La Santa Misa, anunciada para las 19:00 se inició poco después con la proyección de un video de Romereports con imágenes del cónclave y la elección del nuevo Papa, con expresiones de la emotiva jornada del 13 de Marzo y días sucesivos, con su encuentro con el periodismo, en misas y en el rezo del Angelus del domingo 17.

Seguidamente, monseñor Ojea, secundado por un importante número de sacerdotes, entre ellos el párroco Pedro Oeyen, inició la ceremonia donde, luego de la lectura del Evangelio según San Mateo que relató los hechos de la concepción de Jesús en el seno de la Virgen y la misión que asumió San José, expresó en la homilía, entre otros conceptos:

"Pienso que como Dios es amor, el amor siempre sorprende, siempre esconde sorpresas. Y en estos días hemos sido testigos de dos enormes sorpresas del amor de Dios."

"La primera, la renuncia del Papa Benedicto, valiente y humilde, reconociendo su fragilidad y renunciando a todo poder en un mundo donde nadie renuncia a nada. Se tejieron toda clase de conjeturas pero la contundencia de su gesto viril dejó clara su intención de hombre honesto que asume con coraje su servicio a la Verdad."

"La segunda sorpresa ha sido la elección de Francisco. Ha tomado el nombre de un santo que convulsionó la historia por su entrega radical al Evangelio de Jesús en la pobreza total, transformándose de caballero en predicador mendicante."

"Las palabras que le dice el crucifijo a Francisco en San Damián son elocuentes: "Francisco, repara mi Iglesia, reconstruye mi Iglesia".

"Este tema del humilde Francisco que ayuda a la reconstrucción de la Iglesia vuelve a aparece en un fresco maravilloso del Giotto en basílica superior de San Francisco, en el que el Papa Inocencio III sueña que la Iglesia se viene abajo. En aquel tiempo San Juan de Letrán era la catedral mayor y Francisco sostiene a la Iglesia con su hombro en un costadito del fresco."

"El Papa Francisco fue mi obispo varios años cuando yo era párroco -señaló monseñor Ojea-, luego me ordenó y colaboré con él como obispo auxiliar en la arquidiócesis de Buenos Aires."

"Puedo dar fe de su cercanía en su sencillez. He sabido de su cercanía personal, donde se siente como pez en el agua. Tiene las características del buen pastor. Sabe escuchar, acompañar, conducir. Con respeto, con suavidad pero con firmeza. Y a esto une una inteligencia nada común que, con la Gracia de Dios pondrá al servicio de un diálogo de la Iglesia y la cultura para que la nueva evangelización se vaya haciendo realidad."

"Es un pastor misionero, que anima a la Iglesia a salir de los templos para acercarse en las calles y en todos los ambientes a la realidad de cada hombre y de cada mujer."

"Es un pastor que nos hablará con sus gestos y con su palabra clara, sin eufemismos. El rostro de la caridad de la Iglesia se verá urgido a hacerse más claro y cercano a todos los hermanos, preferentemente a los mas pobres."

"Se abre un tiempo de esperanza. Esta elección del nuevo Papa que ha buscado reflejar del simple gesto de la elección del nombre, la frescura y la transparencia de un Evangelio que busca transformar el corazón de los hombres por la caridad."

"El Papa Francisco tiene dos grandes devociones: la Virgen de Luján y San José y tal vez por ese motivo haya querido comenzar su pontificado aprovechando la solemnidad de San José que nosotros anticipamos con esta vigilia."

"A San José Dios le confía dos grandes responsabilidades, el cuidado del niño, de Jesús, y de María. Para Jesús ha sido el padre del corazón. San José ha sido testigo de su crecimiento, ha podido vivir con el Niño todas las delicadezas, todo lo que es propio del corazón del padre (una antigua oración decía: ‘José, sos el único hombre que pudiste besar a Dios’)."

"Le enseñó el trabajo de las manos y cuidó del Señor este verdadero padre del corazón. Pero la Escritura no nos deja una sola palabra de José. Qué notable que en el mundo de la comunicación no tengamos una sola palabra de San José y, sin embargo, este hombre justo, humilde, silencioso, es el patrono de la Iglesia universal. Era tal la relación con Jesús, era tal su cuidado amoroso que la Iglesia lo hizo su patrono. San José tiene una relación con Dios única."

"El Papa Francisco es un hombre de una enorme disciplina de vida. Se acuesta temprano y se levanta muy temprano. Hace una hora de adoración diaria, todos los días, a veces más. Y ha comentado 'debería hacer un poco más para poder llenarme del Señor, para poder descansar mi corazón en el Señor'. El Papa Francisco es un hombre de Dios. Tiene la seriedad del hombre religioso que ha entregado todo, y que está dispuesto a seguirlo a donde él lo lleve."

