El profesor del taller de fotografía analógica Pedro Hasperué dirige el curso gratuito que se dicta en el Centro Integral de Capacitación de San Isidro.
Allí expone sobre la construcción de la imagen y las funciones de la máquina; sobre la luz y los lentes. "La idea es reconstruir la fotografía desde la teoría, por eso armamos cámaras con lupas, lentes, y materiales como cartón y latas", comenta.
Hace unos años, cuando se puso de moda la imagen digital, el docente creyó que iba a tener que dedicarse a otra cosa. "Pensé que iba a tener que abrir una verdulería pero en realidad pasó todo lo contrario, la gente volvió a buscar el origen de la fotografía así que se dio una especie de redescubrimiento de todo lo analógico", explica.
El curso se dicta una vez por semana. "Le damos mucha importancia a la técnica. Tenemos un laboratorio así que hacemos nosotros el revelado químico".
"El curso es completo", dice Amparo Guirao, que se recibió de escenógrafa y ahora estudia Profesorado de Artes Visuales. Sin embargo, no es necesario tener conocimientos previos o una cámara último modelo; en el Centro las máquinas se comparten o el lugar provee lo que haga falta.
"Me lo recomendaron varias personas que lo hicieron y quedaron muy copadas. Me parece interesante hacer mis cámaras, preparar mis químicos para revelar y aprender lo básico del proceso antiguo de la fotografía", agrega la joven de 24 años.
Para Agustín Gallardo, que estudia Ciencias de la Computación y se define como fanático de las fotos, "está buenísimo que sea gratis y cerca porque sino no podría hacerlo".
Además, comenta por qué le parece interesante el curso: "Tiene un toque vintage, es mucho más entretenido que sacar 800 fotos con la digital. Saber cómo funciona una cámara es importante porque así aprendo a sacar mejores fotos".