Con una misa presidida en la explanada del Rosario de Lourdes por el cardenal Severino Poletto, arzobispo de Milán, y otra en la basílica de Santa María la Mayor, en Roma, por el cardenal Tarsicio Bertone, concluyó en la pasada fiesta de la Inmaculada Concepción el año jubilar por el 150 aniversario de las apariciones marianas en el pequeño pueblo francés de Bernadette Soubirous, de cuya canonización se conmemoraba también, ese día, el 75 aniversario.
La celebración italiana había estado precedida por una procesión en la que participaron miles de fieles que portaban cirios encendidos para recibir a la imagen peregrina de la Virgen de Lourdes. La imagen permaneció expuesta durante tres días en la basílica romana ante una multitud de visitantes atendida por la Unión Nacional Italiana para el Transporte de Enfermos a Lourdes y a otros Santuarios Internacionales (UNITALSI), una asociación con la que colaboran unas 100.000 personas.
En el lugar de las apariciones, que fue visitado en septiembre por el papa Benedicto XVI, unos 30.000 fieles escucharon la homilía en la que el cardenal Poletto se refirió a Lourdes como un lugar del que puede obtenerse "una fuerza particular para no abdicar de nuestras convicciones". La víspera por la tarde, los visitantes divididos en grupos lingüísticos habían hecho el camino jubilar inverso –de la gruta de Massabielle a la iglesia parroquial- como preparación al tema que presidirá las peregrinaciones de 2009, y que bajo el título "Seguir a Cristo: el camino de Bernadette", ha fomentado también la realización de un coloquio en la pequeña villa de la región de Midi-Pyrénées.
El padre Horacio Brito, nuevo rector de los santuarios de Lourdes, ha resaltado el notorio incremento del número de peregrinos que han visitado en 2008 este importante centro del culto mariano. Frente a los 6 millones de 2007, se calcula que este año han pasado por allí unos 9 millones de fieles.
Reconocidas cinco curaciones
En una rueda de prensa convocada el 1 de diciembre, el Comité Médico Internacional de Lourdes (CMIL) ha reconocido la autenticidad de cinco curaciones que ha calificado de "remarcables". Según el profesor François-Bernard Michel, presidente de este grupo de expertos que comprende unos veinte miembros, los casos "han sido objeto de un diagnóstico profundo", y las curaciones, experimentadas por personas entre los 40 y los 69 años, "han estado acompañadas por una transformación espiritual evidente". Tal cambio de estado, se señala, ha sido "súbito" y "está ligado a Lourdes, con frecuencia a una peregrinación".
La declaración de un milagro no corresponde al CMIL, que se limita a dar fe de la curación y de su carácter inexplicable desde el punto de vista científico. Será la Iglesia, y concretamente el obispo de la diócesis –actualmente monseñor Jacques Perrier- quien se pronuncie luego sobre la consideración de estos casos "remarcables". Hasta la fecha sólo han sido reconocidos 67 milagros de entre los 7.000 testimonios de curaciones presentados desde 1883 ante la oficina médica del santuario.