Allí estuvieron también el obispo diocesano, Monseñor Alcides Jorge Pedro Casaretto, el párroco Pedro Oeyen y el intendente de San Isidro, Dr. Gustavo Posse, además de los integrantes de la Comisión de Restauración de la Catedral trabajando en la apertura de la particular caja, que no quería ceder, seguramente por los efectos de los 112 años transcurridos desde su colocación.

Se trata de una masa de granito, de 100 x 70 x 55 cm y un peso de unos 800 kilos, que ya con la presencia de los feligreses de la misa posterior ingresando al templo, mostró su contenido: El acta original de la construcción del templo (1895), ejemplares de los diarios "La Prensa" y "El Correo", medallas alusivas a la ceremonia, monedas de curso legal del momento y algunos anillos.

Esta ceremonia de apertura tuvo su origen en el hallazgo casual del 22 de Mayo cuando los obreros trabajaban en la zona posterior del altar. Los elementos encontrados, si bien son legibles, no están en las mejores condiciones, ya que tanto la piedra como la caja de hierro que estaba en su interior sufrieron filtraciones de humedad lo que deterioró los objetos.

"Esta demora en abrir la caja demuestra que no hemos querido abrirla hasta hoy. Pero lo hallado en el interior no creo que pueda utilizarse para las obras de restauración del templo", bromeó el párroco Oeyen quien hizo iluminar el techo de la Catedral para que los presentes observen el final de obra de parte del área superior de la Iglesia.

Los elementos hallados permanecerán en exhibición en la Catedral hasta que se les dé un destino definitivo.