Hace 136 años, en 1888, moría en Asunción
(Paraguay), a los 77 años Faustino Valentín Quiroga
"Domingo Faustino" Sarmiento, político,
escritor, docente, periodista, militar y estadista, que fue gobernador de San
Juan (1862-1864), presidente de la Nación (1868-1874), senador nacional
(1874-1879) y ministro del Interior (1879).
Era hijo de
José Clemente Cecilio Quiroga Sarmiento y
Paula Zoila Albarracín Irrazábal quienes le pusieron sus
nombres en honor de San Faustino y San Valentín. No se llamaba Domingo
Faustino.
Su padre y su tío, el obispo don José Manuel Eufrasio
de Quiroga Sarmiento, le enseñaron a leer a los 4
años. A los 5 ingresó en las Escuelas de la Patria. Su madre
quiso que ingresara al seminario pero él se opuso.
A los
12 trabajó como asistente en la oficina de topografía de San
Juan.
A los 14 años, en 1825, se fue a
San Francisco del Monte (San Luis), con su tío el obispo José de
Oro, quien le dió lecciones de latín. Allí fundó su primera escuela y
talla en un tronco de algarrobo una inscripción: "Unus Deus, una Ecclesia,
unum baptismo. D.F.S." (Un Dios, una Iglesia, un bautismo).
A los
15 trabajó en una tienda y se la pasaba leyendo aprovechando la
escasa concurrencia de clientes.
A los 16 lo reclutaron
en el ejército provincial (federal) y por desacato lo mandaron a prisión. Se
pasó al bando unitario y José María Paz lo
nombra oficial.
A los 20 emigró a Chile y trabajó en la
docencia, dependiente de comercio y mayordomo en una mina. Con una alumna tuvo a
una hija (Ana Faustina). A los 25 regresó a la
Argentina.
A los 28 fundó un instituto secundario para
señoritas y por sus críticas al gobierno federal se exilió en Chile a los
29. Allí escribió en diarios, además de fundar uno.
Lo
designaron para dirigir la Escuela Normal de Preceptores y fue uno de los
fundadores de la Facultad de Filosofía y Humanidades. A los 34
le encomendaron estudiar los sistemas educativos de Europa y E.U.A.
A los
37 se casó en Chile con Benita Agustina Martínez
Pastoriza y adopta a Dominguito. A los
46, por el escándalo de sus
amoríos con Aurelia Vélez se separó de su
esposa, regresó a la Argentina y se sumó al Ejército Grande, de Urquiza, que
integró hasta la caída de Rosas en la batalla de Caseros. Por conflictos con
Urquiza nuevamente se fue a Chile.
Hasta los 49 años fue
senador y jefe del Departamento de Escuelas. Al asumir Mitre
como gobernador de Buenos Aires, lo nombró ministro de Gobierno.
A los 51
fue designado gobernador de San Juan y persiguió a los federales de la
provincia, además de promover la educación pública y gratuita, con la fundación
de escuelas de distintos niveles, incorporar alumbrado, abrir calles y ordenar
la confección del plano topográfico de la provincia. A los 53
años renunció y fue enviado en misión diplomática a Chile, Perú y E.U.A.
Por iniciativa de Lucio V. Mansilla se lo propone como
candidato a la presidencia y fue elegido. Asumió a los 57
años.
Durante su mandato, las provincias fundaron unas
800 escuelas de primeras letras, alcanzando a un total de
1816, de las cuales el 27% eran privadas; la
población escolar se elevó de 30.000 a 110.000
alumnos.
A fin de garantizar la educación primaria, durante las
presidencias de Sarmiento, Avellaneda y
Roca se trajeron desde los E.U.A. algo más de
75 docentes (71 mujeres y 4
hombres) para los profesorados de primaria (Escuelas Normales); creó
las primeras escuelas normales, tomando como ejemplo la Escuela Normal de
Paraná, fundada en 1870. Subvencionó la primera escuela para
sordomudos (privada).
Fundó los Colegios Nacionales de La Rioja, Santa
Fe, San Luis, San Salvador de Jujuy, Santiago del Estero, Corrientes, San
Nicolás de los Arroyos y de Rosario. También las escuelas de arboricultura y
agronomía en San Juan, Mendoza y, más tarde, en San Miguel de Tucumán y
Salta.
Propició la creación y el desarrollo de la Comisión Nacional de
Bibliotecas Populares (CONABIP) y la Biblioteca Nacional de Maestros.
El
17 de abril de 1853 transformó la industria del vino sumando la
cepa francesa Malbec e impulsó la creación de la Quinta
Agronómica de Mendoza, que luego se convirtió en la Facultad de Ciencias
Agrarias.
