La ludopatía, los riesgos de las apuestas online y los niños
Con una concurrencia de alrededor de 70 personas, en su mayoría docentes o vinculados al trabajo con niños y jóvenes, se realizó el miércoles 10 de Julio en el colegio “Carmen Arriola de Marín” [Del Libertador 17.115, Beccar] un taller a cargo de la Lic. Lucía Fainboim(*) en torno a un tema de gran preocupación, la ludopatía.
El 16% de los jóvenes, según un reciente estudio de la consultora Opina Argentina, reconoció su participación en apuestas en línea. Ante esta situación, la Municipalidad de San Isidro organizó este encuentro que buscó mostrar la realidad del vínculo entre dispositivos y niños y de cómo lo que parece para muchos inofensivo (jugar, pasar el rato, con jueguitos) trae consecuencias peligrosas, aunque no se llegue a concretarse una adicción.
“Lo que hicimos fue tomar el tema en la agenda. Los chicos entran a jugar en las apuestas online empiezan a tener este tipo de comportamientos a los 13, 14 años. Pensamos en estrategias, herramientas para que ellos tomen conciencia de que esto de las apuestas no es un juego, sino que es algo que tiene su lado riesgoso”, expresó a Portal UNOMercedes Sanguineti, secretaria de Educación, Cultura y Trabajo de San Isidro.
En la charla también se buscó reflexionar en qué le están mostrando los adultos a los niños y jóvenes. “Ahora estamos a las puertas de las vacaciones de invierno y es muy importante que podamos generar espacios donde los chicos salgan al aire libre, jueguen, se muevan, se diviertan de manera diversas y que el celular no sea ese escape de pasar las horas, porque la realidad es que se puede volver realmente una adicción.”
“Muchas veces los chicos entran en estos sitios de apuestas, algunos legales otros ilegales, que es muy difícil de controlar y están por ahí expuestos a que le saquen el dinero, a que les presten dinero, después les pidan que lo devuelvan y no tienen.” Puede que este comportamiento no llegue a ser una adicción, pero sí expone a los menores a situaciones de mucha vulnerabilidad, soledad, ansiedad, preocupación.
La especialista Lucía Fainboim señaló, entre muchas otras cosas, que a veces los chicos empiezan a tener todo el día pensamientos de cómo van a jugar, cómo van a conseguir más plata, cómo van a lograr un resultado diferente al que tuvieron que es cuando perdieron plata.
Mercedes Sanguineti destacó una idea que planteó Fainboim: “Cada celular puede ser un casino”. Es claro que un menor no podría ingresar a un casino físico, le está vedado el juego. Pero a través del celular puede entrar, puede apostar, puede jugar y nadie le pone freno al ingreso ni al tiempo de permanencia. Es el resultado de un estímulo fuerte que le llega por la promoción de lograr un rédito o, simplemente, de avanzar en las etapas de un juego en el que no puede dejar de pensar.
La especialista explicó que esta situación se da luego de que durante años se impusieron los juegos sin apuestas ni dinero de por medio. Poco a poco se fue instalando algo que fue el campo arado para este negocio que tiene a los niños y jóvenes como público predilecto.
Las empresas de apuestas son promocionadas en transmisiones deportivas, en camisetas de equipos, a través de jugadores o influencers. Toda la sociedad se ve expuesta pero los que menos fortalezas tienen frente a todo esto son los niños y adolescentes.
“La ludopatía que es un tipo de adicción. Hay que pedir ayuda como lo hacemos con otro tipo de adicciones, como pueden ser las compras, la comida”
ESCUCHAR LA CHARLA DE LUCÍA FAINBOIM
Lucía Fainboim ubicó en los 13 o 14 años el inicio en las plataformas de apuestas digitales, de la figura de los “cajeros” que actúan como intermediarios entre los chicos y las aplicaciones, del tiempo que los chicos dedican a elaborar estrategias para tratar de recuperar el dinero perdido, de cómo funciona el sistema de recompensas inmediatas que proponen los juegos de azar y de cómo hoy cada celular en manos de nuestros chicos es un potencial casino.
Al principio los usuarios de estas plataformas reciben “créditos” o “bonos” que, de a poco, los van estimulando a seguir participando, luego pasan a disponer del dinero que los adultos les facilitan en billeteras virtuales (Mercado Pago, DNI, etc.) y a buscar formas de recuperar el dinero ya perdido. Una cadena que llega a pequeños robos, pedido de dinero fuera de la familia y las obvias complicaciones para saldar sus deudas. Es indudable que todas son circunstancias inconvenientes para un niño.
La especialista sugirió a los presentes estar alerta a los cambios de conducta de los alumnos y, en esos casos, considerar que pueden estar atravesando por esta problemática.
Destacó, además, favorecer un espacio de escucha genuino, seguro y empático, donde los menores puedan hablar de lo que les pasa y donde el docente pueda validar lo que les ocurre. Si hay un chico que está sufriendo una adicción necesita acompañamiento y tratamiento de salud mental. Ante un signo de alerta, hay que dar aviso urgente a las familias.
(*) Licenciada en Ciencias de la Comunicación y docente universitaria. Experta en ciudadanía y crianza digital, es cofundadora y directora de la consultora Bienestar, y desde hace más de una década estudia e investiga el cruce entre cultura, educación y tecnología con el objetivo de impulsar un uso más saludable de las plataformas digitales.