[2004] - Ladislao Federico Martínez nació en Buenos Aires el 17 de julio de 1826, hijo del matrimonio de Ladislao Martínez Castro y doña Bernardina Ximenez y Rodríguez, quienes lo bautizaron en la porteña iglesia de San Miguel el 18 de diciembre de aquel año, siendo padrino don Félix Castro, tío abuelo del párvulo (casado con Luisa de Rocha fue padre del gobernador Emilio Castro) y madrina Manuela Castro, su abuela.
Antes de trazar su semblanza biográfica, remontaremos los ríos de sangre a fin de hacer una rápida exploración de sus antecedentes familiares y constatar su arraigo en el Río de la Plata y sus antiguas vinculaciones sanisidrenses.
Su padre, Ladislao Martínez Castro, nacido en 1792, participó activamente en las Invasiones Inglesas con tal heroismo que Santiago Calzadilla, en "Las beldades de mi tiempo", nos lo recuerda con este comentario: "cabe hacer notar el valor de un jovencito de 14 años, llamado Ladislao Martínez, que dicen se batió con singular arrojo, hasta merecer de sus enemigos el sobrenombre de Napoleón Chico".
Luego de estudiar en el Colegio de Monserrat de Córdoba, donde rindió pruebas de matemáticas, Martínez Castro ingresó en la milicia obteniendo el grado de subteniente de artillería el 1º de enero de 1812, dos años después revistaba como capitán de artillería de línea.
En 1820 se encontraba en Montevideo donde contrajo matrimonio el 1 de noviembre de 1821 con doña Bernardina Ximenez y Rodríguez, de quienes descienden cuatro hijos: nuestro personaje Ladislao Federico, Clementina, Elena y Agustina.
Nuevamente en Buerios Aires fue nombrado miembro de la Comisión de Inmigración el 18 de mayo de 1826, al año siguiente, en vista de los problemas económicos que afrontaba el país por el pago de la deuda contraída con la Baring Brothers, se suscribió con 500 libras esterlinas para garantizarla, pero su oferta no prosperó. En adelante se ocupará de administrar los campos que se le habían concedido en enfiteusis en la Laguna de los Padres, vendiéndolos en 1847 a José Gregorio Lezama. Ladislao Martínez Castro fue una prestigiosa figura de la sociedad porteña de aquel entonces, poseedor de una cuantiosa fortuna, consistente en enormes extensiones de campo en Lobería y una chacra en San Isidro de aproximadamente 500 metros de frente sobre el río por una legua de fondo. Hasta aquí nuestra incursión familiar para ubicar a nuestro personaje en su contexto histórico y socio-económico.
Ladislao Federico Martínez, luego de aprender sus primeras letras en Buenos Aires, completó sus estudios en el cordobés Colegio de Monserrat. Fallecido su padre tomó a su cargo la administración de los extensos campos que poseían en la localidad de Campana, provincia de Buenos Aires, hasta que por contrato signado junto con sus hermanas, el 23 de mayo de 1855, los arrienda por seis años a los hermanos Costa, quienes con el tiempo se lo adquirieron con la totalidad de la hacienda y el derecho a las marcas de ganado.
Ladislao Martínez contaba con otras propiedades, también heredadas de su padre, entre las que se contaba la chacra de San Isidro, con una casa sobre la barranca al río. Con los años subdividió las tierras en pequeñas parcelas que entregó a los interesados con el compromiso de levantar sus viviendas, dando lugar a la formación de un pueblo.
La empresa del Ferrocarril del Norte compró las tierras para la construcción de la estación que lleva su nombre, inaugurándose el 18 de noviembre de 1871, fecha en que quedó librada al uso público. Posteriormente su heredera Matilde Ayerza Martínez, donaría a la Municipalidad de San Isidro el camino privado de acceso a su heredad, que unía la estación con su casa, siendo destinado a calle pública.
Ciento diez años después, precisamente otro 18 de noviembre, pero de 1981, el pueblo de Martínez fue declarado ciudad en virtud de la Ley N° 9771 promulgada en esa fecha por el gobierno de la provincia de Buenos Aires; con tal motivo el domingo 29 de noviembre, en solemne y concurrido acto se festejó el acontecimiento, durante el cual también se concretó la inauguración de la Delegación de Martínez.
Creemos que el objetivo previsto por Ladislao Martínez superó lo imaginable en aquel momento, cuando estos Pagos de la Costa no eran otra cosa que una zona rural a las puertas de Buenos Aires, cuyos vecinos se dedicaban a la labranza de sus fértiles tierras, y en las que algunas familias porteñas poseían sus quintas de veraneo, en las que con el tiempo se avecindaron definitivamente.
Ladislao Martínez había contraído matrimonio en la iglesia de San Ignacio, el 7 de abril de 1848, con doña Adela Sáenz Valiente y Lavalle, siendo testigos de la ceremonia el doctor Dalmacio Vélez Sarsfield y doña Bernardina Ximenez de Martínez, madre como sabemos del contrayente.
Adela Sáenz Valiente y Lavalle, era también de gran arraigo sanisidrense, ya que sus padres fueron Juan Pablo Sáenz Valiente y Pueyrredon y doña Josefa Lavalle, hermana del célebre general Juan de Lavalle.
Esta es a grandes rasgos la semblanza de un personaje a quien San Isidro reconoce como distinguido poblador y fundador de una localidad que forma parte de este municipio.
-> Bernardo Lozier Almazán Director del Museo, Biblioteca y Archivo Histórico Municipal.