El intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, propuso dar un salto en la calidad de la educación pública luego de que se haya retrocedido con la polémica ley de educación que pretendía promover el gobierno de la provincia de Buenos Aires.
"Era una locura permitir a no docentes dar clases a niños de cuatro y cinco años; y eliminar los aplazos a los chicos de primaria. Es un error ideológico y conceptual creer que la integración social se logra nivelando hacia abajo", afirmó Posse.
"No puede haber una educación de primera y segunda. La escuela pública debe ser de excelencia, con exigencias para alumnos y docentes, que permita el progreso social".
Además, remarcó avanzar en políticas educativas que equiparen la educación pública con la privada y explicó que en San Isidro se implementaron talleres extra programáticos, que pueden exportarse como modelo en todo Buenos Aires.
"Los talleres son clases que el municipio destina a colegios públicos para jerarquizar la educación de gestión estatal: inglés, computación, arte y apoyo escolar son algunos de ellos", aseguró.
También destacó que la Municipalidad beca a jóvenes que participan de capacitaciones en oficios en centros de formación profesional; y que a los estudiantes, provenientes de los últimos dos años escolares, se los capacita laboralmente para garantizarles el ingreso a una empresa de primera línea.
"En San Isidro la educación también se complementa con cursos de prevención de violencia escolar, para crear conciencia sobre el bullying; actividades en los seis campos de deportes municipales, para que los chicos puedan desarrollar sus aptitudes físicas e incorporar valores; y talleres artísticos en la Dirección de Juventud, para promover oficios", resaltó el intendente.
"El objetivo es que todos los jóvenes, con estudio y esfuerzo, tengan la oportunidad de progresar", concluyó Posse.