La comunidad de Nuestra Señora del Refugio celebró sus fiestas patronales
Con una gran participación de la comunidad parroquial y del colegio, se llevaron a cabo el domingo 7 de Julio en Boulogne las fiestas patronales de Nuestra Señora del Refugio.
Las actividades se iniciaron a las 11:30 con la celebración eucarística que ofició el obispo de la diócesis de San Isidro, monseñor Oscar V. Ojea, junto al párroco Ignacio Dodds en la capilla Santa María de los Ángeles [Padre Castiglia, entre Láinez y Repetto, Boulogne].
Luego del saludo inicial por parte de monseñor Ojea, el padre Dodds agradeció la presencia de las autoridades escolares del colegio parroquial, de la Casa del Niño, del intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, de su esposa, la Dra. MaríaFernanda Nuevo. Se encontraban presentes también el ingeniero Bernardo Landívar, secretario de la Unidad de Gestión Municipal de Boulogne, Villa Adelina, La Horqueta y Santa Rita, y Federico Bereziuk, subsecretario de Espacio Público.
Mencionó también el párroco que la fiesta de Nuestra Señora del Refugio es particularmente significativa en cuanto a que señala la importancia de volver a Dios todo el tiempo. Destacó además la necesidad de que cada uno acreciente su compromiso en la evangelización y en la promoción del Bien Común donde se desenvuelve.
"La vida de María –señaló por su parte monseñor Ojea en la homilía- siempre fue una vida con sentido. La fe le da sentido. Sin embargo, María pasó por muchas noches, por muchos momentos de no entender. La fe es cierta para el corazón pero muchas veces es oscura para la inteligencia. Pero María no falló nunca en su fidelidad a la palabra de Dios."
"No podemos negar que el Espíritu Santo fue trabajando a lo largo de la vida en esta mujer maravillosa. Cuando Jesús tiene 12 años surge un problema en el proyecto de los dos. ¿Cómo le podemos pedir a una madre que entienda que su hijo va a la muerte? Es imposible. Sin embargo la Virgen, aún no entendiendo, siguió siendo fiel a ese niño que iba creciendo en sabiduría, en caridad y en Gracia delante de Dios."
"María no es una madre posesiva, es una madre que da libertad, que acompaña en la libertad a su hijo."
"Pero de tal manera el Espíritu Santo ha trabajado en la Virgen que no solamente va a estar de pie de la cruz con un dolor tremendo, sino que su corazón se va dilatando de tal manera que ella se convierte en madre de todos: en madre de los que llevaron a Jesús a la muerte, en la madre de Pedro que va a negarlo, en la madre de Judas que lo va a traicionar, en la madre de los soldados que se están burlando de Él, y en la madre de todos los hombres", destacó el obispo.
"Qué tremendo para un corazón de madre asumir la maternidad de aquellos que han causado la muerte de su hijo. Sin embargo, así es el corazón de María. En el corazón de María cavemos todos. Y es magnífica la advocación del refugio, porque en el refugio uno no solamente se siente seguro, cobijado por la fe de la Madre, sino que en el refugio uno repara fuerzas, recupera energías para poder salir de sí mismos, como le pasó a los apóstoles."
"Y en esto tiempos de misión tan importantes para la Iglesia, tiempos de salir de nosotros mismos, de salir al encuentro de nuestros hermanos que necesitan la palabra viva de Dios, qué importante es contar con esta fuerza, con este refugio de María, la primera misionera, para convertirnos en mensajeros de esta paz que Jesús quiere que llevemos a cada rincón en donde Él está lejano o ausente", concluyó monseñor Ojea.
Concluida la celebración eucarística, los fieles se trasladaron en procesión rezando el Rosario por las calles Lainez y José Figueroa Alcorta hasta el colegio "Nuestra Señora del Refugio" [Figueroa Alcorta 468] donde, además del almuerzo compartido se pudo observar a los chicos del colegio en demostraciones de gimnasia y música.
