Entre los llamados de apoyo hacia el pueblo chileno se sumó el del papa Benedicto XVI quien pidió solidaridad "en particular de las organizaciones eclesiásticas" con las personas afectadas por el sismo en Chile, que dejó más de 300 muertos y miles de heridos.
"Mi pensamiento se dirige a Chile y a las poblaciones afectadas por el terremoto, que causó numerosas pérdidas de vidas humanas y daños", dijo Joseph Ratzinger. "Estoy seguro que no faltará la solidaridad con los afectados", agregó.
Después del Angelus en la Plaza San Pedro Benedicto XVI afirmó el domingo -28 de Febrero- que reza "por las víctimas" y que se encuentra "espiritualmente cerca de las personas afectadas por tan grave calamidad".
"Ruego por las personas puestas a prueba por tan grave calamidad, para ellas imploro que Dios las alivie en el sufrimiento y les dé fuerza en esta adversidad", destacó.
El llamamiento a la solidaridad fue retomado luego por el Papa al saludar en lengua española: "Me siento especialmente cerca de la querida población chilena, afectada por un gran terremoto en su país. En un momento como este surge espontáneamente una oración al Señor para las víctimas y un mensaje de apoyo para todos, para que superen esta gran prueba".
Escuchar a Dios para ser uno mismo
Al finalizar los ejercicios espirituales en los que participó junto a los cardenales de la Curia Vaticana, el Papa Benedicto XVI resaltó la necesidad de escuchar a Dios en el "nosotros" de la Iglesia, "en la comunión de los santos", siguiendo el ejemplo de la Virgen María que oyó el llamado de Dios de esa forma y fue dócil al plan que el Señor tenía para ella.
En sus palabras en la Capilla Redemptoris Mater al finalizar los ejercicios espirituales en la mañana del sábado -27 de Febrero-, predicados por el sacerdote salesiano Enrico dal Covolo, sobre el tema "Lecciones de Dios y de la Iglesia sobre la vocación sacerdotal", el Santo Padre resaltó que este presbítero escogió como punto de llegada "la oración de Salomón para tener un ‘corazón que escucha’".
Benedicto XVI indicó luego, a partir de esta afirmación, que "el hombre no es perfecto en sí, el hombre necesita de la relación, es un ser en relación" y por ello "necesita escuchar, escuchar al otro, especialmente al Otro con mayúscula, a Dios. Solo así se conoce a sí mismo, solo sí llega a ser él mismo".
"Desde mi lugar (en la capilla) siempre he visto a la Madre del Redentor, la Sedes Sapientiae, el trono viviente de la sabiduría, con la Sabiduría encarnada en el vientre. Y como hemos visto, San Lucas presenta a María como mujer de corazón en escucha, que está inmersa en la Palabra de Dios, la medita, la recibe y la conserva, la custodia en su corazón".
Benedicto XVI resaltó luego que "los padres de la Iglesia dicen que en el momento de la concepción del Verbo eterno en el vientre de la Virgen el Espíritu Santo entró en María a través del oído. En la escucha ha concebido a la Palabra eterna, ha dado su carne a esta Palabra. Y así nos dice qué significa tener un corazón en escucha. María está aquí circundada por los padres y madres de la Iglesia, por la comunión de los santos. Y así vemos y hemos entendido en estos días (de retiro) que en el yo aislado no podemos escuchar realmente la Palabra: solo en el nosotros de la Iglesia, en el nosotros de la comunión de los santos".
Seguidamente destacó que el P. dal Covolo "ha dado voz a cinco figuras ejemplares del sacerdocio, comenzando por Ignacio de Antioquía hasta el querido y venerable Papa Juan Pablo II. Así hemos percibido realmente qué cosa quiere decir ser sacerdotes, ser siempre cada vez más sacerdotes".
Finalmente el Papa Benedicto señaló que el sacerdote salesiano "subrayó que la consagración se orienta a la misión, está destinada a convertirse en misión. En estos días hemos profundizado con la ayuda de Dios en nuestra consagración. Así, con nuevo coraje, queremos ahora afrontar nuestra misión. Que el Señor nos ayude. Gracias a usted por su ayuda, Padre Enrico".