Luego de perderle el miedo a las nuevas tecnologías, a la computadora en especial, es posible descubrir un mundo nuevo de posibilidades. Los chicos, que nacen en esta era digital, no temen, incorporan directamente todo este lenguaje que los rodea.
Pero cuando se nació unos cuantos años antes de que Microsoft, la empresa de Bill Gates, revolucionara todo, la cosa no es tan sencilla. De todos modos, como la capacidad de aprendizaje es algo que acompaña al hombre toda su vida, en Puerto Libre [Sebastián Elcano 2340, Martínez], la sede del Programa Juventud Prolongada, los secretos de cómo sacar provecho de una computadora se descubren con paciencia y dedicación.
En una sala con 15 computadoras inaugurada un domingo de Abril último la profesora Elena Catalano recibió el martes 11 de Diciembre a Portal UNO mientras algunos de los alumnos que toman clases con ella trabajaban cada uno en su terminal.
Ante la pregunta sobre cómo se enseña computación a quienes, tal vez, nunca usaron ni siquiera una máquina de escribir, la profesora dice categórica y sonriente "Con mucho amor". Puesta a explicar, señala que "fundamentalmente hay que hacerles perder el miedo a lo tecnológico, que no tengan temor a tocar o romper. Lo primero que hago luego es enseñarles cosas para que se familiaricen con el mouse mediante trabajos sencillos con el Paintbrush, un simple programa de dibujo, sólo para que se acostumbren a dominar el cursor."
"Luego vendrá lo de empezar a usar los programas básicos, saber buscarlos tanto en estas máquinas sino en cualquiera, abrir una casilla de correo, usar procesadores de texto, buscadores, distintos navegadores (aunque usan preferentemente Google Chrome), cortar y pegar contenidos, buscar material en video, usar Skype, etc."
Entre los alumnos, todos de la tercera edad por supuesto, hay quienes alguna noción de correo electrónico tenían. Otros no sabían nada, como el caso de Nadia una entusiasta abuela que se sintió plena la primera vez que pudo enviar un email.
Rosa por su lado, relató su experiencia de cuando un hijo viajó al sur y ella, con muy pocas indicaciones, encendió la computadora, abrió sitios web y descubrió cosas del lugar donde estaba su hijo. Renee, reconoce que, aunque usa con facilidad Skype para comunicarse con su hija que vive a unos cuantos miles de kilómetros, aún hay varias cosas que quiere dominar de la computadora.
Carlos, un arquitecto que aún trabaja en su profesión, lamenta no poder destinarle mucho tiempo a la práctica de lo que aprende en clase en Puerto Libre, aunque reconoce que lee diarios por Internet. Sabe y confiesa que dedicándole un rato a diario estos nuevos recursos se hacen cada vez mas comprensibles. "Esto es una maravilla", resume categórico.
Superados los naturales recelos a cometer errores -algo natural para cualquiera pero tal vez más para quienes fueron educados en un tiempo distinto del actual- se abren puertas llenas de sorpresas con una computadora mediante: volver a escuchar música que hacía años no se hacía, ver imágenes de lugares conocidos o desconocidos, estar más informado de los temas de su interés y, seguramente una de las cosas más importantes, reducir las distancias con los seres queridos a través del correo electrónico, Facebook o Skype.
Bienvenida la tecnología que permite acercar a la gente y bienvenida la buena costumbre de aprender, a toda edad.
Dependiente de la Dirección de Tercera Edad que encabeza Antonio De Pascua, el Programa Juventud Prolongada nació en 1984 para estimular a los adultos mayores, dándole distracción, deporte, actividad social, aprendizajes diversos y la ocasión de hallar nuevos amigos. Puerto Libre es la sede principal del programa del que pueden disfrutar quienes hayan cumplido 60 años.
Informes: 4580-3122 / 23 (De lunes a domingo de 9:00 a 16:00)
