[2006] - El fundador de la pescadería Capri fue don Francisco Ciliento. Había nacido en Capri, Italia, el 15 de agosto de 1893.
Ingresó al país, en momentos de auge del proceso inmigratorio que dio impulso a la moderna Argentina. Eligió para vivir el barrio de San Telmo y desde muy joven se dedicó a la venta de pescado.
Buscavidas, se embarcaba en el tren que desde Retiro llegaba a San Isidro, con su mercancía a cuestas. (Estamos hablando de un hombre que venía en el furgón con dos canastos llenos de pescado, prolijamente acomodados, desbordantes de hielo cristal machacado, cubiertos con lienzos para conservar el frío y evitar además el polvo o cualquier contaminación. Traía, también, "la palanca", ese bastón gordo que se cruzaba sobre los hombros, por detrás de la nuca; en las puntas llevaba los canastos colgando, sostenidos por sogas o cadenas.)
Don Francisco recorría las calles del pueblo. A veces, en su travesía callejera, solía llegar hasta la quinta conocida como Alvear, situada en Punta Chica, cercana a San Fernando.
Hablamos de un San Isidro gobernado por los radicales, y bien descripto por doña María Lanzavechia de Paván, quien relataba lo siguiente: "Los que estamos en condiciones de acordarnos de aquel San Isidro, con jazmines, viejas tapias, su barranca, sus calles arboladas, allí, muy temprano, se perfilaba a la distancia un personaje que hoy es como una leyenda que vive en el ayer. Era don Francisco, un sencillo inmigrante que ostentaba su condición de lealtad y rectitud: trabajar siempre, sin descanso. A las amas de casa les tenía paciencia para explicarles o aconsejarles cómo preparar algunos platos de pescado".
Esto ocurrió desde 1925 hasta el año 1934, anclando su negocio en San Isidro para siempre en ese año.
Se instaló en este lugar con el nombre de "Pescadería Capri", calle Cosme Beccar al 383, trabajando en familia y adaptándose al San Isidro de entonces, tiempos en que la municipalidad estaba gobernada por Mario Lambertini, un sanisidrense de extracción conservadora. Contaba como vecinos comerciales a "El Bazar Inglés", el almacén de Fersán y "Al Buen Cappelletti".
El negocio pasó luego, con los años, y siguiendo la tradición familiar, a manos de su hijo Francisco (conocido como Pancho) y de sus nietos, Francisco Daniel y Patricia. Habiendo pertenecido a la firma Antonio Ruocco, ya fallecido, casado con María, una de las dos hijas de don Francisco. La otra hija lleva por nombre Victoria.
Hoy el negocio lleva el nombre de Gran Pescadería Capri, hay pescados y mariscos argentinos y extranjeros, se elaboran comidas y posee un importante sistema de refrigeración. En su frente hay una placa que habla de su tradición, pues esta es la pescadería más antigua de San Isidro, transferida de una generación a otra, hecho destacable en el nuevo milenio.
-> Jorge Tirigall