2009 | El jueves 27 de Agosto desde las 19:00, en las
instalaciones del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal de San Isidro
"Dr. Horacio Beccar Varela" [Adrián Beccar Varela 774, San Isidro], que
dirige el historiador Bernardo Lozier Almazán, el Dr.
Enrique Bonomi brindó una conferencia titulada "Vida y Obra del
Padre Leonardo Castellani".
Ante una sala colmada (como ocurre con cada
actividad organizada en este Museo) el Dr. Bonomi recorrió la
vida del prolífico y respetado autor, agudo pensador y encumbrado teológo que no
cesó en su afán por llevar las enseñanzas de Cristo, en
impulsar la reflexión sobre la Patria.
Nacido en 1899 en la provincia de
Santa Fe, Leonardo Luis Castellani, luego de hacer sus primeras
letras de manos de una señora en su casa (algo nada extraño para la época), pasó
por la escuela primaria, época de la que siempre rescató a un sacerdote
Salaverri ("Muy buen docente, que me puso algunos
conocimientos capitales en la cabeza”, dirá). En 1913 inicia sus estudios
secundarios en la Colegio de la Inmaculada (de la Compañía de Jesús) en Santa Fe
de donde egresaría de bachiller.
El 27 de Julio de 1919
se inicia en el noviciado de los Jesuitas en la ciudad de Córdoba. De ese
período surgen las fábulas "Camperas” y "Historia del Norte bravo” con sus
viajes de vacaciones en el Chaco santafesino siendo seminarista.
A partir
de 1924 enseña filosofía en el Colegio del Salvador, cursó teología en el
seminario de Villa Devoto y en 1929 el provincial de la Compañía, al advertir su
capacidad para el estudio, lo envía a Roma para continúe su formación en la
Universidad Gregoriana donde es ordenado sacerdote el 31 de Julio de 1930 en la
Iglesia de San Ignacio.
Allí, luego de estudiar a las órdenes de
prestigiosos docentes, obtiene el doctorado en teología en 1932.
Sobre
esto, dijo alguna vez Irene Caminos –que fuera su secretaria y
ayudante-, vale destacar que el padre Leonardo
Castellani es el único argentino que conquistó con su esfuerzo
dos títulos doctorales en dos centros de los más encumbrados de la
intelectualidad europea: la Sorbona de Paris y la Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma.
Castellani, con notas
sobresalientes, obtuvo el título más alto que la Iglesia Católica otorga a los
más sabios de los doctores. Un diploma con la firma del Papa Pio
XII y el Propósito General de la Compañía de Jesús acreditan que
Leonardo Castellani es Doctor Sacro Universal
que lo habilita a enseñar filosofía y teología sin reválida. El mismo le da
derecho a publicar sus escritos sin censura previa.
En 1932 fue a Francia
a estudiar donde obtendría su diploma de estudios superiores en filosofía
sección psicología. "La psicología en los años ’30 no era una ciencia
autónoma –dice Bonomi-,
independiente”.
Cuando regresa a la Argentina se dedica a la
enseñanza en diversos sitios (el Colegio del Salvador, el seminario de Villa
Devoto, el Colegio Máximo de San Miguel), a traducir una parte de la Suma
Teológica de Santo Tomás de Aquino, a escribir en la revista Criterio y en el
suplemento literario de La Nación (1941).
Castellani
recurrió al uso de seudónimos a la hora de escribir algunos versos y escritos
varios. Uno de ellos fue Jerónimo del Rey y otro Militis Militorum.
De
esos escritos, el Dr. Bonomi recorrió uno, parcialmente, "La
Payada de la Virgen de Luján".
Interesado en la más alta
política, fue tentado a ser candidato a diputado nacional, lo que motivó en 1946
el inició de un ciclo de desventuras: el superior de la orden jesuita lo
"invita” a abandonarla por "poca obediencia a la censura”.
Confinado a Manresa (España), en un convento de los jesuitas, allí estuvo
separado por desobediente e iniciando una serie de males físicos que lo
acompañaron toda su vida.
En 1949, a instancias de unos amigos, escapó de su confinamiento y volvió a
la Argentina donde, paulatinamente, retornó a la docencia, primero en Salta y
luego en Buenos Aires.
En 1952 retorna a sus cátedras en distintos colegios e instituciones pero no
se le permitía aún oficiar misa, es por ello que asiste a la Iglesia de Santa
Catalina y en Nuestra Señora de la Piedad como un feligrés mas. De los
comentarios que elaboraba sobre el Evangelio dominical surgiría el libro "El
Evangelio de Jesucristo” y "Las parábolas de Jesucristo”. Junto a Fermín
Chávez "Las mejores poesías de la lírica argentina”.
En 1961 vuelve a decir misa en Buenos Aires y, finalmente, en 1966, su
relación con la Iglesia Católica se restablece totalmente. Un año despues
comenzaría la edición de la revista "Jauja”, que dirigiría durante tres
años.
El Padre Castellani se dedicó al periodismo, a la docencia,
a la teología, con auténtica pasión. Se inició en la psicología, cuando esta aún
no era una disciplina tan extendida, ocupándose de unir la Fe y el estudio de la
psiquis en la formación de los sacerdotes en el seminario de Villa Devoto.
El Dr. Enrique Bonomi finalizó su exposición en el Museo
Beccar Varela leyendo unas líneas del Padre Castellani
referidas a la Patria, un recurrente tema en los trabajos del sacerdote:
Amar la patria
es el amor primero
y es el
postrer amor
después de Dios,
y si es crucificado
y verdadero
ya
son un solo amor,
ya no son dos.
Amar la patria
hasta jugar el cuero
del puro
patrio
Bien Común en pos
y afrontar marejada
y majadero
eso se
inscribe
al crédito de Dios.
El Padre Castellani publicó muchos libros, entre los cuales
cabe mencionar ”El Evangelio de Jesucristo", "Cristo ¿vuelve o no vuelve?", "El
Apokalypsis de San Juan", ”Las parábolas de Cristo", "San Agustin y Descartes",
”Conversación y crítica filosófica", "Elementos de metafísica", "El libro de las
oraciones", ”Esencia del liberalismo”, "Sentir la Argentina. Leopoldo Lugones",
"La reforma de la enseñanza", ”El nuevo gobierno de Sancho", ”Las
canciones de Militis", "La catarsis católica en los ejercicios espirituales de
Ignacio de Layola", "Freud en cifra", "Historias del Norte bravo" y "Camperas",
entre muchos otros.
El prolífico sacerdote falleció el 15 de Marzo de 1981 y sus
restos fueron llevados al cementerio de La Recoleta. Posteriormente, a
instancias de allegados, se lo trasladó a la ciudad de Reconquista (Santa
Fe).