50 años de un ataque terrorista y de un ejemplo de coraje
El domingo 5 de Octubre de 1975 el Ejército de la
organización terrorista Montoneros asaltó el Regimiento 29 de Infantería de
Monte "Coronel Ignacio José Javier Warnes" con asiento en la provincia de
Formosa con el fin de apoderarse del armamento de la Unidad. Gobernaba la
Argentina María Estela Martínez de Perón, ya que era la vicepresidente al morir su esposo JuanDomingo
Perón el 1 de Junio de 1974.
La Operación
Primicia, tal el nombre que le asignó Montoneros, incluyó el secuestro en de un
avión Boeing 737-200 de Aerolíneas Argentinas (Vuelo 706), con
102 pasajeros y 6 tripulantes a bordo; el
copamiento del Aeropuerto El Pucú de Formosa; el ataque al Regimiento de
Infantería Monte 29 para el robo de armas de guerra; y la fuga en el Boeing y en
un Cessna 182 para 4 pasajeros hacia Rafaela (Santa
Fe).
Murieron en estas acciones 12 guerrilleros
(incluido el soldado traidor Luis Roberto Mayol que facilitó el
ingreso al regimiento), y el subteniente Ricardo Massaferro;
sargento 1º Víctor Sanabria; los soldados conscriptos
Antonio Arrieta, Heriberto Avalos,
José Coronel, Hermindo Luna, Dante Salvatierra, Ismael
Sánchez, Tomás Sánchez, Edmundo Sosa, Marcelino Torales y Alberto
Villalba, y el agente de Policía, Argentino
Aleg.
Los 39 atacantes con 19
vehículos, organizados en pelotones cada uno con tareas planificadas, ingresaron
al regimiento y fueron tomando diversas dependencias.
Mientras se
combatía en diversos sectores, los atacantes avanzaron en un vehículo hacia la
Compañía Comando. El soldado HermindoLuna se
encontraba de imaginaria armado con un FAL mientras sus compañeros descansaban.
Al comenzar a escucharse los primeros disparos, un grupo de extremistas ingresó
a la compañía, encontrándose de frente con el soldado Luna. De
acuerdo a los testimonios de los conscriptos y los montoneros, el siguiente
diálogo:
– Montoneros: "Rendite negro que con vos no es la
cosa." – Hermindo Luna: "Acá, no se rinde nadie
¡mierdas!"
Tras la respuesta, Hermindo Luna abrió fuego con su FAL para permitir el repliegue y la reorganización de sus
camaradas, sin embargo él fue abatido con disparos de fusil muriendo
heroicamente después de agonizar varios minutos, mientras era auxiliado por un
compañero.
Al día siguiente del ataque, Italo Luder, a cargo de
la presidencia por licencia de la titular, en acuerdo de ministros, dictó tres
decretos de aniquilamiento, extendiendo la represión a todo el territorio
nacional con la orden de "aniquilar el accionar de los elementos subversivos"
(ya establecida con el Operativo Independencia para la provincia de Tucumán),
entre otras medidas.
Hermindo Luna era hijo del
santiagueño Jesús Esteban "El payo" Luna, albañil y hombre
amante de la lectura, y de la salteña Secundina Vázquez,
esforzada ama de casa, matrimonio que tuvo 13 hijos. El quinto era
Hermindo quien, con dos de sus hermanos, puso una ladrillera
mientras terminaba la escuela primaria.
Durante el tiempo que estuvo
incorporado al servicio militar, fue muy pocas veces a Las Lomitas, a ver a su
familia, sea por falta de dinero o por no contar con autorización de sus
superiores para alejarse a casi 300 km. del
regimiento.
Hermindo tenía un carácter alegre, no tenía
problemas con nadie, amaba y protegía a su familia. Un hombre joven, pero que tenía las cosas claras y que comprendía quienes eran los que buscaban destruir su Patria. Él se sabía dispuesto a defenderla.
Tres días después del
brutal ataque montonero, el cuerpo de Hermindo llegó a Las
Lomitas. La última vez que lo vieron su padre y su hermana
Jovina fue a fines de Septiembre, cuando lo visitaron en cada
de su tía (a donde el soldado se llegaba cuando tenía franco).
El
5 de Octubre, el día del ataque, la familia se reunió a
celebrar el cumpleaños de la pequeña Jovina.
En la
tarde su madre se sintió angustiada, como si algo le sugiera una mala
noticia.
A la madrugada el padre se levantó para ir al baño (afuera de la
casa) e imaginó por un momento ver a su hijo Hermindo llegando.
Se lo comentó a su esposa y eso sumó preocupación.
A las 10:00 de la
mañana del lunes 6 de Octubre el padre fue a la escuela a
buscar a su hija. La noticia había llegado.
Jovina
corrió a su casa sin saber qué había pasado y encontró a su madre llorando
desconsolada.
El miércoles 8 de Octubre, alrededor de las 18 horas, el
cuerpo de Hermindo llegó a Las Lomitas en un ataúd cerrado.
[Fuentes: Web del Arma de Infantería del Ejército Argentino / Revista
“Evita Montonera" / Libro “Memorias de un combate"]