Se celebró una misa en Acción de Gracias por el obispado de Casaretto
Con una misa de acción de gracias celebrada frente a la Catedral de San Isidro, fueron celebrados los 28 años de ministerio episcopal de monseñor Alcides Jorge Pedro Casaretto, en la noche del viernes 16 de Marzo.
Con la presencia del nuevo Nuncio Apostólico, monseñor Emil Paul Tscherrig -quien en Enero pasado fue nombrado embajador de la Santa Sede en nuestro país por Benedicto XVI- y del nuevo obispo de San Isidro, monseñor Oscar Ojea, así como también sacerdotes de la diócesis de San Isidro, obispos de diferentes diócesis del país, representantes de entidades intermedias y feligreses, la ceremonia contó con la presencia de los cuatro intendentes de la Región Metropolitana Norte, Gustavo Posse (San Isidro), Jorge Macri (Vicente López), Luis Andreotti (San Fernando) y Sergio Massa (Tigre), además de los ex intendentes Enrique García (Vicente López) y Osvaldo Amieiro (San Fernando), además de la presidente del Concejo Deliberante de San Isidro, Lic. Rita Kuzis, entre otros concejales y autoridades municipales.
Monseñor Casaretto en el momento litúrgico asignado a la homilía leyó, casi textualmente, la carta que hace pocos días fuera enviada a la feligresía con motivo de su alejamiento de la función que ejerció durante 35 años.
En ella reseñó su historia pastoral desde que ejerció inicialmente en Rafaela, pero también se remonta a su infancia, su juventud, sus errores y aciertos, y sus momentos de dificultad, en los que está convencido que "el amor de Dios se antepuso a todos los acontecimientos y su gracia fue conduciendo mis pasos".
Destacando la labor de los jóvenes, de los consagrados y de "innumerables personas comprometidas en el orden político y social", el segundo obispo diocesano enumeró agradecimientos y fortalezas de la diócesis.
"Me gustaría también decirles que la obra del Señor en mí, sobre todo en los hechos más dolorosos, ha superado con creces lo que yo en mis años jóvenes hubiera podido imaginar sobre el amor de Dios", señala el obispo emérito.
En su carta, Casaretto mencionó a monseñor Ojea, tercer obispo de San Isidro, con quien "hemos compartido pudimos forjar una verdadera amistad cuyo centro ha sido y es el mismo Señor Jesucristo. Me alegra mucho que él sea ahora el obispo de todos ustedes".
"La misión de un obispo sólo es posible con la colaboración de los sacerdotes. La gran mayoría de los presbíteros de esta diócesis han sido ordenados por mí. Esto ha creado un lazo imborrable. Siento un profundo afecto y enorme valoración por todos ellos, y una honda gratitud porque siempre han estado conmigo en las pruebas. Espero y deseo en este tiempo futuro, suplir con mi oración por todos ellos, las carencias que de mi parte pudieran haber afectado nuestra relación."
"Creo sinceramente -continúó Casaretto- que en esta diócesis hay un laicado participativo y con notables inquietudes apostólicas. Me siento muy agradecido por tantas iniciativas y realizaciones que han dado vida a esta Iglesia Diocesana y fortalecido las diversas comunidades. De modo particular agradezco a Caritas Diocesana y a todos aquellos laicos comprometidos en los contextos de mayor pobreza."
Sobre el final de su carta Casaretto aseguró que Dios quiere que él rece más y que lo que físicamente no pueda realizar "lo supla con un mayor tiempo de contemplación"
A los jefes comunales, Casaretto les dijo: "Ustedes pertenecen a diferentes partidos políticos, pero sería bueno que sigan trabajando en conjunto por el bien de la Región Metropolitana. Ese gesto sería un ejemplo para el país".
Luego de la celebración eucarística, el intendente de San Isidro, expresó: "Esta celebración, además de festejarse los 28 años del ministerio episcopal de Casaretto representa para nosotros el inicio de una nueva etapa, en la cual él ya no es más obispo de nuestra diócesis. Personalmente no sabía cómo iba a impactar este cambio de obispo, pero hoy puedo decir que estamos muy conformes, ya que se ha realizado una muy buena transición entre Casaretto y Ojea. La diócesis de San Isidro resulta un muy buen ejemplo de cómo el Estado y la Iglesia pueden caminar juntos por el bien común", señaló Gustavo Posse.
Conferencia de prensa
"Quiero agradecer el muy buen vínculo que hemos tenido todos estos años con la prensa, así como su actitud servicial hacia la Iglesia al momento de comunicar nuestras actividades al pueblo", enfatizó el saliente obispo de San Isidro, monseñor Jorge Casaretto al despedirse de los periodistas y comunicadores de los medios zonales en Anchorena 469, San Isidro.
"A través de una sabía medida que posee la Iglesia, cuando los obispos cumplimos 75 años debemos presentar la renuncia. Me siento bien en lo físico, espiritual y mental, pero lo cierto es que las fuerzas disminuyen y el peso de las responsabilidades de la diócesis es muy fuerte".
Durante el encuentro con la prensa, anunció que seguirá trabajando como miembro de la Pastoral Social.
Refiriéndose a la pobreza y a la educación, Casaretto expresó: "Por un lado, lo que queda pendiente es un trabajo más extenso sobre la pobreza en Argentina, ya que aún hay focos importantes ligados a temas educativos y laborales. Por otro, el deseo de que Jesucristo sea conocido e interpretado en la cultura actual. Y que la Iglesia pueda llegar con su mensaje a todos", señaló.
Además, el obispo emérito agregó que "la educación es la base de la superación de la pobreza, se trata de una tarea esencial en la cual Oscar Ojea seguirá avanzando".
Como balance sobre sus años en el ministerio episcopal, Casaretto reflexionó: "Es muy difícil decir si las expectativas se cumplieron, esas evaluaciones se las dejo a Dios".
Finalmente, con respecto a los comunicadores, sostuvo: "Tuve la gracia de estar seis años presidiendo la Comisión Episcopal de Medios, lo que me sirvió para tomar contacto con muchos periodistas de todas partes. Resulta importante la necesidad de que los medios puedan seguir expresándose y generen cada vez más comunión entre la gente".