El 13 de Junio de 1909, durante la intendencia de Ceferino Indart, fue inaugurado el Hospital de San Isidro y el Dr. Juan María Obarrio ocupó su dirección.
Hasta 1959 la administración estuvo en manos de la Sociedad de Socorros de San Isidro, entidad fundada en 1872. Y hasta 1936 fue el único establecimiento sanitario de San Isidro, cuando se crearon las salas de Primeros Auxilios de Martinez y de Beccar.
Cuando nació el ambicioso proyecto de un hospital regional de referencia en 1959, Arturo Frondizi era presidente, Oscar Allende (médico) era gobernador y Melchor Posse, también médico, era intendente.
Por aquel tiempo Melchor Posse logró que el 2% de las apuestas del Hipódromo fuera destinado al Hospital de San Isidro. El golpe de Estado de 1963 (que derrocó a Frondizi) termina por desvirtuar aquel recurso económico que termina en rentas generales del municipio y se interrumpe la construcción del edificio. Veinte años después, en 1983, retomado el ejercicio democrático, el 80% de los sueldos municipales se costeaba con las apuestas en el hipódromo, pero el sector donde se había iniciado la obra del hospital debió ser cercado para preservarlo de actos de vandalismo.
Casi 100 años después del inicio en el viejo edificio de la calle Juan José Díaz, el 6 de Junio de 2003, fue inaugurado el Hospital Central de San Isidro donde el Dr. Posse lo iniciara.
De aquel viejo edificio de Juan José Díaz con 6.000 m2, 120 camas, los tres servicios básicos de pediatría, clínica médica y cirugía, y algunas Damas Rosadas, se pasó en 2003 a la nueva sede de 23.000 m2, halls vidriados, pasillos espaciosos, 160 camas de las cuales 34 son del área crítica, 7 quirófanos y un área docente consolidada.
Cinco años después, el 22 de Diciembre de 2008 se le otorgó al Hospital Central el nombre "Dr. Melchor Ángel Posse" quien, paradójicamente, murió en él a los 71 años, el 16 de Enero de 2004.
La lista de inversiones en innovaciones de servicio y tecnología que incorpora el sistema de salud en el Hospital Central y en los otros dos hospitales es extensa, constante y comprobable. Una clara demostración del lugar de importancia que ocupa la salud pública en la gestión municipal de San Isidro que los vecinos aprovechan y agradecen.