Durante su presidencia concluyó la Guerra de la Triple Alianza
en la que murieron más de 18.000 hombres, a los que se podrían
sumar las víctimas del cólera. Este conflicto tuvo un enorme costo económico,
por el que la Argentina debió endeudarse hasta llegar a deber
9.000.000 de libras esterlinas.
Durante el último año de
la guerra, se fundó el Colegio Militar de la Nación (cuyo primer director fue el
húngaro Juan F. Czetz), creó la Escuela Naval e incorporó varios buques, con lo
que logró formar la primera escuadra argentina capaz de operar a un nivel
comparable con las flotas de guerra del Brasil y Chile.
Una de las
primeras medidas como presidente fue organizar el primer censo nacional en
1869: Había 1.836.490 habitantes. El
8% eran inmigrantes europeos, el 70% era
población rural y el 71% eran analfabetos.
Sarmiento impulsó la llegada de 280.000
inmigrantes, que se asentaron principalmente en la ciudad de Buenos Aires y en
colonias agrícolas en las provincias del Litoral.
La falta de viviendas e
higiene, entre otros factores, provocó la epidemia de fiebre amarilla de
1871 que causó la muerte de 14.000 personas.
Esto provocó la creación del Cementerio de la Chacarita y el inicio de las obras
de agua corriente y cloacas en Buenos Aires.
La presidencia de
Sarmiento favoreció la construcción del ramal ferroviario desde
Villa María (Córdoba) hasta Río Cuarto; también, se construyó el ramal desde
Córdoba hasta Tucumán, y dos cortos ramales entre Concordia (Entre Ríos) y
Mercedes (Corrientes), y entre Buenos Aires y Campana. La red ferroviaria pasó
de 573 kilómetros a 1.331. Contrató al
ingeniero alemán José Enrique Rauch para que diseñase el
trayecto desde Salta a la costa del Pacífico, lo que más tarde se convertiría en
el llamado Tren a las Nubes.
Durante su mandato se tendieron unos
5.000 km de líneas telegráficas. El 5 de Agosto de
1874 quedó inauguraba la primera comunicación telegráfica con Europa.
Por acción de Sarmiento y el astrónomo estadounidense
Benjamin Apthorp Gould comenzaron los estudios de meteorología
en Argentina al crearse, en 1872, la Oficina Meteorológica
Nacional (primera en América del Sur y la tercera en el mundo, detrás de Hungría
y Estados Unidos) que funcionó, hasta 1884, en Córdoba y luego
se trasladó a Buenos Aires.
En 1875, a los
64 años, Sarmiento asumió como senador
nacional, cargo al que renunció en 1879 para asumir como
ministro del Interior. Luego fue Superintendente de Escuelas, cargo al que
también renunció.
En 1888, estando en Paraguay con su
concubina, murió a los 77 años.
Cada 11 de Septiembre es
el Día del Maestro (desde 1945) y el Día Panamericano del
Maestro (desde 1947)
SARMIENTO, EL
MASÓN
"Domingo Faustino" Sarmiento fue
iniciado en la masonería el 31 de Julio de 1854, en la Logia
Unión Fraternal de Valparaíso (Chile), cuando un grupo de intelectuales funda
una logia "Unión Fraternal".
Al regresar a Argentina continuó sus trabajos masónicos, fundando
el 29 de Diciembre de 1855 junto a otros 14 masones
(Miguel Valencia, abogado y legislador; Ricardo
Lavalle, presidente de la Legislatura y de la Bolsa de Comercio;
Santiago Rufino Albarracín, Ministro de Guerra
y Marina; Federico Álvarez de Toledo Bedoya, estanciero y
fundador de la Sociedad Rural y Carlos Casares, gobernador de
Buenos Aires), la Logia Unión del Plata Nº 1.
La formación de las logias
"Confraternidad Argentina Nº 2"; "Consuelo del Infortunio N° 3"; "Tolerancia N°
4"; "Regeneración N° 5"; "Lealtad N° 6" y "Constancia N° 7" dio lugar a la
fundación en 1857 del Gran Oriente Masónico para la República
Argentina, presidido por José Roque Pérez. El 21 de
julio de 1860 hubo una reunión presidida por el Gran Maestre
José Roque Pérez, con el presidente de la
República Argentina, Santiago Derqui; el general
Bartolomé Mitre; el gobernador de Entre Ríos, Justo
José de Urquiza, y el propio Sarmiento.
La
actividad masónica de Sarmiento siguió siendo de gran
importancia lo que lo llevó a recibir en 1860 el grado 33º (el máximo posible).
