El Fitito, un pequeña historia compartida por muchos
El Fiat 600, un vehículo que tiene un pasado con una gran relación con tiempos de juventud de muchos ya veteranos argentinos ha vuelto a recorrer las calles no sólo de San Isidro, remozado, mantenido, recién pintado, para cumplir con el mismo lugar: el de un auto chico, económico, que gaste poco –que pocos quieran robárselo- y que permita, por su tamaño, moverse con soltura en calles cada vez más congestionadas.
Es cierto que para algunos será más fácil pensar en un 0km, incluso con algunas comodidades modernas, pero un “fitito” puede ser más barato por donde se lo mire y cumplirá con su cometido para quien sepa valorar sus virtudes. Además, vale mencionarlo, cualquiera de nosotros cuando ve un auto viejito (clásico o símplemente de evidente longevidad) pero bien cuidado, se da vuelta y lo admira por todo lo que provoca en nuestra memoria.
El 600 fue diseñado por Dante Giacosa y construido por la empresa FIAT desde el ’55 y hasta el ’70 (en la Argentina desde el ’60 y hasta el ’82) con éxito mundial.
Con sólo 3,22 metros de largo fue el primer automóvil diseñado por FIAT con el motor trasero. El precio inicial fue de unos US$ 7.300.-. Siempre se le consideró un vehículo económico y de consumo masivo, diametralmente opuesto a lo que se fabricaba en aquel entonces en los EE.UU. Creado para transportar cuatro personas, era muy compacto y económico y ofrecía un alto rendimiento.
El diminuto auto –que se dice se basó en una idea de tiempos de Mussolini de fabricar un auto económico y popular, como lo fue el escarabajo de Volkswagen en la Alemania de Hitler- fue presentado al público el 9 de Marzo de1955 en el Palacio de Exposiciones de Ginebra. En la Argentina las primeras unidades fueron importadas masivamente en el año 1958 desde Italia.
Dotado de dos puertas (en las primeras ediciones con apertura "contra viento") y con una capacidad para cuatro personas, estaba equipado con un motor de 633 centímetros cúbicos situado en la parte posterior, dotándolo de una potencia de 21CV, que le permitía alcanzar unos 95km/h.
Originalmente poseía un motor de 600 cc que era parte del nombre tan característico del modelo. Luego fue evolucionando a un motor un tanto más grande (797 cc), y al final de su producción contaba con un motor de 850 cc.
Como se sabe, hay clubes de fanáticos del “fitito”, como los hay de muchos otros autos y motos. En estas asociaciones de entusiastas se reúnen quienes compran, restauran y exhiben con sano orgullo sus máquinas, en ocasiones haciendo culto de la originalidad de sus piezas y, en otras, luciendo reformas más que originales.
En cada país el modelo original sufrió diferentes variantes, lo que lo convirtió en un auto simultáneamente mundial y local.
La producción en la Argentina estuvo en manos de la empresa Fiat Someca S.A desde el 7 de Abril de 1960 con el modelo 600, que era réplica exacta de su par italiano salido de las líneas de montaje en ese momento. La motorización también era similar: 633 CC y 28,5 CV DIN. Las primeras unidades, junto con el modelo 1100, fueron armadas con piezas en su mayoría importadas italianas, pero eso rápidamente fue cambiando con el correr de los primeros meses a medida que se iban nacionalizando las distintas partes suministradas por proveedores externos locales. Las carrocerías venían desarmadas desde Italia y se ensamblaban en la planta fabril de automóviles que Fiat Argentina fundó en la ciudad bonaerense de Caseros. Los motores, cajas de velocidad y otros elementos mecánicos eran provistos por la misma empresa desde la localidad de Ferreyra (Córdoba).
En 1963, la producción de carrocerías comienza a trasladarse al nuevo centro industrial de la ciudad de El Palomar, coincidiendo con el lanzamiento del nuevo modelo Fiat 1500. Desde este sitio salieron la inmensa mayoría de los Fiat argentinos hasta 1996.
El Fiat 600, cariñosamente llamado en Italia "Cinquino", "Topolino" en Colombia, "Fitito" en Argentina, "Fito" en Chile, es sin dudas uno de los automóviles italianos más famosos.