"Pero también, al mismo tiempo, el Papa Francisco va a cuidar a la Iglesia sirviéndola, sirviendo a la unidad de la Iglesia que es la función de Pedro, ya no la de José que no estuvo llamado a predicar sino a guardar silencio para ahondar en el amor de la Sagrada Familia."

"El Papa Francisco es un hombre que pondrá toda su inteligencia al servicio del encuentro de la Iglesia y la cultura. Trabajará para la nueva evangelización, trabajará para poner la Iglesia a la altura de este tiempo, para poder transmitir con claridad la frescura y la transparencia del Evangelio."

"Pero esto no lo hará solo. Que exigencia grande para los argentinos y para la Iglesia argentina. Cómo nos interpela a trabajar al servicio de los demás, a pensar en nuestra convivencia, cómo trabajamos para el Bien Común."

"Hemos aportado al mundo esta persona que pertenece a nuestra cultura, que tiene nuestro modo de ser, que creció en barrio, que es hincha de fútbol, que sintió su vocación en San José de Flores, que vivió su seminario en la Compañía de Jesús."

"En los últimos años ha ido creciendo en el mundo una gran orfandad. Detrás del Papa, los que tenemos fe y los que no, vemos una imagen de paternidad, un referente, que pueda guiar, conducir, iluminar, que pueda sacarnos de la intoxicación de consumo que produce la cultura en la que vivimos."

"Pienso que en esta paternidad, nosotros debemos que responder con suma responsabilidad. Es un modo de decirnos a nosotros: 'ayudenme, no me dejen solo, estoy en esto, soy uno de ustedes pero no puedo solo'."

"Esta necesidad de levantar la puntería en lo que estamos haciendo en nuestros proyectos y en nuestra vida nos va llegando tal vez cuando acabe esta ola propia del momento de la sorpresa del Papa argentino."

El resto de la celebración continuó normalmente, a excepción de la gran cantidad de fieles que colmaban el templo. Ordenadamente la comunidad se acercó a comulgar, entre ellos tres de los cuatro intendentes -menos Andreotti, de San Fernando- y hubo sacerdotes que se trasladaron a distintos puntos para facilitar la comunión.

Finalizada la celebración eucarística y ya fuera del templo, los jefes comunales presentes expresaron su parecer frente a la novedad del nuevo pontífice.

"Los intendentes de la Región Norte estamos acompañando al obispo como ocurriera en el 2005, ante la elección de un nuevo Papa. Es una alegría enorme", señaló el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, quien agradeció la presencia de sus pares.

"Soy un convencido de que hay una gran oportunidad, que no va a haber magia, que no se ha abierto el cielo para que se arreglen las cosas mágicamente en la Argentina, pero hay una oportunidad. Creo que esta vista del mundo puesta sobre la Argentina desde una mirada distinta nos debería llamar a la reflexión, a la unidad, al esfuerzo", expresó por su parte el intendente de Vicente López, Jorge Macri.

"Creo que la elección de un pastor cercano, argentino, al frente de la Iglesia nos tiene que llenar de orgullo, de emoción y de compromiso. Me parece que el llamado a construir una Iglesia para los pobres nos genera la obligación acá en la Argentina de doblegar (sic) el esfuerzo en la lucha contra la pobreza", expresó Sergio Massa, intendente de Tigre.

El inicio del pontificado será a partir de las 5:30 (hora de Argentina), en la Solemnidad de San José, patrono universal de la Iglesia, de los carpinteros y artesanos, de la buena muerte.

El evangelio de San Mateo narra "el nacimiento de Jesús desde el punto de vista de san José", del desposado de María, la cual "antes de que conviviesen se encontró con que había concebido en su seno por obra del Espíritu Santo".

En el texto, San José es presentado como hombre justo fiel a la ley de Dios, dispuesto a cumplir su voluntad. Por eso entra en el misterio de la Encarnación después de que un ángel del Señor se le apareció en sueños y le anunció: 'José, hijo de David, no temas recibir a María tu esposa porque lo que en ella ha sido concebido es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados'. Abandonado el pensamiento de repudiar en secreto a María, la toma consigo, porque ahora sus ojos ven en ella la obra de Dios.

A pesar de haberse sentido turbado, José actúa como le había ordenado el ángel del Señor, seguro de hacer lo que es justo. También poniendo el nombre de Jesús a ese Niño que rige todo el universo, se sitúa en las filas de los servidores humildes y fieles, parecidos a los ángeles y a los profetas, a los mártires y a los apóstoles.

San José anuncia los prodigios del Señor, atestiguando la virginidad de María, la acción gratuita de Dios, y custodiando la vida terrena del Mesías.