Cuando en 1864 fue designado ministro embajador argentino ante
los E.U.A., también se le otorgó la representación de la Masonería Argentina
ante las Grandes Logias y Supremos Consejos del exterior, con la facultad de
celebrar tratados de amistad. Eso permitió a Sarmiento
vincularse a grandes personalidades públicas masónicas, entre ellas el
vicepresidente de Abraham Lincoln y, presidente luego de su
asesinato, Andrew Johnson.
Sarmiento se alejó de las
filas de la masonería en dos ocasiones. La primera vez que renunció fue cuando
asumió como presidente de la República Argentina, en
1868.
Así lo confirmó el mismo
Sarmiento en uno de los discursos que dio, luego de asumir la
presidencia de los argentinos al priorizar el gobierno general, afirmando:
"Un hombre público no lleva al gobierno sus propias y privadas convicciones
para hacerlas ley y regla del Estado."
También en un banquete
masónico de 1868, declaró: "Al manifestar mi profunda
gratitud por el sentimiento que nos reúne aquí hoy día, para darme pública
muestra de simpatías, me creo en el deber de expresar francamente mi respeto, mi
adhesión a los vínculos que nos reúnen a todos en nuestra sociedad de
hermanos.
Llamado por el voto de los pueblos a desempeñar la primera
magistratura de una República, que es por mayoría de culto católico, necesito
tranquilizar a los timoratos que ven en nuestra institución una amenaza a las
creencias religiosas. Si la masonería ha sido instituida para destruir
el culto católico, desde ahora declaro que yo no soy masón.
Declaro,
además, que habiendo sido elevado a los más altos grados conjuntamente con mis
hermanos los generales Mitre y Urquiza, por el voto unánime del Consejo de
Venerables Hermanos, si tales designios se ocultan, aun a los más altos grados
de la masonería, esta es la ocasión de manifestar que, o hemos sido engañados
miserablemente, o no existen tales designios, ni tales propósitos. Y yo
afirmo solemnemente, que no existen, porque no han podido existir, porque los
desmiente la composición misma de esta grande y universal
confraternidad. (…)
Hechas estas manifestaciones, para que no se
crea que disimulo mis creencias, tengo el deber de anunciar a mis hermanos, que
de hoy en adelante, me considero desligado de toda práctica o sujeción a estas
sociedades.
Llamado a desempeñar altas funciones públicas, ningún motivo
personal ha de desviarme del cumplimiento de los deberes que me son impuestos;
simple ciudadano, volveré un día a ayudaros en vuestras filantrópicas tareas,
esperando desde ahora que por los beneficios hechos, habréis continuado
conquistando la estimación pública; y por vuestra abstención de tomar como
corporación parte de las cuestiones políticas o religiosas que concurrieren,
logréis disipar las preocupaciones de los que por no conocer vuestros estatutos,
no os consideran como el más firme apoyo de los buenos
gobiernos, el más saludable ejemplo de la práctica de las
virtudes cristianas, y los más caritativos amigos del que
sufre."
Volvió a la actividad masónica en 1874, como lo prueba el
Archivo del Histórico Recinto de la Masonería del Gran Oriente Masónico
Argentino.
El 18 de abril de 1882 se aplicó a la Logia
"Obediencia de la Ley Nº 13". Ese mismo año asumió como Gran Maestre de la Gran
Logia Argentina de Libres y Aceptados Masones para el período
1882-1885. El 12 de mayo
aceptó su designación para el cargo, siendo acompañado por Leandro
N. Alem (fundador de la Unión Cívica de la Juventud),
quien ocupó el cargo de Pro Gran Maestre.
Sarmiento
renunció al cargo al año siguiente, en 1883, siendo reemplazado
por Leandro N. Alem.
Su período de Gran Maestre debería
haber durado hasta 1885; sin embargo, en septiembre de
1883 renunció.
En el invierno de 1888
se trasladó a Paraguay junto a su concubina Aurelia Vélez (la
hija de Dalmacio Vélez Sarsfield, el autor del Código Civil).
Allí murió el 11 de septiembre de 1888, negándose a recibir
asistencia religiosa y ordenando la no concurrencia de un sacerdote católico a
su lecho postrero.
La masonería paraguaya le rindió honores al morir.
Cuando sus restos se trasladaron a la Argentina, los masones locales también lo
homenajearon.
Su tumba en el Cementerio de la Chacarita no tiene placas
religiosas, pero sí abundancia de adhesiones masónicas, como sucede con varios
de los hombres que promovió o frecuentó Sarmiento en su larga trayectoria
pública.