana. La Iglesia Católica es tal vez la única institución pública que se movió con transparencia y responsabilidad. Ningún otro hizo tanto. Y, sin embargo, la Iglesia es la única en ser atacada".
Consultado sobre la globalización, sobre todo financiera, Francisco señala que "salvó de la miseria a muchas personas, pero condenó a muchas otras a morir de hambre, porque con este sistema económico se vuelve selectiva. La globalización en la que piensa la Iglesia no se parece a una esfera en la que cada punto es equidistante del centro y en la cual, por lo tanto, se pierde la particularidad de los pueblos, sino que es un poliedro, con sus diversas facetas, en el que cada pueblo conserva su propia cultura, lengua, religión, identidad. La actual globalización «esférica» económica, y sobre todo financiera, produce un pensamiento único, un pensamiento débil. Y en su centro ya no está la persona humana, sólo el dinero."
Aceptando la realidad de que la familia atraviesa una crisis muy seria, que es difícil formar una familia, que los jóvenes ya no se casan y que hay muchas familias separadas, cuyo proyecto de vida común fracasó, con el consiguiente sufrimiento de los hijos, el Santo Padre dice que "tenemos que dar una respuesta. Pero para eso hay que reflexionar mucho y en profundidad. Es eso lo que están haciendo el consistorio y el sínodo. Hay que evitar quedarse en la superficie del tema. La tentación de resolver los problemas desde la casuística es un error, una simplificación de cosas profundas. Es lo que hacían los fariseos: una teología muy superficial. Y es a la luz de esa reflexión profunda que podrán afrontarse seriamente las situaciones particulares, también la de los divorciados".
Sobre cuestiones de bioética y de moral sexual, Francisco es categórico, "nunca entendí la expresión «valores no negociables». Los valores son valores y basta. No puedo decir cuál de los dedos de la mano es más útil que el resto, así que no entiendo en qué sentido podría haber valores negociables".
"Pablo VI recomendaba a los confesores mucha misericordia y atención a las situaciones concretas. Pero su genialidad fue profética, pues tuvo el coraje de ir contra la mayoría, de defender la disciplina moral, de aplicar un freno cultural, de oponerse al neomalthusianismo presente y futuro. El tema no es cambiar la doctrina, sino ir a fondo y asegurarse de que la pastoral tenga en cuenta las situaciones de cada persona y lo que esa persona puede hacer".
En cuanto al rol de la mujer en la Iglesia, el Papa declara que "Es verdad que la mujer puede y debe estar más presente en los puestos de decisión de la Iglesia. Pero a esto yo lo llamaría una promoción de tipo funcional. Y sólo con eso no se avanza demasiado". "La Virgen es más importante que cualquier obispo y que cualquiera de los apóstoles. La profundización teologal ya está en marcha. El cardenal Rylko, junto al Consejo de los Laicos, está trabajando en esta dirección con muchas mujeres expertas".
