El doctor Mario Lambertini se consagraba intendente municipal, el cura Agustín Allevi se alejaba como párroco y era sucedido por Pedro L. Menini, y se instalaba la primera olla popular en el partido. La presencia del cantor Carlos Gardel, en aquel San isidro pasaba casi inadvertida.
Como bien lo han referido distintos historiadores, se ha observado la presencia de Gardel en años anteriores, pero esta nota apunta a 1933, año en que el cantor llegaba a San Isidro por distintos motivos.
Primera vez
En la noche del 13 de Mayo, antevíspera de la fiesta de San Isidro Labrador, Gardel vino a cantar. Se presentó en el Cine-Teatro «Acassuso», situado en la calle 9 de Julio 533, hoy desaparecido, y del que apenas quedan rastros.
Llegó tiempo antes de la función, descendió de su automóvil que era guiado por Antonio Sumage, su chofer, y antes de ingresar a la sala, se acomodó el poncho sobre los hombros y se encaminó hacia la plaza Mitre, donde habían armado los puestos de las kermeses que ese año habían comenzado dos días antes. Lo acompañaba el actor cinematográfico Vicente Padula.
Sus guitarristas llegaron en tren, caminaron desde la estación de ferrocarril por la calle Belgrano y al amparo de los naranjos, con sus guitarras a cuestas arribaron al cine-teatro referido. La concurrencia no fue muy numerosa: trece filas completas.
Antes de la actuación de Gardel, que cantó sin micrófono, se proyectó la película norteamericana "Aquí sobra uno".
Segunda vez
Al promediar Junio de 1933 (dia 13) Gardel fue a cantar al Cine Astro, de Martínez, en la avenida Santa Fe 1860. El contrato fue firmado entre Ido Bentivogli, dueño del cine, y José Razzano, todavía apoderado de Gardel, según el documento que presenta el vecino Mario Castro, investigador local.
También aporta el vecino Enrique Carlos Leonardi, cuya familia explotaba el cine Select de Martínez, Bentivogli cedía la sala a los acomodadores de tanto en tanto, a fin de que obtuvieran sus propios beneficios. Uno de ellos, llamado Galindo, había intercedido ante la señora de Ruano para que la asistencia de Gardel fuera posible, ya que su esposo Víctor Ruano era director de Radio Callao. Este matrimonio vivía en la calle América -Hipólito Yrigoyen- cerca de Tres Sargentos.
Relata emocionado Leonardi, testigo presencial martinense de esos años, que al pasar por la boletería cuando se iba, le preguntaron a Gardel si había que abonarle algo, contestó que no; que en caso de haber cobrado no hubiera alcanzado la recaudación. Y mirando la caja se despidió, recomendándoles que lo disfrutaran.
Tercera vez
En la segunda quincena del mes de septiembre del mismo año, se registró la presencia de Gardel en Real Cine, Martín y Omar 399, perteneciente a la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos de San Isidro. (También se llamó Cine Las Flores, Mignón, San Isidro y, en la actualidad, Stella Maris). A pesar de haber hecho propaganda por medio de volantes, concurrió poca gente, en esta actuación cantó sin micrófono.
Cuarta vez
Esa misma noche, al finalizar el Real Cine, Gardel, con sus guitarristas y un grupo de vecinos, que había presenciado la función caminaron lentamente por la calle Chacabuco hasta 9 de Julio, se dirigieron al café La Covacha, de don Mauricio Ramírez, situado en la calle Belgrano 300, esquina noroeste de Belgrano y Acassuso, frente al mástil a solicitud del mismo Gardel. Allí el astro brindó las más selectas canciones de su repertorio, tanto para los que lo habían acompañado como para los que estaban en ese lugar.
Al finalizar, Gardel pidió la cuenta y abonó la consumición de todos los presentes; pocos lo acompañaron hasta la estación San Isidro, desde donde emprendió el regreso hacia la capital con sus guitarristas.
Durante las horas del día su figura pasaba casi inadvertida, llegaba desde el centro por la ahora avenida Libertador hasta Roque Sáenz Peña, continuando por Bernabé Márquez hasta Diego Carman, y desde allí hasta la calle Von Wernicke (Boulogne), sitio donde se encontraba el stud de Maschio. El automóvil era guiado siempre por su chofer Sumage.
Quinta y última actuación en San Isidro
Despedida definitiva de Gardel en la Argentina, dos días antes de su partida: En la noche del 5 de Noviembre de 1933, el cuidador don Francisco Maschio le organizó a Gardel su despedida en el stud Yeruá, calle Von Wernicke 3022, donde se encuentra la vivienda del mismo Maschio, el stud contiguo fue levantado con ladrillos de máquina, seguramente de la fábrica de Ernesto de las Carreras o bien de Obras Sanitarias. Esta edificación se encuentra, actualmente en perfecto estado.
En ese lugar aquella memorable noche se dieron cita sus amigos, también algunos cuidadores y jockeys: Maschio, Ridella, Vichera, Penna, Berazategui, Borgonovo, Mariotti, Leguisamo, Peluffo, de PalmaeIberra; los veterinarios: Rodrigo y Caracciolo; el periodista del diario La Nación, Gavasso; el locutor de Radio Nacional, RaúlRosales; sus guitarristas: Barbieri, Riverol, Vivas y Pettorossi; la orquesta típica de Edgardo Donato, con su cantor Félix Gutiérrez; y el tradicionalista Santiago Roca.
Asimismo estuvieron presentes los hermanos Ratti, JuanBocasso, IsabeldelValle, su novia; Emma Rodríguez, Adela Blasco Defino y Armando Defino.
Estas son sólo algunos de los que concurrieron, pero es sabido que hubo esa noche mucha más gente.
Al día siguiente, 6 de Noviembre, Gardel grabó en Argentina por última vez, cantando "Tu diagnóstico", conocido vals, y el tango "Madame Ivonne", presentándose también en Radio Nacional. El 7 de Noviembre partió en el vapor "Conté Biancamano" rumbo a Francia, para nunca más volver.
