En Thiberville, una población pequeña de la diócesis de Évreux (Francia), el párroco P. Francis Michel, quien celebraba la Santa Misa según le brinda la libertad el Motu Proprio Summorum Pontificum, además de celebrarla según la Forma Ordinaria, generó la apatía de su obispo, que decidió reemplazarlo.
Monseñor Christian Nourrichard, obispo de Évreux desde el 28 de Enero de 2006 y antiguamente coadjutor, se hizo presente el 3 de Enero de 2010, junto con un nuevo sacerdote para darle posesión oficial de la parroquia de Saint-Taurin de Thiberville, ya que oficialmente el P. Michel había sido destituido.
Esta actitud fue rechazada por los fieles que respaldan al P. Michel, (incluyendo el alcalde y los concejales) ocasionando que el obispo Nourrichard tuviera que retirarse para evitar que el asunto llegara a mayores.
Las imágenes del video -interesante ver cómo el obispo luce una casulla con los colores que caracterizan al movimiento homosexual- dan cuenta del penoso acontecimiento captado por France 3, durante el cual los fieles se quejan sin remilgos al prelado, lo abuchean y cuestionan por su actitud.
Según trasciende la deficiente labor pastoral llevada a cabo por distintos prelados en esta región de Francia -y en otras- durante décadas ha provocado el gran declibe en la religiosidad general, un resultado desvastador: parroquias cerradas una tras otra, clases de catecismo sin concurrencia, no hay vocaciones, y las cuentas no cierran.
Y en ese desierto el Padre Michel, que celebra la Misa en la forma tradicional y también en la ordinaria, tras 20 años de incansable trabajo ha provocado que Thiberville y las otras 14 capillas de otros tantos pueblitos que atiende el padre se han beneficiado de tan gran apóstol: Las misas están llenas y son muchas, las clases de catecismo van viento en popa, hay una activa participación de los fieles, de los grupos de monaguillos, cofradías, las iglesias están magnificamente restauradas y los funerales son celebrados por el propio párroco con gran agradecimiento de los fieles.
Volviendo a nuestro país, y como ya informáramos, en el seminario "San Agustín" de la diócesis de San Isidro [Adrián Beccar Varela 699, San Isidro] no había -hasta el final de año 2009- ningún inscripto para ingresar. Ahora nos llega la información de que en seminario "San José" de la diócesis de Morón [Gorriti 3425, Hurlingham] -jurisdicción que dirigió desde 1980 hasta 2004 monseñor Justo Laguna-, sólo hay en la actualidad 4seminaristas, cuando en la década del '80 llegaron a ser 120...
En San Isidro hemos podido observar cómo decrece la cantidad de fieles en ciertas parroquias y capillas, en tiempos en los que nos imaginamos que por la desolación que provocan los problemas sociales, el hambre, la inseguridad y el vacío de una sociedad insatisfecha y sin rumbo, debería ocurrir todo lo contrario. ¿Nuestro destino será similar al de Europa?
